La Policía Local de San Miguel de Abona procedía alrededor de las 14:30 horas de este viernes 29 de julio al precinto de la instalación montada en Amarilla Golf para celebrar este sábado día 30 el Reggaeton Beach Festival Tenerife. Lo hizo con el apoyo de la Guardia Civil para evitar cualquier problema de orden público. 

Los agentes no cerraron los accesos para que se pueda proceder a la retirada de todo el material de la instalación, prácticamente ya ultimada para el concierto. Advirtieron a representantes de la empresa organizadora que el quebrantamiento del precinto, una figura penal, si continúa la preparación del festival y tratan de celebrarlo. Eso conllevaría la apertura de diligencias judiciales por “quebrantamiento de precinto administrativo realizado por autoridad competente”.   

El Ayuntamiento de San Miguel de Abona, según fuentes del Consistorio, “ha hecho todos los esfuerzos posibles por tratar de sacar adelante la celebración del festival”. Por u lado “al admitir documentación fuera de plazo en el primer expediente” y luego “al permitir que entregaran hoy de madrugada más papales que se han valorado de manera exprés para tratar de verificar algo nuevo que permitiera cumplir la ley pero no ha cambiad nada respecto al primer expediente”. En el momento de redactar esta información los técnicos municipales preparaban un nuevo decreto, pero todos los informes sectoriales de las distintas áreas del Ayuntamiento de San Miguel de fueron y son negativos. No hubo cambio alguno en este sentido  

El Consistorio sureño mantiene la negativa a autorizar el concierto por la falta de garantías de seguridad, según los informes técnicos. Los organizadores intentaron revertir la decisión fundamentada en un decreto del pasad martes del alcalde, Arturo González, con la entrega de documentación durante toda la mañana pero la negativa a dar el permiso se mantiene. Esto equivale en la práctica a la suspensión del espectáculo previsto en un recinto con capacidad para 20.000 localidades y con casi todas las entradas vendidas.   

El decreto fundamenta en detalle y durante 31 páginas la decisión. Se basa en la falta de documentación por parte de los organizadores y en informes técnicos desfavorables desde los ámbitos urbanísticos y de seguridad.

La empresa RBF, promotora del festival, intentó subsanar estas deficiencias a última hora con numerosa documentación y los técnicos municipales la analizaron casi papel a papel, pero eran muchas y complicadas de resolver. Entre ellas la falta de certificados sectoriales como el preceptivo de servidumbre del corredor aéreo que debe remitir la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) encargada de este ámbito en la aviación civil .

Las conclusiones del primer documento que probablemente sean confirmadas ahora textualmente que se determina “denegar la solicitud de instalación y autorización previa para la celebración del espectáculo público musical denominado “Reggaeton Beach Festival Tenerife” para el día 30 de julio de 2022 en el nuevo campo de prácticas de Amarilla Golf”.

En segundo lugar se procede a “advertir a la entidad promotora que el desarrollo de una actividad o la apertura de un establecimiento de los sujetos a esta ley, sin la previa licencia correspondiente o sin haber cursado la comunicación previa, o declaración responsable cuando fueren exigibles, se considera infracción muy grave, pudiendo ser sancionado, entre otras, con multa entre 15.001 a 30.000 euros, de acuerdo la Ley 7/2011, de 5 de abril, de actividades clasificadas y espectáculos públicos y otras medidas administrativas complementarias”. 

La resolución se notifica a la entidad RBF Canarias SL “apercibiéndole que en el caso de instalación del espectáculo público, se procederá a la ejecución forzosa mediante ejecución subsidiaria, al precinto del recinto a través de la Policía Local de San Miguel de Abona”. Esto ya es una realidad igual que la cancelación del festival.