La Provincia - Diario de Las Palmas

La Provincia - Diario de Las Palmas

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Historia

El regreso del puente atlántico

El Coloquio de Historia Canario Americana celebra su XXV edición del 3 al 7 de octubre

Panorámica de los asistentes a una de las ediciones del Coloquio de Historia Canario Americana en la Casa de Colón . | | LP/DLP

Soplaban vientos de cambio que se llevaban las páginas más oscuras de la historia de España. Los alisios refrescaban más que nunca el ambiente en la Gran Canaria de 1976, en plena Transición. Los jóvenes historiadores querían absorber sin demora todos los libros que antes no alcanzaban a coger de las estanterías y surgían nuevas propuestas para intercambiar conocimientos y tender puentes de historia común.

Bajo las velas de una democracia en pañales empezó a navegar la nave botada por la iniciativa de Francisco Morales Padrón, un innovador investigador canario, especializado en Historia de América en la Universidad hispalense, que no dudó en acudir, cual Rodrigo de Triana, a mostrar su ‘tierra a la vista’ a Lorenzo Olarte, presidente del Cabildo de Gran Canaria y a Alfonso Armas Ayala, director de los museos insulares.

El regreso del puente atlántico

La empresa era ambiciosa: convertir a la isla de Gran Canaria en la sede permanente de un proyecto que lograra reunir a los grandes nombres del americanismo y la historiografía mundial. Su objetivo último era convencer a la comunidad académica internacional de la importancia del Archipiélago como puente atlántico de culturas entre las dos orillas. Y así fue como se puso en marcha la primera edición del Coloquio de Historia Canario Americana en 1976. La semilla, impulsada por los alisios del conocimiento, germinó en casi medio siglo de historia y logros compartidos.

El Coloquio, más que consolidado como foro de referencia internacional, reúne en esta ocasión a 253 especialistas de una veintena de países, que han presentado 213 propuestas para compartir su conocimiento durante la primera semana de octubre. La cita bienal cumple este año su XXV edición y 46 años de historia con la mirada nostálgica del tiempo y la ilusión renovada de los nuevos retos que quedan por cumplir. Elena Acosta, directora de la Casa de Colón desde 1991 y coordinadora de los coloquios, sabe bien que el camino recorrido no ha sido un lecho de rosas.

«La labor que ha hecho el Cabildo, a través del Coloquio de Historia Canario Americana, para dotar de herramientas de investigación a las universidades y a la ciudadanía es un legado. Es imprescindible esta cita para entender la historia de Canarias a nivel global», reflexiona la historiadora.

José Miguel Pérez García, expresidente del Cabildo de Gran Canaria y exconsejero de Educación del Gobierno regional era, en 1978, un joven estudiante al que el profesor Morales Padrón, impulsor de los coloquios, dio la oportunidad de presentar un trabajo ante lo más granado de la comunidad historiográfica de la época. «El Coloquio ha contribuido a impulsar la labor del joven investigador. A mí mismo me dio la oportunidad de presentar y publicar un modesto proyecto de investigación». El historiador y político ya no ha dejado de estar vinculado a este foro, bien publicando trabajos de investigación o formando parte del comité científico.

El historiador Manuel Lobo, exrector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, ha participado en todas las ediciones desde el nacimiento de este foro en 1976. Es testigo, por tanto, del crecimiento exponencial del evento a lo largo de los años. «Los coloquios significaron para la investigación histórica una bocanada de aire fresco que llegaba del Atlántico, al poner de manifiesto la importancia de las islas a lo largo de los siglos desde la apertura de los europeos al Atlántico», asegura el catedrático emérito y miembro del comité científico de los coloquios de Historia.

Lobo es, además, un firme defensor de la voz canaria en el ámbito historiográfico internacional. «Las Islas Canarias forman parte relevante del mundo atlántico y de su historia, porque la historia grande pasa necesariamente por las Islas», recuerda.

