El cineasta grancanario Armando Ravelo realizará «una mirada de dentro hacia afuera» a la inmigración africana que llega a las costas de las Islas, en su próxima película, Érase una vez en Canarias, que se empezará a rodar a mediados de marzo de 2022. Ravelo presentó este nuevo trabajo ayer, en el Hotel Cordial Malteses, acompañado del presidente del Cabildo grancanario Antonio Morales, la directora general de patrimonio cultural del Gobierno de Canarias Lola Perera, y los actores Diarra Diouf, Yanely Hernández y Kike Pérez, además de representantes de las productoras de este trabajo Proyecto Bentejuí, Alegando! y Fireworks Producciones SL.
El cineasta subrayó que lo que convierte a este filme en original es que se realizará con una visión de la inmigración que partirá de las propias Islas en una historia trata de una joven senegalesa que sueña desde niña en ir a Canarias y encontrar a su padre, un pescador grancanario al que nunca conoció. Al embarcarse en un cayuco y llegar a las costas del Archipiélago inicia un viaje de búsqueda de sus orígenes que dará un giro a su vida. Para Ravelo en la película «la realidad de la migración africana y la historia de Canarias se entremezclan para hacer reflexionar y sorprender al espectador» y espera que el filme ser un «antídoto contra el odio, la xenofobia y el racismo» ya que quiere reflejar el amplio espectro de los motivos que llevan a emigrar y, al tiempo, presentar diferentes aspectos de la sociedad canaria.
Por este motivo, las escenas estarán rodadas en escenarios como la Cueva Pintada del municipio grancanario de Gáldar, las localidades de El Rosario y La Laguna, en Tenerife, y posiblemente la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, «Somos gente de fuera que se encontró y convivió», aseguró Ravelo, pero «me quita el sueño saber que dos mil personas han muerto en nuestras costas durante este año a las cuales hay que darles dignidad». El realizador subrayó, además, que el cine es la herramienta más fuerte para comunicar y recordó que la trayectoria del Proyecto Bentejuí ha versado siempre sobre episodios de la Historia de Canarias sobre todo en píldoras de 30 minutos como fueron Ansite, Mah o La cueva de las mujeres y, recientemente, con el largometraje La piel del volcán que obtuvo «una cifra de espectadores que no esperábamos y nos motivó a seguir haciendo cine en Canarias». Por ese motivo, «el paso lógico para mí era seguir contándonos a nosotros mismos como pueblo e intentar enfocarlo en algo que creo que nos está costando mirar con nitidez como es este problema». La actriz Diarra Diouf, de origen africano aunque establecida en España, y que encarna el papel principal de Nola, subrayó que para ella trabajar en esta película “supone un paso enorme en el cambio que llevamos luchando los actores afro que hay en España, que por fin podamos ser nosotros los protagonistas en la ficción de historias que nos suceden a nosotros, a nuestros familiares y que no sean protagonistas terceras personas».
Realidad opaca
Lola Perera destacó que la película nos aproxima a una realidad opaca y “nos facilita progresar como pueblo multicultural, solidario y amante de la vecindad”, Y Antonio Morales subrayó la importancia de apoyar esta película por ser “un antídoto necesario para luchar contra el odio, la xenofobia y el racismo”. Con un presupuesto de 750.000 euros, cuenta con el patrocinio del Cabildo de Gran Canaria, que participa con 150.000 euros; de la Dirección General de Patrimonio Cultural, con 100.000 euros, así como de la Presidencia del Gobierno, que destinará entre 200.000 y 250.000 euros, según ha indicado Perera, además de aportaciones de los municipios donde se rodará y de la Dirección General de Juventud regional.
Yanely Hernández, propietaria de la productora Fireworks, afirmó a continuación que está encantada con el papel de Pino, un personaje que representa a los más desfavorecidos de la sociedad y para el que se tiene que preparar «física y psicológicamente», y sobre todo con que Ravelo haya sido capaz de abordar un tema tan sensible «sin caer en el buenismo», augurando que «ayudará a despertar algunas conciencias», por lo que subrayó que han realizado un trabajo de preparación intenso para reflejar las dos partes del problema, tanto la que está a favor como la que está en contra.
Kike Pérez encarnará a otro personaje con que se encontrará Nola, un hombre de campo llamado Manuel «con la inteligencia que da la tierra», e insistió, como Ravelo en destacar el orgullo de participar en «una historia que se cuenta desde Canarias para el mundo», desde el punto de vista contrario al que suele realizar siempre.
