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CRÍTICA

Pulso canario con la acústica del silencio

Magistralmente dirigido por Nacho de Paz, el Ensemble Contemporáneo del Conservatorio Superior de Música de Canarias asumió con mucho éxito dos piezas de Salvatore Sciarrino, indiscutible «gurú» del informalismo italiano de los siglos XX y XXI.

En ambas especula de manera genial con los sonidos del cuasi silencio, aquellos que solamente son percibidos cuando cesan los ruidos de la vida diaria. Sus Quatro Intermezzi dimanan de una ópera inspirada en la tragedia del gran compositor Carlo Gesualdo, el príncipe asesino de su esposa y del amante.

Pasado por la imaginación de otro gran músico del Renacimiento, Claude Le Jeune, de una estrofa que respeta el lenguaje de la época imagina Sciarrino en tres piezas sucesivas la autofagia del sonido en breves pulsos que devoran no solo el tema sino sus formantes. La regresión concluye como una tragedia muda reflejada en la dispersión de células pianissimo: terror microacústico que conforma la tragedia en su atmósfera de misterio.

Dificilísima para unos 20 intérpretes, aún estudiantes en su mayoría, aún es más ardua la Introduzione all´oscuro, toda ella comprometida con la formulación de una «acústica del silencio» y la estética ultraísta que le da sustancia. Se entiende la noche como una esfera mistérica en la que todo es audible porque todo es silencio.

Estas músicas insólitas, apenas virtuales en vibraciones aisladas, exigen una dirección exigentemente atenta y precisa como la de Nacho de Paz, que consigue del colectivo la perfección de cada ataque en tiempo e intensidad. Los instrumentistas canarios hicieron un trabajo admirable, con unos pocos días de entrenamiento y adecuación técnica.

En esos días, afirmó el director, «pasaron del cero al 3.000». Dicho sea y quede como prueba de la necesidad de estos festivales. El auditorio del Conservatorio Superior de Las Palmas registró una entrada muy considerable, aún siendo domingo por la noche.

Las dos páginas de Sciarrino abrían y cerraban el programa. Entre ambas, dos estrenos absolutos de autores canarios.

La joven tinerfeña Marta Yanes, residente en La Palma, acababa hace pocos meses su carrera de Composición. Su Desconcierto es como un poema sinfónico embrionario con desarrollo de un embrión prolongado entre motivos más efímeros. Todo ello refleja un «lirismo» tenso y oscuro que parece aludir a la subida de la lava y las grandes llamaradas del volcán Tijagaite.

De Wifredo Angulo Cabrera, residente en Gran Canaria en Gran Canaria, escuchamos el estreno de Claustrofonía, una música que no parece precisamente claustrofóbica, sino abierta, variada en los temas y expresiva de un sustrato americanista. Ambos autores subieron al escenario para recibir muy cariñosas ovaciones.

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