La Orquesta Comunitaria de Gran Canaria se inspira en la filosofía de Carl Sagan y en la imagen que transmitió la sonda Voyager en 1990 para su concierto benéfico Un punto azul que tendrá lugar el próximo 3 de julio, a las 12.00 horas, en el Auditorio Alfredo Kraus.

Los beneficios del evento irán destinada a Acnur, Emergencia en Ucrania, e incluye el estreno exclusivo de la obra de Octavio Suárez Mira ese punto, eso es aquí inspirado en la invasión rusa a Ucrania. «Mira ese punto. Eso es aquí» fueron las palabras del astrónomo y divulgador Carl Sagan ante la imagen captada por la sonda Voyager en 1990 que mostraba la Tierra como un punto de luz casi imperceptible suspendido en un rayo del Sol, a 6.000 millones de kilómetros de distancia.

La Orquesta Comunitaria, que celebra su primer aniversario, está formada actualmente por 70 músicos y 80 cantantes en activos y durante el concierto contará con un conductor-narrador del evento. El director, David Crespo, explicó que el programa tiene una doble vertiente. «Una más introspectiva y otra llena de vitalidad y alegría», que comienza con una breve pieza para clarinete solo, de Igor Stravinsky, sigue con Arvo Pärt y su Cantus in memoriam Benjamin Britten que «nos recuerda que todos venimos del silencio y volvemos al silencio» y que sirve de preámbulo de Mira ese punto. Eso es aquí, obra de estreno del compositor grancanario Octavio Suárez. Crespo hizo estas declaraciones en un encuentro al que también asistieron el propio Octavio Suárez; el director general de la Fundación Auditorio y Teatro, Tilman Kuttenkeuler, y la consejera de Cultura del Cabildo de Gran Canaria, Guacimara Medina. Suárez señaló que su obra pretende reflejar «la autodestrucción del ser humano». Fue compuesta durante la invasión de Rusia a Ucrania y el primer movimiento transmite ese empeño bélico a la vez «que se contrapone un canto a la paz», el segundo plasma «el lamento y arrepentimiento del ser humano» mientras que el tercero «muestra la esperanza de que la humanidad consiga una convivencia plena». El programa se completa con Lauriers, de Camille Saint-Saëns, que, según Crespo, es «un despliegue de triunfalismo, una obra escrita para celebrar la victoria aliada en la Primera Guerra Mundial». El cierre del concierto será repleto de ritmo y color, con obras de los compositores latinoamericanos Óscar Lorenzo Fernández y José Pablo Moncayo a ritmos de batuque y huapango.