La Provincia - Diario de Las Palmas

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El rico negocio tras los conciertos

Los festivales se convierten en un oasis para los amantes de la moda, la gastronomía y los deportes, que completan la oferta musical en la época estival

Una imagen de la zona de comidas de Phe Festival, en Puerto de la Cruz.

No solo de música viven los festivales. Los promotores buscan una experiencia completa para su público, con comida, moda y divertimento más allá de los artistas que se suben al escenario. Es por eso que cada vez más empresas se benefician del negocio de los festivales y, sobre todo, en verano, cuando el buen tiempo permite sacar al exterior prácticamente cualquier actividad. Así, ya no solo se acude a un concierto para disfrutar de la mejor música, sino también para tomar una buena cena, para comprar la camiseta que más se lleva o para practicar deportes a los que de otra forma jamás se accedería.

Seguridad en la pulsera.

La pandemia no solo ocasionó un parón sin precedentes en la industria cultural sino que además ha provocado una ola de cambios en el sector. Tickety.es es una de las empresas que han tenido que adaptarse a las nuevas circunstancias incorporando tecnología para el control del aforo y el acceso y la introducción de pulseras para el pago sin dinero. El SEO de la tiquetera, Ivan T. Hall, explica que estas opciones no solo generan ventajas para los promotores de los festivales, que pueden recoger datos de su público, sino que además evita los robos y otorga seguridad en las transacciones. A pesar de que es una tecnología que surgió antes de la pandemia, ha sido con la nueva normalidad cuando se ha demostrado que es totalmente necesaria ya que genera actividades «más limpias y rápidas», explica el empresario canario quien añade que la actividad en el sector de los festivales se ha recuperado totalmente y, de hecho, «existe un embudo festivalero que ha sobrepasado todas las expectativas de recuperación del sector» y que, por supuesto, genera una mayor cantidad de trabajo para empresas como Tickety.es.

Para reponer fuerzas.

Los puestos de comida se han convertido en un espacio indispensable en los festivales. Beber sin que eso esté acompañado de un buen plato de comida es impensable para el público, que cada vez demanda una oferta gastronómica más cuidada. Por eso la variedad de propuestas se ha convertido en una constante. Patricia Santana de la Cova tiene desde el año 2016 la foodtruck de gofres, waffles y crepes Bubblewaffles y con ella surte de comida tanto a eventos de Gran Canaria, donde ella reside, como de otras islas. Proviene de una familia de feriantes y afirma que adquirió este camión de comida porque quería continuar con la tradición de sus padres. Así, no existe ningún restaurante o negocio estable detrás de esta iniciativa. La joven afirma que poder acudir a los festivales de música con su foodtruck «es estupendo porque eso nos genera más oportunidades de trabajo». De hecho, añade que normalmente acude a las citas con un compañero más pero no es de extrañar que la gran afluencia de gente haga necesario reforzar su equipo. Además de este camión de comidas, De la Cova cuenta con dos puestos de bebidas y afirma que en ambos casos se ha recuperado el sector totalmente tras la pandemia ya que ahora hay incluso más citas que antes de la crisis.

La propuesta gastronómica de Andrés Leoni redunda en la cultura ya que todos los beneficios del carrito temático Chimichurri, el hogar de los bocadillos populares argentinos, van a parar a la Asociación Mundo de Artes Arico Viejo que lleva a cabo propuestas escénicas. «Para nosotros supone una gran felicidad poder trabajar en el ambiente de los festivales porque la energía es muy diferente a la que se puede tener en un puesto común o un restaurante», reflexiona Leoni quien reclama que los espacios para esta propuestas gastronómicas se amplíen Tenerife, donde se podría seguir el ejemplo de islas como Gran Canaria, que tienen regulados los espacios y las rutas para los foodtrucks.

Aunque trabajan con este carrito de bocadillos durante todo el año, Andrés Leoni reconoce que es en verano cuando más citas tienen marcadas en la agenda y acuden a todas las islas que pueden. «Tenemos overbooking porque parece que todo el mundo está ávido por salir a conciertos, hay una necesidad de cultura y de actividades al aire libre que nosotros celebramos porque, además, cualquier cita se llena de gente», celebra el también músico quien recuerda que con todo el dinero recaudado podrán ahora poner en marcha clases de música en la sede de la asociación.

En torno a los encuentros musicales del verano orbitan numerosas pequeñas y medianas empresas canarias que ven en este sector un nicho de mercado

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Guapos y guapas.

Los festivales tienen su propio ritual en lo que compete a la moda y la apariencia. Pensar a la perfección qué look festivalero es el más adecuado para cada cita se ha convertido en una parte más de la experiencia. Ya no hace falta ir a Coachella, el público canario también se ha acostumbrado a los maquillajes con purpurina. Los eventos se han puesto manos a la obra e incluyen en su cada vez más variada oferta complementaria temas relacionadas con el maquillaje y los complementos.

Carolina Gazquez es la responsable en Gran Canaria de la empresa Trucco Azafatas. A su cargo estuvo, por ejemplo, el servicio de maquillaje ofrecido los pasados 8 y 9 de julio en el Gran Canaria Live Fest. Esta joven chicharrera explica que los servicios se realizan en función de los deseos de cada cliente. «Realmente somos una agencia de azafatas pero ajustamos nuestro servicio a la naturaleza de cada situación. También estuvimos en el GranCa haciendo promoción de unos productos de limpieza». Sobre la experiencia de maquillar al público al más puro estilo festivalero, Gazquez aún se asombra al recordar el éxito que tuvo. «La cola más grande de todo el festival fue la nuestra. Yo alucinaba porque hubo gente que pasó hasta tres horas esperando», asegura. «El último día, yo me dedicaba a ir por la cola maquillando a los niños y niñas para que no esperaran. Fue muy divertido y todo el mundo se quedó encantado».

