Hablemos de 'Y yo latiendo'. ¿Qué pretende transmitir con este nuevo tema?

Cuando hago una fiesta con familiares y amigos es muy normal que pase lo que se ve en el videoclip de la canción, que de repente uno agarre el cajón, el otro la guitarra y nos pongamos todos a cantar. Es una canción llena de fuerza y de energía que refleja las muchas ganas que tenemos todo de recuperar la normalidad y poder juntarnos tranquilamente sin mascarillas.

De hecho, los protagonistas del videoclip son sus amigos y familiares.

El rodaje fue muy divertido, nos reímos muchísimo. Es la realidad de cómo somos, tal cual. Además, al estar con mi familia, amigos y músicos ha sido muy fácil en el sentido de conexión entre nosotros, porque era real. También era muy divertido verles a ellos que no están acostumbrados a rodar, y ver cómo estaban nerviosos o sobreactuaban.

También la canción es una oda a la amistad. ¿Qué es lo que más valora de la amistad?

La lealtad y la libertad. Y me alegra que lo reconozcas así porque es totalmente eso.

¿Qué hace que el corazón le lata a mil por hora?

A mí la vida en general hace que el corazón me lata a mil, porque me parece fascinante, así como darte cuenta lo que está sucediendo en general. La adrenalina de la vida, del directo, me hace latir, porque la vida es el mejor escenario que existe.

En la canción dice: «La distancia nos dejó un papel por escribir». ¿Qué papel tiene pendiente por escribir?

Muchos. Si hablamos de canciones creo que la mejor está siempre por llegar, o al menos eso me gustaría pensar. Me queda mucho por vivir, por experimentar, por crecer y, sobre todo, mucho por lo que sorprenderme todavía.

También en 'Siete veces sí' encontramos el tema 'Salto mortal', en el que canta: «Entendemos de un golpe la vida». ¿Qué ha entendido de golpe de la vida?

Yo siempre he tenido una filosofía del aquí y el ahora, pero, precisamente a raíz de esta pandemia, ahora creo que, más que nunca, tenemos que valorar lo que realmente tenemos porque la vida pasa muy rápido. Tenemos que agradecer ya simplemente el punto geográfico en el que hemos nacido, y a partir de ahí nuestra libertades, horizontes y nuestros sueños. Es importante que seamos más empáticos y disfrutemos cuando estemos bien, porque a veces no somos conscientes de los pocos problemas que tenemos.

Hace casi 18 años que se mudó de Málaga a Madrid. ¿Qué le sedujo de la capital?

La vida. Madrid tiene un power y un ritmo vital que me enganchan: ocurren cosas y tú estás ahí, participando. Yo vivo entre Málaga y Madrid, y para mí es el equilibrio perfecto estar temporadas como verano o Navidades en mi tierra en Málaga, y tener luego mis ratitos en Madrid. No podría estar sin la una ni la otra, van las dos de la mano.

"La vida me fascina, es el mejor escenario que existe"

En un tuit reciente lamentaba el cierre de la tetería El Harén de Málaga. ¿Qué otro rincón de Málaga tiene un significado especial?

Los Baños del Carmen, no sé cuántas tardes habré pasado ahí. Es mi rincón favorito de Málaga. El cierre de El Harén me da mucha pena la verdad, porque yo arranqué ahí a cantar, con el ruido de la batidora de fondo. También me dio mucha lastima cuando cerró el Onda Pasadena que era otro de los lugares donde empecé. Creo que estamos perdiendo un poco de identidad.

Ahora que sale la reedición de su séptimo disco, ¿qué diferencias ve entre la Vanesa de 'Agua' y la Vanesa de ahora de 'Siete veces sí'?

Pues hay una evolución constante. Tengo las ideas más claras y hay un sonido mucho más definido porque tengo la suerte de tener un equipo de trabajo que me permite hacer música con total libertad. Una prueba es Y yo latiendo. Estoy encantada porque cuando juegas a hacer música con libertad, amor y todos los medios que me permite ahora mi carrera, y encima te sale bien, te lo gozas el doble.

"Los músicos tenemos que atrevernos más que nunca porque la industria está cambiando y nadie tiene la varita mágica"

De hecho, esta canción tiene ritmos nuevos, diferentes para su estilo musical.

Tanto Víctor Martínez [compositor] como yo, buscábamos divertirnos. Los dos somos muy impulsivos y un día charlando, nos sentamos, cogimos la guitarra y nos pusimos a mezclar ritmos brasileños con rumba, por mis raíces de Málaga, y no le dimos más vueltas. Yo creo que más que nunca tenemos que atrevernos a hacer cosas. La industria está cambiando y ahora mismo nadie tiene la varita mágica de nada, por lo que simplemente tienes que ser honesto y defender tu verdad con buena base.

Se confiesa usted una persona nostálgica. ¿Echa algo de menos?

A personas a las que quiero de mi familia que ya no están, como mi abuela, o ciertos momentos, la inocencia de cuando era niña y te vas descubriendo, o el nervio de las primeras relaciones.

¿Y la vida antes de la fama?

Realmente, como mi carrera ha sido tan progresiva, me ha dado tiempo a asimilarlo todo muy bien. Lo único es que ahora tengo mucho menos tiempo libre. Pero no echo de menos nada porque estoy viviendo lo que quiero vivir, y me considero una persona afortunada.