El estilo, el gusto (goût) propio de la música francesa tiene una enorme importancia en el barroco musical. Frente al estilo italiano, al que se opone, representa uno de los dos modelos que polarizan la música europea. La soprano Cristina Barceló Borges y el músico de clave Vicent Bru Soler son los encargados de traerlo en el cuarto concierto del Ciclo de Música Antigua del patio de la Casa de Colón. Abre la temporada de otoño mañana, 20 de septiembre, a las 19.30 horas.

Tristes désert… sombre Retraite Airs sérieux & à boire Charpentier et Le Bégue es el título de la propuesta que, en definitiva, trata de unir los genios de dos de los más importantes representantes del barroco musical francés, Marc-Antoine Charpentier y Nicolas Le Bègue. Ambos utilizan el clave o clavecín en sus composiciones, uno de los instrumentos más populares durante el Barroco. Sin embargo, su uso fue cayendo en el olvido durante las últimas décadas del siglo XVIII, momento en el que los compositores se decantaron por el fortepiano (antepasado del piano moderno), que, a diferencia del clavecín, permitía cambios de volumen con solo variar la intensidad de pulsación de las teclas.

Buen gusto francés

Marc-Antoine Charpentier (París,1643 –1704) se caracterizó por ser un compositor de distintos géneros. De vocación inicial pintor, tuvo como influencia en su manera de componer al mismísimo Giacomo Carissimi. Conoció a los dramaturgos Molière y Corneille y en vida fue rival de Jean Baptiste Lully.

Después del retorno desde Roma fue contratado por Marie de Lorraine, Duquesa de Guise, teniendo a su disposición uno de los más grandes conjuntos musicales de Francia, además de ser su maître de musique.

En la década de 1680 estuvo trabajando para el ‘gran delfín’. La obra compuesta por Charpentier es ingente, pero muy poca se publicó en vida. Entre las obras publicadas se encuentran las ‘Airs Serieux et à Boire’ (ediciones del Mercure Galant), cuya selección se interpretará en el concierto.

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Nicolas Le Bègue (1631- 1702) fue probablemente alumno de Jacques Champion de Chambonnières. Se instaló en París hacia 1656 y fue nombrado organista titular de la Iglesia de Saint-Merry en 1664, cargo que ocupó hasta su muerte. 

Entre los autores existe un nexo común, la pintura, ya que sus familias están repletas de artesanos y unidas por varios matrimonios a la de los pintores Le Nain. Le Bègue fue uno de los primeros en utilizar el término ‘suite’ y en incluir preludios sin compás en colecciones impresas, esforzándose en explicar cómo tocarlos.