Pilar Bardem con 27 años se casa con José Carlos Encinas, con quien viene a vivir a Gran Canaria. Aquí la relación se complica y ella sufre algunos de los sucesos más dramáticos de su vida como la pérdida de un hijo, un intento de violación y ser desahuciada de su domicilio.
Pilar Bardem y sus tres hijos, Javier, Carlos y Mónica, residieron en Gran Canaria entre 1965 y 1970, a donde llegan después de que la actriz fallecida ayer en Madrid se casara con José Carlos Encinas Doussinague. «Los Encinas Bardem llegan a Las Palmas la noche del 26 de junio de 1965. El marido había venido con un extraño contrato de trabajo para desarrollar su tarea en una inmobiliaria que vendía casas en la barriada de Escaleritas», explicaba en el Dominical de La Provincia Miguel Rodríguez de Quintana a raíz de la publicación de las memorias de la actriz.
«Las primeras semanas las pasaron hospedados en un piso de las Alcaravaneras. La familia se traslada a la que sería su residencia definitiva en la entonces calle General Franco, numero 54, hoy Primero de Mayo, en la planta doce del llamado edificio triangular que acababa de ser inaugurado. Llegan al nuevo domicilio», prosigue, «sin un duro en el bolsillo. No hay dinero. El esposo dice que todavía no le han pagado. La realidad es que vino a Canarias sin un contrato firme. Pilar se las ingenia para que el comerciante que tiene abierta tienda de víveres en la terraza del segundo piso de la misma vivienda, le conceda provisionalmente unos fiados, créditos que se prolongaran durante muchos meses». En noviembre de 1967, tras un parto bastante complicado, nace en Madrid su tercer hijo, Javier. Pero ya de regreso a Gran Canaria el bebé enferma y fallece 19 días después, un mal trago para la actriz.
Pese a que su matrimonio no pasaba por el mejor momento, Pilar Bardem vuelve a quedarse embarazada y el sábado 1 de marzo de 1969 en la clínica San Roque nace Javier Bardem, el ahora actor, al que llamó como su hermano fallecido. «Eran las nueve y media de la noche cuando la parturienta fue asistida por la comadrona Andrea Zerpa y el doctor Carmelo Marrero. Había nacido un bebe enorme y precioso que pesó cuatro kilos y medio. Ocho días más tarde fue llevado a la pila de la parroquia de San Francisco de Asís para ser bautizado», recordaba el autor del Dominical basándose en el relato de la intérprete en sus memorias.
En su libro de memorias confiesa que un hombre intentó violarla en la zona de Vegueta
La vida continuó dando sobresaltos a la familia y el niño enferma de gravedad. «Un día amanece con alta fiebre, con los ojos en blanco y las manos y los pies morados. Casi muerto. Al niño lo tienen que ingresar en la incubadora y la madre acudía cada noche para velarlo y se pasaba la madrugada sentada en el incomodo banco de madera del pasillo de las visitas».
«Una de aquellas noches que acudía a la clínica como de costumbre, al pasar por la plazoleta trasera de la Catedral de Las Palmas de Gran Canaria en una noche oscura, de repente siente que un muchachón rubio la agarra con violencia, la tira al suelo y con un sorprendente domino logra bajarle las bragas. La agredida no tiene fuerzas ni para gritar, pero se produjo la oportuna coincidencia que un caballero de Vegueta que regresaba de la tertulia del Gabinete Literario, sorprendió al violador, que asustado, inmediatamente desapareció corriendo».
Con el pequeño Javier ya recuperado y tras ser desahuciados de su hogar, Pilar Bardem deja Gran Canaria junto a sus tres hijos y se traslada a Madrid.
