Corrieron ríos de tinta como la sangre y la memoria de Dolores Campos-Herrero para rendir homenaje este lunes a la protagonista del Día de las Letras Canarias 2022, y a la literatura impregnada de la cotidianidad y la viveza de su espíritu. El hilo del día enhebró numerosas actividades dedicadas a la difusión de su inmenso legado, que culminó con el gran acto institucional que congregó a sus familiares, con las intervenciones de sus hermanas Marisol y Chus Campos-Herrero; amistades y autoridades públicas, como Ángel Víctor Torres, presidente del Gobierno de Canarias, y Juan Márquez, viceconsejero de Cultura, en el Teatro Guiniguada.
El nombre de Dolores Campos-Herrero se incorpora a una nómina de reconocimientos literarios fundada en 2006 y que, a excepción de Mercedes Pinto y Rosa Mª Alonso en 2009 y 2010, respectivamente, marcaba un canon desigual en el panorama letrístico isleño hasta, que, en los últimos cuatro años, ha comenzado a equilibrarse por fin con la adhesión de escritoras referentes como Pino Ojeda, Josefina de la Torre y Natalia Sosa Ayala.
«Ha vuelto a llover y la ventana se me ha llenado de suspiros», declamó la actriz Lili Quintana en su primera lectura de los textos de Campos-Herrero, extraído de la obra Otros domingos (2003). Bajo el título Todas las Lolas que conocí en Dolores, sus palabras en el aire se entrelazaron con los acordes del músico y compositor Yul Ballesteros, y se acompasaron con los pasos de la baile de la artista Cristina Pérez.
Y hubo más y más palabras: desde las intervenciones de sus hermanas a las de los escritores y, sin embargo, amigos de la homenajeada proyectadas en pantalla grande, como sus compañeros Alexis Ravelo o Santiago Gil. También las autoridades dedicaron unas palabras a la «mujer hecha de tinta», como la bautizara el poeta Ángel Sánchez, que recordaron que la periodista y escritora se definió por su constante devenir entre los círculos artísticos de las Islas y la rutina de una sociedad en constante transformación. Esta dualidad también marcó la agenda del día anterior con una serie de eventos en los que se transmitió a la ciudadanía el valor de la obra de la autora tinerfeña y cuya grabación está disponible en los canales de YouTube y Facebook de Apúntate a la Cultura de la Viceconsejería de Cultura.
Lo bello y banal
Dentro de los palos que tocaba Dolores Campos-Herrero en su escritura, había rasgos comunes como la ironía, la cotidianidad o la relectura de significados. Estas reflexiones las compartieron la filóloga Blanca Hernández, la escritora Yurena González y la poeta y periodista Aida González Rossi durante la mañana de este lunes en la Biblioteca Municipal que lleva su nombre delante del alumnado del IES Pérez Galdós, un paso más para la implementación real de las autoras en los currículums educativos.
Unos sillones coloridos para hablar de literatura. Esa es una estampa acorde con la personalidad de la artista, quien, en palabras de las ponentes, «era una minuciosa observadora de la realidad». La vena periodística se entrevió en cómo «hacía uso de la banalización y le daba un lugar con el que conseguía crear un universo propio», destacaba Aida González. Para ello, se armaba de fino humor con el fin de desembarazarse de la solemnidad del canon y ofrecer un discurso que se alejara de la infantilización que rodea a ese tratamiento. «Profundiza en la cuestión crítica y dota de un armazón literario que ayuda a endulzar la forma de esta realidad cruda que vivimos y denuncia en sus textos», coincidieron.
Esta perspectiva feminista iba más allá. En la búsqueda de la identidad, en la renuncia al amor y al desamor románticos, el redescubrimiento de lo que implica la belleza y la soledad o el retrato de los detalles como un gesto universal. «Dolores es pensar desde la identidad», tan diversa que decidió tratar con respeto a cada uno de sus personajes, fuera cuales fueran sus orígenes. «La literatura de Dolores es un árbol en el que un texto de dos líneas puede ser una novela», recalcó Hernández. Por ello, las raíces se extienden y conectan con otras firmas, entre ellas, las de Virginia Woolf y su señora Dalloway o en unas recientes Laura Fernández y Tina Suárez.
Sin posibilidad de alcanzar el devenir, la autora contempló minuciosamente la evolución y eclosión de lo digital antes de que alcanzara su punto más álgido. Hábil en leer las costuras de los cambios, elaboró su blog y analizó la relación entre los individuos y las pantallas digitales. «La ficción le sirvió para analizar nuestra relación con la tecnología y, sobre todo, el abuso de ellas, veía las amenazas del peligro que podrían derivar en la soledad, el individualismo o la deshumanización», comentó Yurena González.
O, por el contrario, la unión de distintas personas que desean cambiar la realidad que viven, como hacía Campos-Herrero, «con ella, sabemos que el material de la escritura está en nosotros, cualquiera puede crear su universo literario interior».
Sus palabras a tres voces
Los poemas y breverías de Dolores Campos-Herrero cobraron vida propia en las voces de los poetas Elsa López, Pablo Sergio Alemán y Aida González Rossi en un recital en homenaje a la protagonista del Día de las Letras Canarias 2022, este lunes por la tarde, en la Casa de Colón. «Cuando una lee en voz alta y en comunión no lee igual que cuando lee sola en casa, porque cambia todo. Y esa es una de las fascinaciones de la literatura», manifestó una emocionada Elsa López, una de las mejores declamadoras de Canarias, que intercaló distintos recuerdos y guiños a los rasgos singulares de Campos-Herrero, como la pasión de ambas por las historias de brujerías. «Ella era un poco brujita», sonrío. | N. N.
