La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Asier Etxeandia y Enrico Barbaro Integrantes de Mastodonte

«Mastodonte es quien se libera de las cadenas y expresa su exclusiva belleza»

"Bowie es el artista que más nos ha inspirado porque toca todos los palos y supo experimentar", afirman los integrantes de Mastodonte

La banda musical Mastodonte. LP/DLP

Mastodonte, el proyecto musical creado por Asier Etxeandia (Bilbao, 1975) y Enrico Barbaro (Nápoles, 1969), aterriza en la capital grancanaria para desplegar su repertorio de experimentación sonora en una experiencia sensorial en el marco del ‘LPA Beer & Music Festival 2022’, donde comparten escenario en el Parque Litoral El Rincón esta tarde junto a las bandas Blanca 4:11, Arde Bogotá, Delaporte y Rocío Saiz.

«Mastodonte» encarna un concepto, que ambos describen como «la materialización imaginaria de un ente enorme y pesado, con lo que todo el mundo suele cargar». ¿Qué representa o significa ese mastodonte para cada uno?

Asier Exteandia: El mastodonte es para nosotros un estado de ánimo, es un ente que se puede convertir en un enemigo o en un aliado. Depende. Pero, sobre todo, queremos que el mastodonte sea un sonido, que nos defina. Espera, la palabra definir es horrible, reformulo: queremos que sea un sonido que nos identifique, que tenga que ver con nosotros. Un sonido que tenga que ver con lo que narran nuestras canciones y que tiene que ver mucho con superarlos baches, ir de la oscuridad a la luz y superar el mastodonte que es ese juez inmenso que te habla y que te juzga continuamente. ¿Sabes este síndrome de impostor que tenemos casi todos los artistas, y tantas otras personas, y que no son sino tus propios miedos que te impiden ser libre y hacer lo que tú quieres? Ese es el mastodonte contra el que luchamos, pero también pensamos que el verdadero mastodonte es quien se empodera, se libera de las cadenas y expresa su exclusiva belleza.

Cuando se refiere al sonido mastodóntico, ¿cómo ha ido creciendo y evolucionando la expresión sonora de este imaginario a lo largo de los años?

Enrico Barbaro: Durante la producción del primer disco fuimos concretando los gustos musicales de ambos. A los dos nos gusta una gran variedad de estilos y géneros pero, sobre todo, nos gustan mucho los artistas y bandas que tenga presencia, que tengan una propuesta asertiva. Como Mastodonte hemos intentado adoptar todos esos matices y toda la instrumentación, sobre todo, en las coordenadas del rock a la electrónica. Y luego, también somos unos románticos, pero intentamos disimularlo con fuerza.

A. E: Sobre todo, somos muy intensos (Risas).

E. B: Sí, muy intensos.

¿Cuáles son los referentes o influencias de Mastodonte?

E. B:. Siempre hemos pensado mucho en David Bowie.

A. E: Sí, pero nos gusta y nos influye de todo, desde el punk hasta el bolero, desde la música electrónica más bestia a las baladas. Creo que, sobre todo, es la identidad lo que nos interesa. Y Bowie es quizás el artista que más nos ha inspirado, porque toca todos los palos y se ha atrevido a experimentar, a salir de las etiquetas. Piensa que solo para entrar en Spotify te piden que te etiquetes como rock, pop o electrónica, por ejemplo, para saber en qué categoría te meten, y eso nos irrita profundamente porque lo que nos gusta es fusionar todo y, a partir de ahí, crear un lenguaje propio.

E. B: Creo que lo de Bowie, más que ser una oda a un cantante o autor que nos encanta, es una referencia no tanto por lo que ha hecho, sino por la forma camaleónica en que lo ha hecho. Eso es lo que nos fascina.

En cuanto a la forma y la presencia, ambos se desnudan en sus canciones pero, al mismo tiempo, la puesta en escena y los vestuarios desempeñan siempre un papel fundamental en sus directos. 

