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Cine en Canarias: El cineasta Coré Ruiz reaparece con su primer largometraje

El cineasta y músico culmina el rodaje de su ópera prima ‘Voy a desaparecer’ en distintas localizaciones de Gran Canaria

El cineasta Coré Ruiz durante el rodaje.

Uno de los nombres propios del panorama cinematográfico y audiovisual de Canarias es el de Coré Ruiz (Gran Canaria, 1985), artista multidisciplinar que proyecta su mirada autoral, trenzando intimismo, humor y transgresión, en una consagrada trayectoria de cortometrajes, música y videoclips. Por fin, su afán de subvertir formatos narrativos, desdibujar las líneas del misterio de sus personajes y jugar con los rumbos del guion, propulsa el salto definitivo de su carrera con su debut en el largometraje.

Voy a desaparecer es el título de la reaparición de Ruiz en pantalla grande con una trama de conflictos familiares, pinceladas de thriller y descargas de humor protagonizada por la actriz tinerfeña Raquel Herrera -coautora del guion junto con Ruiz- y el actor teldense Abraham Santacruz, junto con un amplio equipo de profesionales canarios, desde el arte y vestuario hasta la banda sonora. Su rodaje culminó a mediados de este mes después de cinco intensas semanas de grabación en distintas localizaciones de Gran Canaria, sobre todo, en el sur y en la capital de la Isla, cuya selección de escenarios se cose con el hilo de los recuerdos y vivencias del propio director en su isla natal. 

Así, el argumento de la ficción se desarrolla a partir del reencuentro de dos hermanos, Rocío (Herrera) y David (Santacruz), después de más de 10 años sin cruzar palabra. «Él ha estado en prisión todo ese tiempo y, tras localizar a su hermana, la convence para escapar juntos a la localidad turística donde solían veranear en familia durante su infancia», recoge la sinopsis del filme, cuyo guion comenzó a pergeñarse al alimón entre Herrera y Ruiz durante una estancia compartida en Fuerteventura, en el año 2016. 

«Hemos hecho algo grande», afirma

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Pero fue la figura de Silvia Sánchez, productora ejecutiva y directora de producción de la película, la que aupó el proyecto para su puesta en marcha y materialización, que ha contado a su vez con subvenciones del Gobierno de Canarias y del Cabildo de Gran Canaria, además del apoyo de la Televisión Canaria. «Hemos hecho algo grande», afirma el realizador desde Madrid, donde reside en el presente.

Inflexión

Para Ruiz, quien atesora una larga nómina de cortos -muchos de estos, premiados en festivales-, como Osito, Rivero, Heavy de explicar o Estoy con Bea, su ópera prima en formato largo constituye un punto de inflexión en su carrera artística. «Nunca había llevado a cabo un proyecto que no fuera autofinanciado», confiesa, «yo he rodado mucho cine de guerrilla». 

Por esta razón, «este reto se planteó en principio como una película muy sencilla, con pocos personajes, pero que al final ha ido creciendo en muchos aspectos que requerían mucho más trabajo del que parecía en un principio», apunta, a lo que añade que «todo el equipo ha coincidido en que fue como una especie de caramelo envenenado en ese sentido, pero todos los que participaron en la película se han implicado muchísimo y han elevado su estándar».

Pese al punto y parte que marca este proyecto en cuanto a magnitud y complejidad en el bagaje de Ruiz, los puntos cardinales que apuntalan el conjunto de su filmografía vuelven a marcar las coordenadas de Voy a desaparecer. «Siempre me han interesado mucho las películas que narran un buen drama familiar, con unas buenas heridas familiares», revela, entre risas, el director. «Pero es que siempre me ha llamado la atención ese factor terrenal que encierran las situaciones derivadas de esos conflictos. Y creo que, aun contando con lo distintas y eclécticas que pueden ser las familias, siempre hay muchos puntos en común con los que todos nos podemos sentir identificados». 

Y para encarnar esta relación de secretos, aristas, complicidades y ambiciones, el tándem formado por Herrera y Santacruz se embarca en un vertiginoso viaje de emociones en el que, en palabras de Ruiz, reside el corazón de la película. «Solo tengo elogios desmedidos para esta pareja de actores», afirma, toda vez que destaca «su nivel de compromiso, escucha y entendimiento, entre ellos y también conmigo como director».

Abraham Santacruz y Raquel Herrera en una escena de la película.

Además, ambos partían de lugares divergentes: Herrera conocía al personaje de Rocío a medida que se conformaba, mientras que Santacruz aterrizó en la producción cuando David ya estaba escrito. «Durante los procesos de ensayos, ambos se volcaron en conocerse, escucharse y reaccionar de verdad al otro», explica Ruiz. «Ojalá todos los directores puedan experimentar alguna vez la satisfacción de trabajar con dos intérpretes de una manera tan compenetrada y profesional», añade, «porque cuesta creer que los dos sean hijos únicos cuando están encarnando una relación de hermanos que traspasa la pantalla». 

Además, junto al binomio de hermanos, el personaje que desempeña un papel central en la trama es la isla de Gran Canaria, donde se filmó íntegramente la película, en concreto, en Playa del Inglés, en el sur de la Isla; y en distintos barrios de Las Palmas de Gran Canaria, como La Isleta, Arenales o Madera y Corcho. «Para mí era muy importante que hiciéramos una película que retratase muy bien Gran Canaria, que se identificase sin necesidad de rótulos o letreros, sino por la presencia de los paisajes, los costumbrismos y la idiosincrasia de los personajes, que desprenden caracteres que son muy de la tierra», apunta el director.

En este sentido, se detiene en la elección del sur grancanario como uno de los platós exteriores con el fin de esbozar un retrato de esta zona turística, «que es una cuestión tan representativa de Canarias y tan poco representativa al mismo tiempo, con ese punto de ciudad manufacturada a gusto del turista, que no tiene nada que ver con la identidad canaria pero, que al mismo tiempo, está muy arraigada en nuestra cultura».

Postproducción

En estos momentos, Voy a desaparecer se encuentra en fase de montaje y postproducción, con vistas a desvelar sus primeras imágenes en el vídeo promocional de nuevas películas canarias que presentará el Gobierno de Canarias en el Festival de Cine de San Sebastián el próximo 19 de septiembre, a través de Canary Islands Film. 

«Aún queda mucho trabajo por delante», manifiesta Ruiz. «Pero intentaremos que la película esté lo más lista posible a finales de año». En cuanto a las expectativas sobre su esperadísimo debut en el largometraje revela que «en realidad, lo he llevado con bastante serenidad, porque esto es lo que siempre he querido hacer y lo disfruto mucho». «Vivimos una gran emoción colectiva al terminar la última toma del rodaje», concluye, «pero estoy muy seguro y satisfecho con el trabajo que hemos hecho. Al fin y al cabo, yo nací para hacer esto».

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