La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Música | Un disco del futuro

El Guincho escoge a Beny Jr.

El productor grancanario se alía con el rapero para sacar a la luz ‘Samurai’ | El ganador de varios Grammy latino traslada su centro de aperaciones a Miami

‘El Guincho’ y Beny Jr. Adrià Cañameras / Iván Salvador

El productor grancanario se alía con el rapero de L’Hospitalet, uno de los talentos del momento en ‘Samurai’, que se convierte en la primera referencia del nuevo sello del múltiple ganador de Grammy latino. «Es un artista superversátil y especial», analiza sobre su elegido la mano derecha de Rosalía en ‘El mal querer’.

No es casualidad que su nombre esté en dos de los mejores discos hechos aquí en la década pasada. Él firma Pop Negro (2010) y es el colaborador imprescindible de Rosalía en El mal querer (2018). Ahí es nada. El productor grancanario El Guincho (Pablo Díaz-Reixa) es un avanzado a su tiempo con ojo clínico para el talento que está naciendo. Lo ha visto ahora en una de las voces sin duda más potentes de su generación: la del rapero de La Florida (L’Hospitalet de Llobregat) Beny Jr. Y ambos acaban de publicar la mixtape Samurai, editada con el nuevo sello del canario, Rico. El productor, de 37 años, ha escogido a Beny Jr. para el primer lanzamiento de su firma, una nueva vía en la que poder canalizar el talento.

Con 22 años, Beny Jr., de ascendencia marroquí, es mucho más que el colega que animó al fenómeno Morad a que empezara a cantar. Un 2020 intensísimo (con las mixtapes Trap and Love y 30, y un buen puñado de singles) lo ha acabado de colocar en el centro radar. «Morad y Beny Jr. son dos artistas increíbles y únicos en su generación», opina El Guincho a preguntas de este diario. Pues sí, dos de los portentos de la música actual en España son amigos y de un lugar tan singular como La Florida.

Por ahí muchos se han fijado en ellos. Sin ir más lejos, uno de los grandes capos del trap latino, el puertorriqueño Myke Towers, ha demostrado públicamente devoción por la canción de Beny Jr. Fajos. La cantó a pulmón en un directo en Instagram y lanzó al aire una proposición: la de hacer un remix de la composición.

Gran potencial

Beny es un chico muy discreto, prefiere estar en silencio. También raciona mucho su presencia en las redes sociales y se ha aficionado a la mascarilla, una prenda que le ofrece la posibilidad de ocultar parte de su rostro. Así quiere permanecer por ahora mientras su trabajo va haciendo crecer su figura, aunque su dimensión es tal que ya cuesta de tapar. «Le está dando rango a unos estilos de música en español que antes no lo tenían», comenta El Guincho sobre Beny Jr.

En Samurai hay todos esos estilos. Muy presente está el drill, subgénero del rap pujante desde los barrios y en el que el de L’Hospitalet es un primer espada afiladísimo. Pero también trap, afrobeat e incluso beats de reguetón. Y, sobre todo, hay futuro (de ahí parece que vengan sus bases). «Beny es puro estilo, le sale natural, sin forzar. Es un artista superversátil y especial, con un rango de bpm enorme», analiza el múltiple ganador de Grammy latinos. «Se encaja sin esfuerzo en cualquier tempo y mantiene su esencia. Luego tiene un oído muy exigente con los ritmos, busca sonar diferente, nuevo, busca desafíos», añade.

El ‘drill’ es una de las tendencias del último trabajo, subgénero que el rapero domina

decoration

Samurai es un despliegue de todo esto a lo largo de 12 canciones (sin ninguna colaboración) producidas desde el futuro. El resultado es un disco con piezas tan distintas como la acaramelada Baby y la reivindicativa Blbala. «Es una muestra del gran potencial de Beny», zanja el de Las Palmas de Gran Canaria.

El Guincho, quien hace poco ha cambiado su centro de operaciones de Barcelona a Miami -«voy a cualquier sesión por aquí y pongo sus canciones con orgullo»-, cuenta que fue el productor Fake Guido (también presente en Samurai) quien le habló por primera vez de Beny Jr. Quedaron un día en el estudio y vieron que la unión iba cuajando de manera natural. «Él siempre trae códigos nuevos a cada sesión. Trabajando es rapidísimo, sacando la idea, tirando la letra... Orgulloso, como tiene que ser, de dejarlo siempre perfecto, implicarse en la música y en el arreglo», cuenta el artista canario.

Enredos vitales

Beny Jr es tan opaco a veces como transparente con lo que es: conoce las callejuelas y sus códigos. A los 18 años pasó por enredos vitales que le hicieron pasar algunas temporadas encerrado en un centro penitenciario. Todo ello se plasma en su música, que le enseñó un camino por el que transitar seguro. En Chico de la calle (2019) decía: «Lo que hicimos fue solo por dinero; ahora soy cantante y de la calle yo me alejo; ya no soy maleante y me tiran fotos desde lejos». Poco más que añadir.

Se acordará ahora de cuando con una vida destartalada un día le planteó a un amigo suyo una salida adelante: «Morad, vamos a cantar». Y aquí están ambos, un viernes que no es cualquiera: Beny Jr saca un disco hecho mano a mano con El Guincho y Morad lanza un remix de una pieza con Ozuna, Soolking y AriBeatz.

Compartir el artículo

stats