Los músicos grancanarios Alba Gil Aceytuno y Fajardo unen su talento y poder de convocatoria como anfitriones del denominado Evento Antirrepresión, concebido como un encuentro musical en solidaridad con las personas sancionadas en la «contramanifestación» organizada el pasado diciembre de 2020, como reacción ante una convocatoria previa en protesta contra la llegada de inmigrantes a Canarias.
El encuentro tendrá lugar el próximo domingo 13 de febrero, a partir del mediodía, en el nuevo espacio El Taller, en el barrio de La Isleta, como acto de apoyo a las personas sancionadas por sus protestas contra el fascismo y el racismo. El encuentro incluye música en directo, bebida y comida y vegana, y venta de camisetas, toda vez que el acceso a El Taller, con limitación de aforo debido a la situación de la pandemia, es por taquilla inversa.
Xenofobia
El contexto de este encuentro se retrotrae a ese mes de diciembre de 2020, en pleno repunte de la pandemia -y la consiguiente caída del turismo-, pero también del auge de una oleada de racismo ante la llegada de miles de personas a las costas canarias.
En este escenario, se convocó una manifestación en la localidad grancanaria de Puerto Rico, difundida por el partido de ultraderecha Vox, «en defensa del turismo», bajo el hashtag #StopInvasionMigratoria, que contó con la presencia de Santiago Abascal.
El líder de la formación verde defendía el supuesto vínculo entre la baja ocupación hotelera de ese momento con la presencia de migrantes llegados en pateras, de lo que responsabilizaba al Gobierno de Canarias, y se manifestó a favor del desalojo de los inmigrantes de los hoteles, así como de «deportaciones inmediatas» ante «los tintes de invasión» de la crisis migratoria en las islas.
Frente a esta convocatoria, numerosos canarios y canarias convocaron por redes una «contramanifestación antifascista», tal como recuerdan los organizadores del Evento, donde cinco de sus impulsores, frente a un millar de manifestantes con símbolos y consignas franquistas, fueron apartados por la Guardia Civil e identificados bajo insultos y abucheos de los asistentes. «Sin dejar de estar custodiadas contra un muro por la Guardia, hicimos la cacerolada que habíamos ido a hacer, mientras la tensión iba en aumento. Finalmente, abandonamos el lugar con sensación de impotencia y rabia», relatan.
Siete meses más tarde, cada uno de los cinco participantes recibió una sanción de 601 euros, con la acusación de «increpar a los manifestantes con gritos de fachas, xenófobos y realizando cortes de mangas», lo cual aciende, en conjunto, a más de 3000 euros en sanciones. «Recurrimos tres veces las sanciones con la ayuda de una abogada, resultando todas denegadas», añaden los afectados.
Así, el Evento Antirrepresión nace como una campaña solidaria para asumir de forma colectiva el elevado coste de las multas, «así como para denunciar la criminalización de la protesta antifascista y antirracista, apoyada en la ley mordaza y la represión policial», denuncian.