La residencia de la sabiduría

Un anciano llamado Eugenio un poco Diógenes y gruñón, que pasa mucho tiempo en la calle, es conducido por los servicios sociales a una residencia para que los últimos años de su vida acompañado y cuidado. Aunque el personaje insista en que puede vivir solo, en el fondo sí necesita esa ayuda pero su adaptación a esta nueva vida y a su nuevos compañeros empieza siendo tortuosa. «Viejos fue un proyecto que empezó entre varios compañeros de viaje», señala el actor Albano Matos., refiriéndose a la época en la que estudiaba en la Resad. «Fue un trabajo de creación colectiva que presentamos para un festival en Madrid y que he rescatado tres años después y ampliado», añade. La obra tiene la particularidad de que está realizada como un teatro gestual donde los actores llevan puestas máscaras para potenciar el movimiento del cuerpo, y que son una creación de la caracterizadora Conny ArtStudio. Además , el actor, coreógrafo, profesor de la Resad y uno de los creadores de la obra, Adán Coronado, colaboró en esta producción ofreciendo al elenco un taller de expresión corporal y teatro gestual durante una semana para encontrar la fisicidad y el cuerpo de cada personajes.

La compañía ha optado por este género porque «hicimos un estudio de campo de lo que se está moviendo en Canarias y vimos que es un teatro que también funciona». Matos añade que al no poder gesticular con la cara, la compañía optó por una modernización de las máscaras de La Comedia del Arte. «Hemos rescatado su esencia y la hemos extrapolado a unos personajes viejos que a su vez tienen guiños a los protagonistas de las obras de Moliere como El avaro, El tartufo, El misántropo, Las preciosas ridículas o El enfermo imaginario, inspirándose en sus estereotipos». Un planteamiento que hace que los intérpretes «tengamos un trabajo más de expresión corporal, de coro, de la expresión desde el cuerpo». 

Dirigida por Miguel Ángel Maciel, en la obra intervienen los actores Alicia Ramos, Abián de la Cruz, Jennifer Artiles, Sofía García, Saulo Trujillo y el propio Albano Matos. «Desde el punto de vista escenográfico hemos jugado con el minimalismo», asegura el actor. «Es un hemiciclo en forma de ciclograma en el que se van a proyectar imágenes diseñadas por Jorge Ricarte, de El Lobo Feroz, y el atrezzo lo forman tan solo un silla de rueda, un andador y bastones; es muy sencilla, porque lo que importa que se transmita sea la máscara y esa expresión corporal». La compañía Amartes Escénicas lleva funcionando como productora tres años y medio con cinco espectáculos hasta el momento. «Hemos ido creciendo. Este año nos han nominado a Mejor espectáculo familiar en los Réplica de 2022, y la semana pasado nos dieron el premio Arcoiris por Comiéndote a besos que trataba sobre los estigmas del VIH», ya que siempre se han centrado en realizar «un teatro bastante comprometido con colectivos sociales más vulnerables». Hay que destacar la presencia en la obra de Sofía García interpretando la música original en directo. La compañía ha realizado los ensayos en La Fábrica de Pienso, un espacio artístico de coworking dónde tiene su sede. Un necesario homenaje a un colectivo sabio y muy importante dentro de nuestra sociedad.