Una joven democracia

Hoy en día nadie duda de que los coloquios de Historia Canario Americana supusieron un importante revulsivo para la historiografía atlántica desde que se crearon en 1976, pero estudiosos como Juan Manuel Santana Pérez, catedrático de Ciencias Históricas de la ULPGC, acentúan la necesidad de contextualizar el momento de su nacimiento. «Se trataba de una coyuntura marcada por el tardo-franquismo, se vislumbraban cambios en la intelectualidad española y canaria; los jóvenes historiadores de ese momento querían aprender todo lo que había quedado oculto en muchos años», sostiene.

Discípulo de Carlos Martínez Shaw e histórico participante en este foro, Santana Pérez pertenece a la nueva generación de investigadores del ámbito universitario que ha crecido junto con los coloquios. «Sus orígenes, justamente a fines de la década de los setenta, están en una coyuntura que nos permite hablar de un triunfo de la ‘historia científica’ en España, justamente cuando en los principales países de Occidente empezaban a menudear las propuestas de ‘nuevas historias’, con objetivos y formas de expresión distintos a los que la habían caracterizado en los cuarenta años anteriores», explica el catedrático. El profesor añade que estas citas han supuesto «un lugar para publicar parte de nuestras investigaciones y que nos pusieron en contacto y nos lanzaron en relaciones profesionales con otros historiadores que centraban sus investigaciones en el Atlántico».

José Miguel Pérez recuerda además la vinculación de Canarias a algunos de los hechos históricos más relevantes de la historia reciente de nuestro país, como «la incorporación a España de la administración del Sáhara Occidental o la influencia que tiene esto en la propia legislación española con la reafirmación de Canarias como puerto franco». Y más atrás en el tiempo, el historiador apunta «el papel que jugaron las peculiaridades canarias con el Reino de Castilla durante el periodo de la Conquista, lo que facilitó el intercambio comercial con América». Todos estos vínculos que tienen como protagonista al Archipiélago canario han quedado recogidos en las actas del Coloquio a lo largo de los años.

Elena Acosta también pone el foco en esta conexión entre generaciones que propician los coloquios. «Este foro constituye una plataforma fundamental de conexión entre la comunidad de investigadores y especialistas consolidados con las nuevas generaciones de estudiantes y profesores que traen una nueva mirada a la historiografía atlántica», añade la directora de la Casa de Colón.

Rosa de los vientos atlántica

Una de las principales aportaciones del Coloquio de Historia Canario Americana es, sin duda, su función de faro del conocimiento de la historia y papel estratégico del Archipiélago a lo largo de los siglos. Emelina Martín Acosta, profesora titular de Historia de América en la Universidad de Burgos, no lo duda. «La principal aportación ha sido la de reunir a los mejores historiadores del mundo, estudiosos de diferentes épocas que han aportado, resaltado y valorado el papel transcendental del Archipiélago».

Santiago de Luxán Meléndez, premio especial Canarias-América de Investigación 2010 y miembro del comité científico del Coloquio, alude a una cita del profesor Elliott en uno de los coloquios: «Un Atlántico unificado, vínculo de unión entre Europa, África y América, sugiere que hay motivo para un enfoque unificado de su historia». En esta línea, el Coloquio ha contribuido a mostrar que «uno de los engarces de esa unión es, sin duda, el Archipiélago canario», remarca.

Los ‘hitos’ del Coloquio

Como bien señala Josefina Domínguez, catedrática de la ULPGC y miembro del comité científico de los coloquios, «no es posible concebir la investigación histórica como un hecho en el que un hito supone un cambio copernicano en la ciencia». Sin embargo, es importante destacar que, en el ámbito del Coloquio, se han presentado nuevos hallazgos en una amplia relación de temáticas (poblamiento de Canarias, el papel de las relaciones atlánticas en la Modernidad, las consecuencias que representan los procesos de globalización en ese triángulo de relaciones entre Europa, América y el continente africano, etc.). Todas ellas «han guiado el quehacer científico hacia nuevos derroteros», reconoce la investigadora y experta en demografía.

