La escritora Rosa Montero, Premio Nacional de las Letras 2017, ha asegurado este domingo en la Semana Negra de Gijón que 'La buena suerte' es la novela "más luminosa y esperanzadora" de todas las que ha elaborado.

Convencida de que "el bien siempre triunfa sobre el mal" y de que son más eficientes las estrategias de supervivencia de colaboración que las de depredación, Montero (Madrid, 1951) ha dicho que en esta novela ha quedado reflejada la forma en que ve el mundo.

"La buena suerte" (Alfaguara) es una historia de la posibilidad de reinventarse a sí mismo, de cambiar de vida, porque la vida cotidiana suele ser un viaje cargado de angustia por el "desconocimiento del devenir", ha afirmado.

En una rueda de prensa, Montero ha explicado que comenzó a escribir esta novela sin saber absolutamente nada de la historia que iba a contar ni del protagonista, un hombre que de manera impulsiva y sin pensarlo se baja de un tren y se refugia en un pueblo abandonado.

La idea de la novela le sobrevino durante un viaje en un tren de alta velocidad entre Madrid y Málaga, en un momento en el que el ferrocarril se detuvo "en medio de la nada" y vio junto a las vías "el peor paisaje del mundo", formado por restos de industrias cerradas y una casa abandonada a medio caer con un cartel de "se vende".

Montero ha explicado que, en ese momento, pensó qué persona podría comprar esa casa, e, inmediatamente, se dio cuenta de que sería alguien que buscara cambiar radicalmente su vida anterior.

El hombre de su historia compra la casa y cuando se le pregunta por qué motivo se bajó del tren contesta que no sabe, que lo hizo como cuando alguien retira el brazo del fuego porque se está quemando.

Pablo, el protagonista, vive en esa vivienda al lado de las vías mirando pasar los trenes como una metáfora de alguien que decide quedarse fuera de la vida para verla pasar desde una ventana.

Montero ha explicado que el título de esta novela iba a ser "Al principio el silencio", pero luego, cuando ya llevaba varios capítulos, decidió cambiarlo por el de "La buena suerte", porque "el azar juega un papel determinante en la vida de la gente".

"La novela celebra que haya más bondad que maldad en el mundo y tiene un final esperanzador en el sentido de que, a pesar de las circunstancias muchas veces dramáticas y crueles, tenemos la obligación de ser felices", ha expresado.