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Festival de Sitges

'Huesera': cuando estar embarazada da muchísimo miedo

La mexicana Michelle Garza Cervera presenta en Sitges 'Huesera', película que confirma el interés del terror actual por las historias de maternidad y embarazo

La directora mexicana Michelle Garza Cervera, que ha presentado ’Huesera’ en Sitges. IMDB

El romance entre cine de terror y maternidad es longevo. La relación entre madres e hijos (sobre todo entre madres e hijas) es la esencia o uno de los temas principales de clásicos como 'La semilla del diablo' (1968), 'El exorcista' (1973) y 'Carrie' (1976). De entre los asuntos relacionados con la maternidad, hay uno especialmente atractivo para el cine de terror: el embarazo. El potencial temático e iconográfico de una mujer preñada, de su barriga y de sus cambios, es inmenso. A veces las protagonistas de esos filmes están embarazadas pero sus historias no hablan específicamente de la gestación. Son propuestas que, más que referirse al embarazo, lo utilizan para acentuar la sensación de amenaza (la vulnerabilidad ante el peligro del cuerpo que lleva otro dentro), perseguir el misterio y el espanto (¿qué carga esa mujer en el vientre?) o detonar temas colaterales (del trauma más profundo a la mutación física más juguetona). Sería el caso, por ejemplo, de 'Un lugar tranquilo' (2018), en la que la protagonista tiene que dar a luz en una bañera, sola y en silencio, para que un monstruo hipersensible al sonido no la descubra.

Preñada y motor de pesadillas

Sin embargo, hay otras películas en las que el embarazo está en el centro, propuestas que exploran específicamente los miedos asociados al proceso de gestación, miedos que a veces parten del interior del personaje (relacionados con sus cambios físicos, psicológicos o emocionales) y otras los provoca el exterior: las construcciones y las presiones sociales. El cine de terror de los últimos años (también las series) ha dado numerosas muestras de esta tendencia –una tendencia sobre la que suele estar la sombra del clásico de Polanski– tanto en propuestas comerciales como minoritarias. Aquí una pequeña muestra: 'Mother!' (Darren Aronofsky, 2017), 'Prevenge' (Alice Lowe, 2016) o 'Swallow' (Carlo Mirabella-Davis, 2019). Este año, el festival de Sitges ofrece otras dos películas en las que el embarazo es motor de pesadillas: la noruega 'Nightmare' (Kjersti Helen Rasmussen, 2022) y la mexicana 'Huesera' (2022). En esta última, la directora Michelle Garza Cervera no se refiere específicamente a la gestación. El embarazo de su protagonista (Natalia Solián) es el punto de partida de una película 'queer' que también habla de clase, de los mitos (como prisiones o relatos liberadores), de salud mental y de distintos modelos de familia. Pero parte importante del relato tiene que ver con la fragilidad de la protagonista ante su propio embarazo: hasta sus huesos crujen.

El interés del cine de terror actual por la maternidad y, concretamente, por el embarazo es evidente. Hay películas sobre el tema y proyectos en marcha; y son asuntos sobre los que se trabaja en laboratorios de guion y muy atractivos para las productoras. Es difícil encontrar una explicación concreta, pero quizá tenga que ver con la necesidad de una nueva generación de creadores, muchos de ellos mujeres, de aportar distintas visiones de temas abordados tradicionalmente desde ángulos similares, de forma superficial o negados. Temas como la depresión durante y después del embarazo, el miedo a la transformación física y las dudas sobre las construcciones sociales. A esto último, por ejemplo, se refiere Garza Cervera: “Una de las cosas que me llevaron a hacer 'Huesera' es la preocupación que compartía con mis amigas en torno a la cuestión de la familia nuclear. No es normal que a estas alturas todavía nos genere tanto miedo no seguir el rumbo que nos han marcado”. La protagonista de su película se rebela socialmente, lo que implica un cuestionamiento muy estimulante de asuntos como los modelos de familia, los roles femeninos y el instinto maternal.

“Me gusta mucho 'La semilla del diablo', es una película importantísima en mi formación, pero en 'Huesera' [que se puede ver este jueves en el Auditori a las 10.30 horas y el viernes en el Prado a las 22.30] quería explicar lo contrario. La película de Polanski habla de la imposibilidad de escapar del instinto maternal, y yo quería decir lo opuesto: que no es un instinto, sino una construcción social”, cuenta Garza Cervera. Esa necesidad de buscar enfoques renovados y más conectados con el presente (quizá 'Titane', de Julia Ducournau, sea el ejemplo más radical) explicaría la abundancia de películas en las que estar embarazada da muchísimo miedo.

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