La Provincia - Diario de Las Palmas

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Silencio entre palabras

Ana Blandiana (Timisoara, 1942) es la poeta rumana más internacional

y una figura fundamental del activismo social por la memoria

Ana Blandiana y Romulus Rusan.

En el pueblo de Săpânța, al norte de Transilvania, se encuentra un cementerio que esquiva el fetichismo con el que el imaginario europeo ha traducido la región. Denominado El cementerio alegre, Cimitirul Vesel, tiene como singularidad el contenido de las lápidas, creadas por el poeta y pintor Stan Ioan Pătraş. Talladas en madera con forma de cruz ortodoxa, cada una aloja un pequeño dibujo y un texto relacionado con el día a día del desaparecido, e incluso con el tipo de muerte recibida. Pătraş plasma así las anécdotas de la persona fallecida, revela excesos y desvaríos, estableciendo una suerte de justicia popular en la que el muerto quedará eternamente señalado como borracho, pendenciera o sátrapa.

El cementerio alegre refleja una ruralidad que tiene su eco literario en el teatro del absurdo de Ionesco, donde el delirio de lo real, la supervivencia y el humor sobreviven a los sucesos dramáticos que la reciente historia ha tenido reservado al país. Una escenografía costumbrista dota de narrativa a la muerte, a la vez que desvela el carácter rumano, cuya existencia mezcla sacrificio, sufrimiento y celebración, a partes iguales.

A escasos 20 kilómetros de distancia, en Sighetu Marmației, se ubica un escenario que dialoga con la muerte de forma radicalmente distinta. El Memorial a las Víctimas del Comunismo, y a la Resistencia Memorialul Victimelor Comunismului şi al Rezistenţei da testimonio de las torturas y sufrimientos causados por el régimen comunista rumano. El museo busca resistir al olvido, y reivindicación. Lugar de obligada visita en el norte del país, cada una de sus celdas, convertidas en salas, atraviesa las costuras de quienes sufrieron el ser y el estar de aquella etapa dominada por la Securitate, en la que la muerte se convertiría, en muchos casos, en la única salida.

El Memorial fue creado en 1997 por Ana Blandiana y Romulus Rusan, dos intelectuales que encarnan la memoria latente de un periodo traumático. Ambos, pareja en la vida real, sufrieron el desprecio del régimen debido a su actividad literaria e investigadora, a través de la censura, lo que conllevó una resistencia que derivaría en la creación de la plataforma Acción Cívica en los años 90: el germen sobre el que se cimenta la creación del Memorial, y sostiene también una hoja de ruta de lo que significa concluir una etapa de represión sin dejar de reivindicar la justicia.

En el caso de Ana Blandiana, su figura tiene otro significado que trasciende el activismo social. Es considerada una de las poetas más importante de la generación de los sesenta, junto a autores de la talla de Nichita Stanescu o Marin Sorescu. Asimismo, es una figura consagrada en el panorama internacional actual, junto a Mircea Cartarescu, y no es exagerado situarla en la senda literaria que trazan Svetlana Alexiévich, Dubravka Ugrešić, o Herta Müller, acompañada también por la atmósfera lírica de Szymborska y la resistencia de Anna Ajmátova. Blandiana representa aquella Europa del este que sigue exportando tenacidad, cuestionamiento y compromiso.

Ana Blandiana. | | LA PROVINCIA/DLP

El activismo por la memoria contrasta con una obra poética donde la levedad del gesto, el contorno del silencio y el no decir diciendo se identifican con una suerte de proclama estética. Afrontar la poesía desde la sugestión: «La poesía no tiene que brillar, tiene que iluminar».

No interesa lo que se dice o cómo se dice sino lo que se consigue sugerir a través de lo que se dice. La elocuencia de la poesía no se mide tanto por las palabras cuanto con el silencio que hay entre ellas. Lo ideal es expresar poco y sugerir mucho.

Poesía a contracorriente

Otilia Valeria Coman (nombre que cambiará por Ana Blandiana, para no heredar la persecución de la que era víctima su padre, opositor del régimen comunista) publica a los 16 años su primer poema en una revista, pero al poco sería denunciada y se prohibiría que «la hija de un enemigo del pueblo» volviera a publicar en Rumanía (se le negaría también el derecho a estudiar en la universidad). No obstante, aunque la prohibición será revocada, la poeta volverá a experimentar la censura y el rechazo en dos ocasiones. La última en 1984, cuando cuatro poemas publicados en la revista Amfieatru diagnostican a una generación que fraguaba, al ralentí, la revolución de 1989. Uno de estos textoS demuestra la certeza, y la calidad literaria, en el compromiso de Blandiana:

Yo creo que somos un pueblo vegetal.

¿De dónde, si no, la calma

Con que aguardamos a las hojas caedizas?

¿De dónde, si no, la valentía

De dejarnos resbalar por el tobogán del sueño

Hasta cerca de la muerte,

Con la seguridad

De que podremos volver

A nacer de nuevo?

¿Es que alguien ha visto alguna vez un árbol sublevándose?

Su primer libro, Primera persona del plural, apareció publicado en 1964, a él le han seguido otros dieciséis más. Una obra extensa que en los últimos años ha incrementado su presencia en las librerías de nuestro país, tras la apuesta definitiva realizada por dos editoriales con una difusión de largo recorrido. Sin embargo, su primera publicación aparece en 2007 con motivo del Festival Cosmopoética y la antología Cosecha de ángeles. Desde entonces en España han sido editados en Pre-textos: Mi patria A4 (2014), El sol de más allá y el reflujo de los sentidos (2016) y Octubre, noviembre, diciembre (2017), y recientemente en Visor, en 2021: Variaciones sobre un tema dado, y Primera persona del plural / El talón vulnerable. Galaxia Gutenberg se ha sumado a la visibilización de su obra, y recopila en Un arcángel manchado de hollín, también editado en 2021, tres de sus poemarios fundamentales: Estrella predadora (1985), La arquitectura de las olas (1990) y El reloj sin horas (2016), junto a los poemas aparecidos en la revista Amfiteatru, y diferentes reflexiones sobre la poesía, pertenecientes al ensayo La poesía entre el silencio y el pecado (2006), que también apareció publicado como anexo a Mi patria A4. Hay que puntualizar que en la mayor parte de las traducciones, salvo en Cosecha de ángeles, ha participado Viorica Patea y Natalia Carbajosa.

Parte de su obra narrativa está editada en España, en este caso por la editorial Periférica: Proyectos de pasado (2008) y Las cuatro estaciones (2011), donde combina el tono confesional de un diario realista con las incursiones de una imaginación visionaria. En sus textos se sirve a menudo de lo fantástico para denunciar la situación dramática del país.

Candidata permanente al premio Nobel, y traducida a más de veinte idiomas, la intensidad de la voz poética de Ana Blandiana tiene como principal marca lírica el elemento meditativo, una diluida reflexión que no atrae el elemento filosófico, sino que nos sumerge en la sutileza de un pensamiento dinámico que se mueve en los límites de la ensoñación y la realidad.

El misterio nunca es turbio, empieza siempre más allá, no más acá de la claridad. No es la oscuridad lo misterioso, sino el rayo de luz que la resalta. El misterio es poético y se encuentra por encima, no por debajo, de la capacidad de comprensión. La poesía extraña, difícil, no es aquella que no se entiende en absoluto, sino aquella que no se puede entender del todo.

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