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Festival de Música de Canarias | 38 FIMC

Lang Lang, el mejor pianista del mundo, confiesa en Canarias que estuvo a punto de abandonar el piano tres veces

El pianista chino de fama internacional anima a los estudiantes de música locales a no tirar la toalla en una clase magistral previa a su actuación en el Alfredo Kraus con Bach y Schumann

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El pianista Lang Lang mantiene un encuentro con estudiantes de música en Gran Canaria

Hasta en tres ocasiones estuvo el considerado mejor pianista del mundo, el artista chino Lang Lang, a punto de abandonar el piano. El pianista de fama internacional realizó esta confesión este jueves, horas antes del concierto de Gran Canaria en el Alfredo Kraus, en una clase magistral que mantuvo con múltiples estudiantes de música en el Auditorio Alfredo Kraus. Lang Lang les habló de su dilatada y espectacular trayectoria, además de darles pautas y consejos sobre lo que significa dedicarse profesionalmente a la música. Así, les animó a no tirar la toalla. Asimismo, el artista se enfocó en destacar su evolución en torno a las ‘Variaciones de Goldberg’ de Bach.

Lang Lang, el pianista más influyente y aclamado en el mundo, actuó este jueves en el Festival Internacional de Música de Canarias, en el Auditorio Alfredo Kraus, donde interpretó las Variaciones Goldberg de Bach, pieza que Lang considera una de las obras maestras más grandes escritas para piano, el sueño de su vida, así como el Arabesco en Do Mayor de Schumann que, a su juicio, es la partitura perfecta para preceder a Bach por ser un autor que confesaba ser gran admirador del compositor del barroco. Por la tarde, horas antes del concierto, mantuvo un encuentro con estudiantes de música de diversas edades, con quienes habló sobre su dilatada y espectacular trayectoria, además de darles pautas y consejos sobre lo que significa dedicarse profesionalmente a la música.

"Según el pianista, «para triunfar se necesita mantener la llama, lo que nos lleva hacia adelante"

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Para poner en antecedentes sobre el autor, en su autobiografía, Un viaje de miles de kilómetros, desvela tres puntos de inflexión en su tránsito vital: un acontecimiento dramático, un cambio de rumbo y un exitoso debut. Desde un padre autoritario, que concentró en su único hijo toda su frustración por la Revolución Cultural y lo invitó a suicidarse con nueve años tras fracasar en su ingreso en el Conservatorio de Pekín, pasando por un profesor -el pianista Gary Graffman- que lo convenció, con 15 años, para cambiar su espíritu competitivo por una mentalidad más artística y hasta llegar a un director de orquesta -Christoph Eschenbach- que lo invitó a debutar, con 17 años, sustituyendo al pianista André Watts y compartiendo escenario con colegas de la talla de Leon Fleisher, Misha Dichter y Alicia de Larrocha.

"En algunas piezas se necesitan momentos de volcán y en otras que tu mente dirija"

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En este encuentro con los estudiantes de música canarios, el pianista resaltó que su noche en el Auditorio iba a ser muy especial, por interpretar las Variaciones Goldberg de Bach, sobre las que lleva trabajando 27 años. Sentía gran curiosidad por escuchar la acústica del Alfredo Kraus, un recinto grande. «Para Bach, en principio, es mejor emplear una sala más reducida para poder emitir los sonidos delicados e íntimos del compositor».

Lang Lang solo había conocido el Teatro Pérez Galdós, que visitó la última vez. Sobre esta partitura Goldberg también destacó que las ornamentaciones están creadas para clave y piano, pero «yo he querido modernizar la versión».

"Como intérprete siento la inspiración de los compositores como si se apoyaran en mi hombro"

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Luego comenzó el turno de preguntas. El primer estudiante le consultó si tuvo que sufrir una transición al jazz cuando tocó con músicos como Herbie Hancock. «Ellos tocan su propio estilo. No puedo hacer lo mismo, pero intento seguirlos. Aunque haya tenido la oportunidad de interpretar con grandes maestros, soy de clásica. Cuando estoy con ellos me intento adaptar y seguir su camino».

Otra joven música de trombón consultó a Lang su ritual para preparar el día previo a la actuación. «Hoy me levanté muy pronto y toqué con mi hijo. Suelo tomar fresas, plátano y galletas para endulzarme la vida antes de un concierto y dormir una siesta. A veces tengo estos encuentros con músicos». Nunca ha tocado este piano del Auditorio. «El problema para los intérpretes es no contar con nuestro propio instrumento por lo que me tengo que concentrar mucho en el nuevo piano y comprobar la acústica».

