Más de un millar de jóvenes grancanarios disfruta esta semana en el Teatro Cuyás de la obra Arizona, de la compañía Delirium, que forma parte además de la nueva programación del proyecto pedagógico del recinto del Cabildo, Teatrae, patrocinado por la Fundación Mapfre Guanarteme y que cumple diez años en este curso 2021/2022

Se trata de estudiantes de ESO, Bachillerato y Ciclos Formativos que, hasta este jueves, asisten a distintas interpretaciones de este espectáculo con texto de Juan Carlos Rubio y dirigido por Severiano García. Arizona estuvo nominada a los Premios Réplica 2019 y obtuvo la Mención de Honor del Premio Lope de Vega de Teatro 2016.  

La obra se basa en hechos reales ocurridos en abril de 2005, cuando un grupo de ciudadanos estadounidenses armados concibieron el Proyecto Minuteman para impedir el tránsito de migrantes por la frontera entre Estados Unidos y México. Según sus promotores, Arizona, que constituye un tragicómico retrato del alma de dos seres humanos perdidos en el desierto de la vida, no está tan lejos; está aquí, en Europa, en Melilla, en Canarias, en cada muro que se levanta para impedir que un ser humano acceda a una vida mejor. 

En los próximos meses se exhibirán, también en el marco de Teatrae, los montajes Petitdanza, de la Compañía de Danza de Natalia Medina; Adiós, Peter Pan (Premio Fetén 2019 al Mejor Espacio Escénico) y Tarasca, original espectáculo interdisciplinar con la música, la palabra y el movimiento ligados a la memoria colectiva de las gentes del campo y de la mar.  

Petitdanza es un montaje de danza contemporánea dirigido a todos los públicos, pero especialmente a los más pequeños (alumnado de Primaria y primer ciclo de ESO), porque “ellos están más cerca de la intensidad de los sueños y la más pura imaginación”, según sus responsables, la Compañía de Danza de Natalia Medina. La obra, que se exhibirá los próximos 18 y 19 de noviembre, incluye piezas dinámicas, cargadas de alegría y vitalidad. Se trata de “un juego de cinco bailarines, cinco cuerpos que se mueven al compás de preciosas melodías que nos llegan al corazón y nos trasladan a un estado de paz y bienestar”.  

 Además, el uso de determinados elementos escénicos hace que la atención nunca decaiga, creando un juego en el espacio. Todo esto hace de Petitdanza una pequeña joya coreográfica y musical que removerá los sentidos del público. 

 Asimismo, entre el 16 y el 18 de marzo será el turno de Adiós, Peter Pan, de Festuc Teatre. Tras haberlo suspendido al inicio de la pandemia, el Cuyás recupera este espectáculo para alumnos de Infantil y Primaria que habla de los vínculos entre los más pequeños y los mayores de la familia.  

Se trata de “un espectáculo de títeres de gran belleza visual, cargado de sensibilidad y diversión que busca la complicidad de pequeños y grandes” y en el que se cuenta la historia de María, una niña con mucha imaginación a la que le encantaban los cuentos de su abuelo, con el que pasa las tardes jugando a ser Peter Pan. Pero una noche, los niños perdidos se llevan a María hacia el País de Nunca Jamás. Y será entonces cuando las  aventuras serán de verdad: piratas, indios, hadas y todo el imaginario que inventó James Barrie pasará a formar parte de su realidad.

Definido por sus autores, la compañía Pieles, como “un concierto con latido, que se nutre de la tradición oral”, Tarasca, que llegará al Cuyás el 31 de marzo y el 1 de abril para alumnado de ESO, Bachillerato y Ciclos de FP, se inspira en la tierra y la sal, los cantos de trabajo y las leyendas, los romances y los proverbios. Como en anteriores espectáculos de la citada formación, con Tarasca, la sabiduría popular y sus ritmos conectan al espectador con distintos espacios (geográficos, culturales y emocionales) impregnados de lenguajes heterogéneos donde convergen diversas manifestaciones artísticas.