Gran Canaria planeaba ayer noche sobre las alas de un cernícalo astromántico. El escenario, brillante, vibraba con la música en directo que ofrecieron bandas insignes del indie y pop español en el Gran Canaria Sum Festival. Alrededor de unas tres mil personas, según notificó la organización, el espectáculo soliviantó los ánimos a la masa llena de fans gritones que reclamaban la atención de sus cantantes favoritos bajo los focos, a pesar de que los cielos nubosos amenazaban con lluvia después de un fin de semana pasado por agua por la temible Hermine. Love of Lesbian, Kiko Veneno, Dani Fernández o Annie B. Sweet encandilaron, atraparon y dejaron el rastro de los grandes recuerdos; aunque en los caso de la banda catalana y Dani Fernández detuvieron sus actuaciones durante unos minutos por problemas con el sonido.

La cantautora Annie B. Sweet, Dani Fernández y La Niña Polaca fueron calentando la tarde

La noche clausuró septiembre con la tercera edición del Sum Festival, una iniciativa capitaneada por el Cabildo de Gran Canaria y el Ayuntamiento capitalino, que recobra las viejas costumbres sin restricciones pandémicas: aforos completos, fuera mascarilla, y un deseo imperioso por mantener el listón alto en un cartel que está plagado de estrellas de todas las edades. Ya en 2019, la última vez que se realizó, la cita alcanzó las 7.000 personas con el dúo Fangoria, formado por Alaska y Nacho Canut, además de Elefantes, Carlos Sadness, Miss Cafeina y Sidecars, en aquel entonces. Por tanto, las expectativas se superan y pretenden alcanzar fenómenos como el que se vivió este verano plagado de eventos, donde destacó el GranCa Live Fest con 30.000 seguidores en el Estadio Gran Canaria con los ritmos latinos.

Vistas del gran público que asistió, ayer, a la tercera edición del festival en la explanada de Infecar. | | JUAN CASTRO

Fiel a su marca distintiva en el que el género indie, pop y cantautor se entremezclan con letras españolas, el Sum Festival sacó pecho al conseguir ser la única fecha en la gira de Love of Lesbian este año. El cuarteto catalán, con la voz de Santi Balmes, volvió a las Islas después de un lustro que se ha sentido como una eternidad. La última vez fue con motivo del Festival Cero, como le ocurrió a Annie B. Sweet, y tal y como sucedió en aquel momento, se presentaron ante los canarios con las ganas de hacer más que un concierto de festival: un recital de sus grandes éxitos y vibrantes obras recogidas tanto en su octavo álbum discográfico V.E.H.N. (Viaje épico hacia la nada) como El Poeta Halley, La noche eterna. Los días no vividos o 1999.

En esa nave espacial compartida con sus tripulantes terráqueos, la luz alumbró en los versos de Balmes una nueva estela, que brilló incluso por encima del breve apagón de sonido que congeló unos minutos el comienzo de su viaje en el Sum. Pero la banda siguió y capitaneó una travesía tan épica como la de Halley Star, con las recetas para dejar atrás la tristeza de los melancólicos y enfrentar la vida con el embiste de los que mantienen la ilusión como el bien más preciado de esta humanidad descreída.

Himnos en los que había desembocado la noche tras disfrutar desde las 18.00 horas con Niña Polaca, también Shinova, la psicodelia de Anni B. Sweet que suma a Buen viaje o los Shinny days las líneas pegadizas hechas con Los Estanques, y un Dani Fernández que embelesó a los asistentes al ritmo de Clima Tropical o Dile a los demás, éxitos que catapultan la carrera del exmiembro de Auryn.

Los brincos y coros no se distinguían entre edades, maquilladas y brillantes, que se zambullían en la explanada para disfrutar. Con sorpresa, hasta había oferta para veganos y celíacos, y áreas temáticas con actividades para quienes estuvieran esperando a su ídolo. Una experiencia que se ha expandido por las entregas festivaleras de medio mundo, donde ya no solo la música ocupa el tiempo de quien asista. Minutos seguidos y decibelios consumidos, los oídos viraron hacia la carrera de dos insignes de la música española: Kiko Veneno y Antonio Orozco.

Kiko Veneno cerró la primera jornada con un repaso a los clásicos de toda una generación

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Con el tañido roto, el catalán y figura mediática sacó adelante entregas como Entre sobras y sobras me faltas, colaboración que lanzó con Sebastián Yatra, o Devuélveme la vida, mítica en la generación de los 90. Sin sueño, pero con caminos por andar, Veneno encontró a Gran Canaria expectante. En su repertorio están las palmas que compartió con C. Tangana y, una vez más, la guitarra que lo distinguió a partir de los 80 como uno de los grandes autores nacionales.

Hoy, sábado, será otro día, tanto o más a la altura que el anterior, en el que estarán Nena Daconte, La Bien Querida, el violinista Ara Malikian, La La Love You, Dorian con sus pastillas rosas, Elefantes, Izal y Varry Brava. Un sinfin de mundos en los que cada uno encuentra su estrofa favorita.