El músico, compositor, arreglista y productor colombiano Juancho Valencia está considerado como uno de los creadores independientes más influyentes del país que hace unos días inició un nuevo ciclo político con el histórico triunfo del izquierdista Gustavo Petro. El domingo, día 26 (12.00 horas), con su banda Puerto Candelaria, ofrece un concierto en el Auditorio José Antonio Ramos del Parque Doramas en el marco del programa Música en el parque que impulsa en ayuntamiento de la capital grancanaria.

Originarios de la ciudad de Medellín, Puerto Candelaria, opera desde hace dos décadas ofreciendo al público en sus directos su inclasificable neotropicalismo inspirado en los ritmos más populares y diversos de América Latina como la cumbia o el mambo. A su grupo lo define «como el macondo de los sonidos donde todas las combinaciones sonoras son posibles». Valencia, El Sargento, como se le conoce popularmente, ha obtenido dos Grammy Latinos y ha sido nominado en cinco ocasiones a estos galardones.

Diversidad musical

La banda, que ha revolucionado la escena de la música colombiana independiente, desarrolla –como explica Valencia- «tres premisas que siempre están presentes en nuestra música y en todos los proyectos que hemos acometido durante nuestra trayectoria: la combinación de la rica diversidad de músicas y ritmos de nuestro país, buscar el impacto positivo que entendemos debe tener en una sociedad a la deriva como es la colombiana y plantear una reflexión medioambiental».

«Cada década llega con nuevos retos, pero siempre con esa energía positiva que nos ayuda»

Con su discográfica, Merlín Producciones (el primer estudio colombiano de grabación que funciona exclusivamente con energía solar), también produce programas educativos de formación en diferentes provincias del país y otros lugares de Latinoamérica, «en los que ayudamos a los músicos a afrontar los retos y nuevos desafíos que plantean los escenarios de monocultivo musical a los que se enfrentan, tanto ellos como la industria musical que se produce en los países de rica diversidad cultural», explicó. «Desde Puerto Candelaria seguimos ofreciendo una nueva propuesta como creadores que sorprende y que suma a la construcción de lo que hoy Colombia significa a nivel musical. Ha sido un trayecto duro por carreteras secundarias, nunca por autopistas de cuatro carriles. Cada década llega con nuevos retos, pero siempre con esa energía positiva que es la que nos ayuda a cruzar todos los obstáculos que cada vez son más hostiles para los que hacemos música alternativa con talento sin abrazarnos a las tendencias», añadió.

Salpicón musical

«Nuestra labor es transformar el imaginario de nuestra sociedad por medio del arte, trabajar con artistas con conciencia social, ambiental, y que no están interesados en tener o mostrar el carro más lujoso o una imagen especulativa totalmente peligrosa para nuestra frágil sociedad», dijo el músico en cuyo ADN confluyen naturalmente el vallenato, la cumbia, la música clásica, el jazz, el bambuco o el tango, y por cuya genética fluye la inspiración de artistas como Lucho Bermúdez, Celia Cruz, Astor Piazzola, Wynton Marsalis, Gonzalo Rubalcaba, Charlie Parker, Chick Corea, Residente o Calle 13, con algunos de los que ha colaborado.