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Jesús María Castaño Director de la Fundación de Arte y Pensamiento Martín Chirino

Jesús María Castaño: «Hemos reunido las conexiones de Chirino con las vanguardias»

Jesús María Castaño José Carlos Guerra

Jesús María Castaño analiza la muestra que exhibe la Fundación Martín Chirino sobre las ‘Reinas negras’ del escultor grancanario. La exposición incluye, además de estas primeras obras, dibujos y documentos del artista, junto a piezas de creadores que le influyeron y que contextualizan su obra en los 50.  

¿A qué periodo de la obra de Martín Chirino en los años 50 pertenecen las Reinas negras?

Al que va del 52 al 55 antes de que se marchara en el barco Alcántara a la Península. Y aunque son apenas ocho reinas negras, el comisario Alfonso de la Torre ha contextualizado esas obras de este Chirino temprano con lo que se hacía en esa época. Así se reúnen más de un centenar de piezas, entre esculturas, dibujos, pinturas, fotografías, y todo tipo de documentos que ahondan en los primeros trabajos de Martín Chirino que fue el principio de su conocido trabajo escultórico en la forja. También se incluyen obras de autores que le influyeron como Paul Klee o Picasso, y de sus maestros Ángel Ferrant y Julio González, así como obras de arte africano.

¿Cómo se definiría el lenguaje del artista en ese momento?

Obedece a un lenguaje que era el de la vanguardia de entonces con elementos comunes como horadar las partes de la escultura y que conecta con Plácido Fleitas. Hemos reunido las conexiones de Chrino con la vanguardia. Ferrant fue el que le inculcó que utilizase materiales cercanos y por eso Martín empieza a trabajar con madera, roca volcánica y hierro de los astilleros. Luego, Chirino descubre a un Julio González, escultor de la primera vanguardia del siglo XX, en París, y se queda fascinado. González renovó la plástica, incorporó el hierro y la metalurgia en la escultura y fue él quien le enseñó a soldar a Picasso. Chirino cuenta en sus memorias que lo dejó fascinado y a partir de ahí lo toma como tutor siguiendo sus máximas de trabajar en el espacio. Para esta muestra han sido cedidas obras por más de veinte colecciones nacionales, entre los que se encuentran el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, el IVAM de Valencia, el Museo Canario, el CAAM, el Patio Herreriano de Valladolid, la Casa África, las fundaciones Apel-les Fenosa, Azcona y Alberto Jiménez Arellano, y colecciones particulares insulares y peninsulares.

¿Cómo se produjo esa coincidencia conceptual entre tantos artistas diferentes?

Nosotros tenemos internet, instagram, etc., y nos resulta más fácil estar en la vanguardia. Pero en aquellos tiempos o viajas o tenías el conocimiento muy limitado. Y Martín Chirino tenía el conocimiento a través de Gaceta del Arte, dirigida por Eduardo Westerdahl donde se comentaba lo que se hacía en el mundo con una información de primer orden. Por eso hay mucho parecido en las esculturas de Chirino y lo que hacían los maestros. También estaba La Rosa de los Vientos que aunque era una revista básicamente literaria introducía algo de arte.

Una de las fotos recoge, precisamente, a Chirino con tres reinas negras inéditas.

Está con Millares y Elvireta Escobio cuando realizaron su primera exposición colectiva en el Museo Canario en el año 54 donde Martín ya expuso algunas de sus reinas negras que están desaparecidas porque no sabemos quién las tiene. Chirino hacía sus esculturas, pero llegaba alguien y se las compraba y no había un registro de las mismas. Y aunque están catalogadas no sabemos en qué colección están. Llevamos más de quince años tras ellas. Tras su viaje en el Alcántara, Martín organiza su primera exposición en el Ateneo de Madrid e inmediatamente se incorpora al grupo El Paso. Pero sí que tenemos aquí los catálogos de esas exposiciones.

¿Cuál podría ser el inicio cronológico de la exposición?