Para pequeñas y medianas empresas como la de Gazquez, el regreso de los encuentros musicales veraniegos es sin duda una buena noticia. Máxime después de dos años de pandemia. «La verdad es que ha sido un parón tan bestia que volver a caminar es una alegría», celebra. Su próxima cita será este mismo fin de semana en el Festival Soul Maspalomas.

Público aventurero.

No hay festival sin actividad deportiva. Esta es otra de las máximas de los programadores. Daniel Yanes está al frente de Abora Producciones, que fue la encargada de instalar la tirolina que durante dos días estuvo lanzando espectadores de un lado al otro del Estadio de Gran Canaria en el GranCa Live Fest. «La idea era desarrollar un festival familiar», rememora. Tras barajar varias opciones, Yanes puso sobre la mesa una idea que había visto en Las Vegas: una tirolina. Más de mil personas pasaron por ella, aunque la oferta de ocio se completó sobre el césped con castillos hinchables y una zona virtual con photocall. Abora Producciones lleva a cabo proyectos de este tipo por todo el Archipiélago y también viaja al resto del territorio nacional y al extranjero. Están especializados en el diseño de infraestructura de ocio. En la Fiesta Tropical Alcaravaneras, celebrada recientemente en la popular playa de la capital grancanaria, instalaron el que está considerado como el mayor hinchable acuático de Canarias. «Se está apostando, con acierto, por festivales que aportan algo más que música. Es un modelo que se va a quedar», anuncia.

Phe Festival incluye este tipo de acciones desde su primera edición. El objetivo: crear una experiencia completa en torno a uno de los destinos turísticos más emblemáticos de Canarias, Puerto de la Cruz, e involucrar a nuevos públicos en su programación. Después de seis años, todos los sectores de la localidad se han involucrado. Santiago Estévez regenta el estudio de yoga El Árbol Terapias Naturales, en la calle Esquivel. Colabora en una de las vertientes más exitosas: Phe Yoga. «Se trata de ofrecer una semana de actividades culturales, deportes y otras opciones», detalla. La oferta de deportes de Phe se completa, entre otras acciones, con el campeonato regional de skate y BMK y el BMK Aqualia Water Jump, el ya clásico concurso de saltos acrobáticos en el muelle.

Moda festivalera.

El ambiente distendido de un festival también invita al consumo, especialmente de marcas locales que tienen en el diseño, la creatividad, exclusividad y el mensaje su sello de identidad. Presente en muchos de los eventos festivaleros de la Isla, la marca Confía, Coño se ha hecho su propio hueco en el sector. Luisa Castañeda es su fundadora y asegura que participar en sus mercados «no solo nos viene bien económicamente, también es una excelente forma de promocionarnos y de transmitir nuestro mensaje». La próxima cita de la marca, además de la de Phe Festival, será el Festival Boreal, en el municipio tinerfeño de Los Silos.

Javier Montelongo está detrás de Osss.Trademark, una marca de productos textiles basada en la iconografía popular canaria. Desde 2017 confecciona diseños que, además de en diferentes comercios de las Islas, él mismo vende a través de los mercadillos de tendencias que se organizan dentro de festivales. Destaca que estas iniciativas le han permitido darse a conocer ante el gran público y no es rara la ocasión en la que un comercio que distribuye sus productos le pide mayor cantidad de mercancía antes de acudir a estas citas. «Estoy mucho más presente entre los posibles compradores y también en diferentes islas, ya que yo soy de Tenerife y de otra forma no podría llegar a tantos rincones», reflexiona el joven quien añade que sus prendas son tan variadas como el público que acude a todos estos festivales. 

Más paridad delante y detrás del escenario

El auge de los festivales en el verano canario es un hecho. Y que estos no cuentan con la debida presencia femenina, también. El grupo de las principales agencias de contratación de artistas o grupos en España está compuesto por 21 empresas, que llevan la agenda de un total de 439 artistas. De ellos, tan solo 146 son mujeres, según datos de 2022. Pero esta disparidad de representación entre hombres y mujeres en los festivales no solo se produce sobre el escenario, sino también detrás de él, desde los programadores de contenido hasta los técnicos de luces. 

El presidente del Clúster Canario de la Música, Miguel Manescau, resume que, aunque se ha avanzado notablemente en los últimos años para fomentar una mayor presencia femenina en el sector, «existe escasez de mujeres en toda la cadena, y no solo en Canarias, sino en toda España». «Obviamente no hablamos de una disparidad de capacidades entre hombres y mujeres, sino que es necesario sentar una cultura de base», indica el presidente del Clúster de la Música. 

Pero la brecha de género no se encuentra solo en los artistas que se suben en el escenario, sino en todos los equipos que hacen posible estos festivales. Manescau advierte de la necesidad de contar con un mayor número de programadoras: «Las mujeres deben llegar a los puestos de importancia, ser ellas las programadoras para poder marcar así la línea de los proyectos». En este sentido explica que en Latinoamérica las mujeres ya empiezan a tomar protagonismo en estos puestos mientras que en Estados Unidos toman fama bandas de mujeres. Sin embargo, en Canarias, «tenemos el reto de captar a las nuevas generaciones de mujeres, que darán igualdad al sector en cinco o diez años».

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