"Nunca dejaría la música clásica, pero escuchar algo de pop nos refresca de vez en cuando"

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El pianista lleva 27 años trabajando sobre las Variaciones Goldberg por lo que ha experimentado una evolución desde los inicios. «De niño vi unas grabaciones importantes. Pensaba que el compositor era muy equilibrado; sin embargo, descubrí que es un mago, especial, que hay que escuchar las voces internas. Fue un dios de la música y un gran ser humano». De adolescente Lang comenzó por aprender las armonías y las variaciones, las cadencias de la pieza y realizó un análisis profundo. No sentía que pudiera expresarse bien con el barroco, pero luego evolucionó. «Aparté esta pieza y me puse con Händel, Beethoven, Schubert y otras obras más sencillas de Bach». Luego retomó las Variaciones. Sin embargo, hubo una parte técnica que nunca abandonó. «Cogía pasajes junto a Chopin, que me servían de calentamiento técnico».

"Para el éxito hay que conectar con el instrumento y luego con el público; con técnica y práctica"

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En Salzburgo, hace unos años, cambió su visión de la obra porque conoció a un maestro que le dijo que «tocaba las Variaciones de Bach con una cortina, cuando es un autor muy emocional, nada cuadriculado con el que hay que emplear el corazón para transmitir un sonido especial». Intentó seguir ese estilo. «Pero me sentí muy asustado por lo que fui postergando la edad de tocar esta pieza. Sigo inseguro, aunque claro, ya la conozco mucho mejor», confesó.

Un maestro de barroco de Colonia, de clave, también le sirvió de inspiración. «Tardé tres años en aprender con las ornamentaciones italianas y francesas, además de la dificultad de las repeticiones en la obra. En los conciertos es difícil aplicar las emociones en unas partes y la tristeza en otras. No solo se mueven tus manos sino el cerebro en cada momento. Lo más difícil no son los pasajes rápidos, sino los más lentos y complejos». El primer recital con Goldberg le produjo un gran nerviosismo, pero ahora se siente más cómodo.

El artista de fama internacional, ayer durante el encuentro con los alumnos de música canarios. Juan Carlos Castro

Los estudiantes siguieron preguntando. Entre las cuestiones figuraba qué supone el éxito para Lang. «Comunicación. Hay que conectarse con el instrumento para luego llegar al público. Muchas veces he sentido pasión, pero no lo he sabido transmitir a los espectadores. Es importante llegarles, así como una buena técnica y mucha práctica. La técnica debe tener un fin, el de hacer música. Para lograr el éxito se necesita mantener la llama, lo que nos lleva hacia adelante».

Una joven pianista de manos pequeñas le consultó qué debía tocar porque, a veces, tenía que interpretar a Rachmaninov o Liszt. «Alicia de Larrocha era de manos menudas, pero poderosas. Sin embargo, recomiendo tocar repertorio romántico, a Chopin. Se debe ser selectiva con las piezas a elegir, en ese caso. Es importante que la emoción sobresalga sobre esas manos. El concierto para piano nº 3 no sería aconsejable». Lang destaca que no se cansa de su repertorio. «Nunca dejaría la música clásica, pero oír algo de pop nos refresca de vez en cuando».

Master class del pianista Lang Lang en el Auditorio Alfredo Kraus por el Festival de Música de Canarias

Master class del pianista Lang Lang en el Auditorio Alfredo Kraus por el Festival de Música de Canarias Juan Carlos Castro

El genio casi deja el piano dos veces en su vida. «Con nueve años el profesor me dijo que no tenía talento y me echó de sus clases. De adolescente, al no tener conciertos llegué en algún momento a perder la motivación porque no sabía cuándo sería un músico profesional, pero siempre hay que intentar un nuevo repertorio. También se debe acudir a concursos, audiciones o actuar privadamente para mantenerse en todo momento sobre el escenario donde aprendes la mitad de lo que sabes. Hay que ir a buscar las oportunidades, no esperar a que lleguen y ser positivo».

El artista ha alcanzado un equilibrio a nivel técnico y emocional. «Por ejemplo, en el caso de Beethoven hay gran precisión y la inteligencia debe colocarse por encima, mientras que con Liszt se debe dejar sobrepasar un poco a las emociones. En algunas piezas se necesitan momentos de volcán y en otras que tu mente dirija». Según Lang, el cerebro va en primera posición, los sentimientos en segunda y las manos en la tercera «para luego tener las agallas para controlar estos tres terrenos». Como para Barenboim, opina que el equilibrio se encuentra en el oído para la música.

Sala de Cámara del Alfredo Kraus con el intérprete chino dando consejos a los estudiantes locales. Juan Carlos Castro

¿Cómo expresar las emociones, pero mantenerse fiel a las del compositor? Según el músico creemos que conocemos a los autores. A los que viven se les puede llamar en ocasiones. En los anteriores, se pueden descifrar rasgos de su personalidad por su escritura o por sus cartas. «Como pianista siento la inspiración de los maestros como si se apoyaran en mi hombro». Lang concluyó su charla diciendo que «cada uno es diferente, no se debe tener miedo a ser tú mismo al interpretar. Por eso no se pierde el respeto a los autores».

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