El director alemán Wolfgang Petersen, quien alcanzó un renombre internacional con películas como El submarino, La historia interminable o Avión presidencial, murió como consecuencia de un cáncer de páncreas, a los 81 años, en Los Ángeles, según informó un vocero el pasado martes, aunque su fallecimiento se produjo el viernes anterior.

Petersen, quien dirigió a estrellas de Hollywood como Clint Eastwood, Dustin Hoffman, George Clooney, Harrison Ford y Brad Pitt a lo largo de cinco décadas de carrera cinematográfica, escogió los paisajes de la isla de Lanzarote como plató de rodaje de una de las películas que conforman su filmografía. 

Nacido en 1941 en Emden, Alemania, Petersen obtuvo su primer gran éxito en 1981 por su película El submarino, un thriller sobre una embarcación de la Segunda Guerra Mundial basada en una novela sobre la Batalla del Atlántico. La película obtuvo dos nominaciones al Óscar en 1983, incluyendo una en la categoría de mejor director. Al año siguiente, Petersen realizó su primera película en inglés, el largometraje de fantasía La historia interminable, basado en la exitosa novela del escritor alemán Michael Ende.

En 1985, el cineasta alemán rodó la película Enemigo mío, protagonizada por Dennis Quaid y Louis Gossett Jr., en la isla de Lanzarote, en concreto, en el Parque Nacional de Timanfaya y el Charco de los Verdes. El realizador escogió estos dos emblemáticos escenarios naturales elegidos para recrear un mundo extraterrestre en esta historia de ciencia ficción, que enfrenta a un soldado y un alienígena (Quaid y Gossett Jr., respectivamente), así como a la Tierra con el planeta Dracon, en una cruenta batalla que pone en peligro al universo. El resto de la película se filmó en el interior de los Bavaria Studios en Múnich y, aunque en su momento resultó un fracaso en taquilla, Enemigo mío se erige hoy en un clásico de la ciencia ficción y filme de culto dentro del género. 

A continuación, en la década de los 90, Peterson se trasladó a las coordenadas acción y de catástrofes en Hollywood, donde dirigió a los actores Clint Eastwood y John Malkovich en el thriller En la línea de fuego, antes de dirigir a Dustin Hoffman en la cinta Epidemia.

Por otra parte, Glenn Close, quien actuó junto con Harrison Ford en Avión presidencial, expresó en un comunicado a la AFP que ser dirigida por el alemán «sigue siendo un recuerdo especial».

«Aunque el guion era emocionante e increíblemente intenso, recuerdo muchas risas (...). Mi recuerdo es el de un hombre lleno de felicidad de vivir, que hacía lo que más le gustaba hacer», escribió. En la década de los 2000, Petersen dirigió a George Clooney en Una tormenta perfecta y a Brad Pitt en Troya, ambos títulos de éxito rotundo en taquilla. 

El cineasta murió el pasado viernes en su residencia en Brentwood, Los Angeles, en los brazos de su esposa desde hace 50 años, Maria Antoinette.