Es un dibujo del año 52 en el que Chirino ya ha salido de la escuela de Bellas Artes y dibuja mirando el mundo de Paul Klee y con el estilo de Picasso donde no se sabe dónde empieza y acaba el trazo, con una impronta casi cubista y muy lineal. Precisamente, en el recorrido por la sala se pueden ver dos obras de Paul Klee, La orilla construida, una pintura al temple de 1930, y Mesa con ofrenda de 1933; un bronce de Picasso y otro de Julio González; una obra de Manuel Millares; dos piezas de Apel-les Fenosa; esculturas y dibujos de Ángel Ferrant, entre otras. En una vitrina se ha concentrado la parte intelectual de la muestra con documentos como la publicación La rosa de los vientos, en una de las cuales aparece una publicidad de Fred Olsen fabulosa y libros de Nietzsche que leía martín Chirino. O de Ortega y Gasset que marcó su discurso. Además de catálogos de exposiciones donde mostró sus reinas negras.

¿Cuál se podría considerar que es el punto de partida de sus Reinas negras?

Podría ser una composición llamada Pueblo de 1952 que aunque todavía no sea una reina negra sí es una esculturas en la que Chirino trata ya su estilo personal. Se puede decir que es una de las primeras esculturas abstractas del arte español. De echo, así la tienen catalogada el Reina Sofía, que es de donde proviene. El equilibrio de la obra es casi cómo un móvil donde mete la roca volcánica y la lava. A continuación llegamos a una obra en hierro como homenaje a Miró del 53 y lo hemos enfrentados con un Millares de la misma época que también rinde tributo al artista catalán. Y los dos están hablando de lo mismo.

África cobra una importancia fundamental en la muestra.

No podía faltar porque la exposición es sobre reinas negras. Y hacemos un homenaje a África con los afrocanes donde realmente habla de ese territorio de extrañeza que respiran los canarios. Curiosamente cuando Martín viaja por Europa y descubre las vanguardias, ve que son vanguardias que miran a África y él piensa lo cerca que tiene el continente y que es su día a día porque él lo conocía de los años 40 de los viajes que hacía con su padre. Además, el ciclo de reinas negras fue realizado en su taller de Las Palmas, un espacio de hallazgos durante su juventud donde ya estaban presentes atributos de su obra como el nomadismo y el imaginario insular. El dibujo para él fue un camino de formación hacia el proceso creativo y las nuevas formas. También aparece en la muestra una pieza que es un gran cabezón de una figura femenina africana. Todo es como un gabinete de curiosidades, una exposición reducida en tamaño pero muy densa.

Llama la atención la presencia del Ídolo de Tara.

El haber unido el Ídolo de Tara del Museo Canario con una reina negra conocida como Tara ha sido uno de los logros de la muestra. Pero para nosotros es un orgullo y un privilegio que el Museo Canario nos haya cedido esta escultura teniendo en cuenta lo que significa para la cultura canaria, pero es fundamental para poder contextualizar la obra de Martín Chirino.

También incluyen un cuadro de Óscar Domínguez

Era inevitable como el mayor representante de la pintura canaria preguerra, como el que mayor proyección ha tenido en esa época anterior a lo que luego fue Millares, Chirino, Oramas, Plácido Felitas, César Manrique o Juan Ismael.

En una foto aparece Elvireta Escobio con una de las esculturas de la exposición.

Es una de las reinas negras que nos ha cedido. Una de las primeras en las que Martín utiliza ya el hierro. Pero también hay fotos de la primera exposición surrealista del mundo que se hizo en Tenerife y a la que vinieron Breton y todos los surrealistas, además de un fotomontaje de la subida al Teide, e imágenes con la primera exposición en la que aparece Paul Klee

Y de fondo un hilo musical.

Es música que supuestamente escuchaba Martín Chirino asistido por su padre cuando trabajaba en el puerto. Composiciones seleccionadas por musicólogos como Tomás Marcos. También hay un vídeo ya que Chirino en su primer viaje a Londres descubre a Norman McLaren que le enseña esos trabajos y Chirino cuenta su experiencia al visionarlos. Son vídeos abstractos de los años 40 o 50 que son pedagogos y didácticos de la abstracción pura de aquel año y aún parecen contemporáneos.

¿Publicará la Fundación nuevas obras sobre el artista?

La apertura de esta exposición coincide con la puesta en marcha de la Enciclopedia Martín Chirino con el primer volumen de la misma, escrito por Alfonso de la Torre, a partir de una serie de conversaciones iniciadas con Martin Chirino en 2016, y que en este caso aborda esos primeros años en la trayectoria plástica del artista canario. Posteriormente se irán publicando otras 17 monografías, a cargo de críticos y especialistas en su obra, hasta completar todos los ciclos de una larga carrera plástica.

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