A. E: Sí, eso es más cosa mía (Risas). Creo que tengo un poquito abrasado a Enrico, pero Enrico me sigue y me entiende perfectamente. Y creo que, incluso, le divierte. Pero sí es cierto que me gusta mucho apoyar poéticamente el sonido con una puesta en escena. Entonces, le doy mucho sentido al vestuario, pero como elemento poético, no como moda. En realidad, lo hago como artista que se utiliza como cobaya para encarnar una prolongación de su emoción en ese momento o esa atmósfera a través de piel. Todo eso me apasiona y, efectivamente, Bowie también lo hacía y se atrevía a explorar ese universo de posibilidades que se abre a la hora de seguir creando e imaginando a partir de una canción. Y para mí, el vestuario forma una parte muy importante a la hora de iluminar todo eso, además de que es muy, muy divertido de hacer.

«Principalmente, hacemos lo que nos gusta y nos emociona, pero lo hacemos para el otro»

decoration

Podría pensarse que, como proyecto musical independiente y libre, Mastodonte fue concebido en origen para minorías, y sin embargo, cada vez abarca un público más diverso y mayoritario. ¿Esperaban esa acogida?

E. B: Seguramente no pero, al mismo tiempo, contábamos con ello. Al menos, yo, cuando miraba el mercado global, tenía mis dudas, pero también sé que hay mucha gente que, como nosotros, escucha una gran variedad de estilos musicales y buscan proyectos que sean honestos y que sean de calidad. Lo que es seguro es que esa acogida es una alegría.

A. E: Principalmente, hacemos lo que nos gusta y lo que nos emociona a nosotros, pero lo hacemos para el otro, para conmover al público. Entonces, yo creo que es justo que lo que hacemos le guste a mucho tipo de gente muy diversa, porque eso también forma parte de la identidad de Mastodonte. 

E. B: Tampoco puedes gustar a todo el mundo, eso no lo puedes ni pensar. Hasta tú y yo tenemos gustos en los que no coincidimos.

A. E: Tampoco hay intención de gustar a todo el mundo, pero sí nos gusta el hecho de gustar a mucha gente diferente. Creo que eso habla mucho de cómo somos. No nos interesan las tribus, porque ya hemos estado en muchas, somos mayores (Risas) y creemos más en los individuos dentro de una comunidad.

Esta reflexión me recuerda a la entrevista de Asier con Carlos del Amor en el programa La matemática del espejo en La2, donde dice que «van a acabar bailando lo que yo cante». 

A. E. Sí, eso es de una letra de El blues del niño, de Mastodonte. Yo creo mucho en que hay que caerse y derrumbarse muchas veces para poder hacer cosas realmente buenas, elevadas o sublimes, o cambiar las cosas y dejar huella, aunque sea en ti mismo. Creo que el hecho de que te hayan ninguneado o no se hayan comprendido ciertas cosas de ti crea una fuerza mayor para poder hacer las cosas mejor después. Te da, incluso una mayor confianza en ti mismo. Por eso me encanta pensar que los que no creían en nosotros terminan bailando como locos nuestros temas. Es una venganza bellísima.

Después de casi un lustro de trayectoria de Mastodonte, ¿cómo bailan Enrico y Asier en el proceso creativo?

A. E: Los dos convivimos muy bien, aunque somos muy diferentes. Yo necesito mucho a Enrico, porque él hace posibles todos mis sueños musicales, y porque tiene un talento y un conocimiento como músico que no he encontrado nunca antes en mi vida. Pero yo sé que él también me necesita a mí, porque yo le aprieto un poquito las tuercas (Risas). 

E. B: Justo esta semana hemos empezado a trabajar maquetas de temas nuevos y esta es la parte más bonita de todo el esfuerzo, porque es un esfuerzo colosal sacar adelante un proyecto como este. Pero nos divertimos mucho juntos. Creo que ahí es donde bailamos bien juntos, porque nos desafiamos a ser cada vez mejores.

Bueno, ¿y el disco pa' cuándo?

A. E: Pronto, pero es que también tenemos la necesidad de parar un poco, porque llevamos casi cuatro años de gira con este primer disco, transformando mucho el directo y adaptándonos también a la situación de la pandemia, que nos ha hecho tener que reinventarnos bajo fórmulas diferentes. Entonces, tenemos mucha necesidad de parar y poder centrarnos en las próximas canciones. En definitiva, parar para poder avanzar. Además, tenemos muchos temas muy bonitos que queremos empezar a construir y que tienen bastante que ver con salir del agujero y de volver a nacer. Una vez más, de la oscuridad a la luz.  

Vamos, la esencia total de Mastodonte. 

A. E. y E. B: Absolutamente.

Compartir el artículo

stats