Juan Manuel Santana Pérez cree que los aciertos de los coloquios a lo largo de los años tienen un contexto más global. «Cumplió el logro indudable de engarzar la historia de Canarias con la de América; aquí se unían las rutas entre América, Europa y África. Se ha llamado la atención sobre una historia atlántica de Europa, de América y de África, de un ‘sistema atlántico’», explica el especialista.

Elena Acosta va más allá cuando asegura que «todas las innovaciones que han tenido lugar en la historiografía han estado incluidas en el Coloquio. El repaso a las 24 ediciones anteriores nos sirve para hacernos una idea de la evolución de la propia sociedad. Por ejemplo, desde los años 90, el Coloquio cuenta con un aula de la mujer, un apartado que crece exponencialmente en cada edición», destaca la directora de la Casa de Colón.

Derribando fronteras insulares

Ana del Carmen Viña, catedrática de la Universidad de La Laguna, extiende la importancia del Coloquio más allá del contexto insular y lo califica como «una referencia imprescindible para el análisis de las relaciones Canarias-América». A pesar de todo, la experta cree importante la necesidad de ampliar en cada nueva edición las nuevas metodologías y áreas de discusión para seguir renovando el interés de investigadores y estudiantes.

«Eso es el coloquio», reivindica en este sentido Elena Acosta. «El venir a la gran feria de la historia de Canarias es un escaparate inigualable para mostrar las principales líneas de investigación de las universidades canarias. Es una plataforma, un foro de debate que, además, se conserva posteriormente editado y publicado online para que la ciudadanía pueda tener acceso a él».

Juan Manuel Santana Pérez, añade, por último, que «quizás la especialización en un tema concreto que abarque todas las áreas, como el tema de ‘las islas’, que en las últimas ediciones ha estado presente y es un nicho científico en alza, puede renovar el interés del Coloquio en un mundo en permanente transformación».

Relevo generacional

Afirma la catedrática Josefina Domínguez que el Coloquio de Historia Canario Americana es «deudor de sus tiempos». Se refiere la investigadora a que, «originalmente, tan solo consiguió despertar la atención de investigadores consolidados que trabajaban estos temas». A ellos se sumaron, con posterioridad, estudiantes de la Universidad de La Laguna (ULL), del Colegio Universitario de Las Palmas (CULP) y, más recientemente, de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC). En la actualidad, sirve también como escenario en el que los doctorandos presentan sus avances de investigación. «Y, como no podía ser de otra forma», añade la experta, «los procesos de digitalización que se han llevado a cabo en los últimos tiempos han acercado los hallazgos en las distintas temáticas que en él se abordan a un público mucho más amplio. Cabe augurar, por tanto, larga vida al Coloquio», concluye sin dudarlo.

Para el catedrático Manuel Lobo, la continuidad ininterrumpida de los coloquios a lo largo de los años no es casualidad; es fruto de muchas voluntades. «El empeño de su primer director y coordinador, don Francisco Morales Padrón, y de la actual coordinadora, la directora de la Casa de Colón, Elena Acosta, así como el apoyo decidido del Cabildo de Gran Canaria y la colaboración de las dos universidades canarias es fundamental para lograr la continuidad de este foro atlántico».

«Ahí tuvo una gran iniciativa Morales Padrón», añade, en este sentido, José Miguel Pérez. El impulsor del Coloquio «siempre abrió las puertas a los jóvenes estudiantes de Historia; también dio pie a muchas tesinas de investigación», recuerda el catedrático de la ULPGC, quien también destaca la vocación de continuidad de este relevo generacional en la figura de Elena Acosta, actual secretaria general del Coloquio.

En efecto, la idea original que tenía Francisco Morales Padrón y que es necesario seguir reivindicando, en palabras de la secretaria general del Coloquio, Elena Acosta es, precisamente, «que la historia de Canarias ocupe ese lugar destacado dentro del marco atlántico y que las nuevas generaciones y la comunidad internacional sigan teniendo la oportunidad de contar con un foro de debate y análisis de los estudios que conecten Canarias y América».

Compartir el artículo

stats