El compositor Lucas Vidal, famoso por sus exitosas bandas sonoras para películas de Hollywood, y ganador de dos premios Goya, es la figura principal de la segunda edición del Festival Contemporáneo, que se celebrará, entre el 30 de septiembre y el 16 de octubre próximos, en Gran Canaria y Tenerife, como prolongación del Festival de Música de Canarias.
Vidal, que interpretará integramente su disco Karma, de 2019, donde se introduce por el mundo de la electrónica, es una de las siete propuestas de este festival que incluye 14 conciertos, y que cuenta con 12 estrenos mundiales, 8 de los cuales son canarios. Con un presupuesto de 200.000 euros, los conciertos tendrán lugar en el Teatro Guiniguada, el Espacio La Granja y las dos sedes del Conservatorio Superior de Música de Canarias, aunque el festival también contará con clases magistrales y un encuentro de compositores.
Otra de las presencias destacas es la de la Ensemble Manson, una formación de la Royal Academy of Music de Londres, bajo la dirección de Aaron Holloway-Nahum. El programa se completa con el cuarteto nacional de saxofones Sigma Project; el colectivo gallego Vertixe Sonora, el Dúo Palko Varock, en el que destacan sus obras de flautín, y las formaciones locales del Ensemble Contemporáneo del Conservatorio Superior de Música y el Emsemble Difracción, que contará con la soprano Sonia de Munck.
Durante la presentación, el viceconsejero de Cultura del Gobierno de Canarias, Juan Márquez, destacó que con este festival se busca «abrir el debate sobre la creación académica y la música de cine», que son parte de «la memoria auditiva de la sociedad».
Márquez, que hizo estas declaraciones acompañado del director del Festival de Música de Canarias Jorge Perdigón, agradeció la implicación del Conservatorio Superior de Canaria con sus alumnos y del Royal Academy of Musica de Londres y la figura de Philip Cashian. El músico inglés, al igual que otros invitados como Ernesto Mateo, Paco Varoch y Lucas Vidal, será uno de los protagonista de workshop, masterclass y encuentros con el público para crear espacios de debates.
Especializado
Márquez reiteró la importancia de la presencia de Lucas Vidal, especializado en crear para cine, «ya que la música audiovisual forma parte de la música académica y a su vez de la memoria auditiva de todo festival». El viceconsejero recordó la importancia de estos conciertos, aunque esté dirigido a un público minoritario. «La consagración de la primavera de Stravinsky fue abucheada por el público y ahora es una de las obras indispensables», señaló. «Por eso hay que tener espacio para que esas creaciones» porque aunque en el siglo XXI estamos acostumbrados a escucharlos en el cine, cuando lo separamos lo audiovisual nos parece extraño».
Jorge Perdigón destacó, a continuación, que este festival sea un «escenario útil» para presentar «composiciones extraordinarias y que no tienen posibilidad de presentarse públicamente». El director del festival subrayó que este año «se afianzan estos encuentros entre creadores, no solo canarios, sino también ingleses o alemanes, entre otros» para «demostrar el trabajo que se hace en todo el planeta». Perdigón también añadió que se ha ampliado el número de conciertos en relación a la edición anterior y se ha «afianzado ese encuentro debate» con Lucas Vidal, al que «conocemos del cine, pero queremos conocerle con calma, y también este otro tipo de música audiovisual». El director del festival recordó que «siempre se ha tratado con desprecio lo contemporáneo», como le ocurrió a Mozart, tachado por hacer «música inaudible y con demasiadas notas» en su época. Pero «lo más interesante de la música contemporánea es que tiene tendencias muy diversas, que siguen progresando y saliendo». Una música que «solo sale adelante con apoyo», pero que es «fundamental» para el futuro de la música».
Tal y como recordó, «no se puede despreciar esta música por tener un estilo diferente al que estamos habituados a escuchar», porque, de ser así, «perderíamos obras que hoy son imprescindibles para todos». Perdigón añadió que este festival quiere «presentar la nuevas composiciones musicales, la excelencia de creadores, a través de formaciones de enorme relevancia y contrastado nivel artístico». E insistió que «un festival de estas características sólo se puede llevar adelante si el gobierno apoya esa cultura que aun que ahora sea minoritaria, son necesarias para el futuro de la música». Son conciertos, reconoció, a los que pueden venir de 20 a 80 o 100 personas. Pero recordó que la primera edición del año pasado fue un éxito si lo comparamos con la asistencias de otros eventos de este tipo en Europa. «En el festival más importante de Alemania lograron durante tres días una media de 50 espectadores, y nosotros la de 70 y pico por concierto».
