Tres libros de los Episodios Nacionales de Benito Pérez Galdós deshechos de tanto leerlos, una novela de Celia y una carta a su autora, Elena Fortún, objetos que representan la amistad que Carmen Laforet tenía con varios escritores, descansan desde ayer -centenario de su nacimiento- en una Caja de las Letras del Instituto Cervantes de Madrid.

«El legado es un homenaje a Galdós y a Elena Fortún y es un homenaje a la amistad, porque era el gran valor que mi madre siempre tuvo por encima de todo. Muchos escritores podrían haber entrado, pero estos dos la acompañaron desde la infancia», contó el hijo de la escritora, Agustín Cerezales, en un acto homenaje celebrado ayer en la sede del Instituto Cervantes, en el que se depositaron los objetos en la caja.

Sus hijos la recuerdan «muchísimas veces con estos libros en la mano, riendo, comentando, hablando de lo maravillosa que era la lectura de Pérez Galdós y de cuánto nos enseñaba», contó otra de sus hijas, Cristina Cerezales. Tres libros que «de tanto leerlos están deshechos», explicó.

Eligieron también a Elena Fortún, la creadora de la saga de Celia, a quien consideraba «su gran amiga», pese a que solo la vio un par de veces en persona y era mucho mayor que ella. Una amistad que se refleja en una carta depositada en el legado, en la que Laforet le habla a Fortún de cuando recorría las calles de Canarias pensando en ella. «Era significativo y bonito dejar ese legado de esas personas tan queridas por ella», apuntó Cristina Cerezales, en un acto al que asistió el director del Cervantes, Luis García Montero, y que inició las actividades que la institución prepara para homenajear a la autora de Nada.

«El Instituto Cervantes quiere aprovechar este centenario para recordar a aquella mujer que fue punto de referencia, que acabó defendiendo una mirada de mujer en la literatura y que se sintió amiga de los escritores porque la literatura era la construcción de un mundo que le ayudaba a convivir con la realidad», destacó.

Una amistad con los escritores que quedó patente en 2003, cuando se publicó Puedo contar contigo, un libro con la relación epistolar que mantuvo con el escritor Ramón J. Sender, en las que desvelaba su silencio literario y su necesidad de intimidad.

Se trata del primero de una serie de homenajes para este año Laforte ya que está prevista una exposición sobre otros objetos de la autora y la traducción de sus libros a idiomas como el ruso. Carmen Laforet nació en Barcelona en 1921, aunque de niña se trasladó a vivir a Gran Canaria. En 1939 regresó a su ciudad natal para estudiar Filosofía y Letras y tres años después se instaló en Madrid, donde escribió Nada -novela ganadora del primer Premio Nadal- y se convirtió en la revelación de la narrativa española de posguerra. Aunque no fue muy prolífica, Laforet publicó otras novelas -entre ellas La isla y los demonios y La mujer nueva- así como 7 novelas cortas, 22 cuentos, narraciones de viaje e innumerables artículos para periódicos y revistas. En el acto homenaje a la autora, que falleció en 2004, también estuvo presente la escritora Elvira Lindo, quien reivindicó a Laforet como una mujer de ahora, a quien no hay que «desempolvar» porque «vive en el presente».