Nacha Pop siguen de actualidad. En estos últimos cinco años, pandemia de por medio, se ha publicado una recopilación con sus mejores temas (Chica de ayer y otras canciones que consiguen que te pueda amar), un libro (No, no me olvido) e, incluso, un nuevo disco, Efecto inmediato (2017). Claro que hoy falta Antonio Vega, pilar fundamental, pero lo cierto es que no es un grupo que regrese, sino que ya estaba en movimiento. En 2007 se produjo la reunión de los dos primos colíderes en una gira que resultó todo un éxito (pasaron por el Lemon Pop) y de la que quedó constancia en el directo Reiniciando. Después, en 2013, volvieron a salir a la carretera, aunque ya sin el autor de La chica de ayer. Y ahora, superada la crisis sanitaria, han vuelto a tomar el camino de los escenarios. Con Nacho García Vegas hablamos antes de su visita, este sábado, al Caravaca Power Pop.

¿Qué tal esta vuelta a tierras murcianas?

Estamos encantados de volver a Murcia y con muchas ganas. Además, es el final de una temporada: creo que el concierto de Caravaca, si no me equivoco, es el último o el penúltimo. Este año hemos hecho casi treinta bolos por toda la geografía española, y ha sido una experiencia otra vez estupenda en cuanto a nuestra relación con el público, que sigue cantando las canciones de los ochenta pero también las de Efecto inmediato.

¿Cómo vas de tu lesión en la pierna tras ese concierto en Chamartín? ¿Vienes con escayola?

Voy sin escayola, pero sin poder apoyar. Por lo menos puedo flexionar un poco la pierna, pero voy a tener que estar en un taburete... Lo cual hace que el concierto sea un poco ‘especial’, y no en el mejor de los sentidos. Porque tú sabes que a mí me encanta ir de un lado para otro...

El regreso con Efecto inmediato se producía justo treinta años después de la publicación del último disco de Nacha Pop. ¿Fue circunstancial o...?

Totalmente casual y circunstancial. Cuando nosotros decidimos tomar caminos separados en el ‘88 ya sabíamos que volveríamos a juntarnos. La mayoría de las bandas que se separan cuando están en un momento importante de su carrera lo hacen porque se llevan muy mal entre ellos o porque no están de acuerdo con cómo se trabaja profesionalmente, pero en nuestro caso no había nada de eso. Y cuando por fin volvimos con muchísimas ganas en 2007, todo se truncó (hablo, por supuesto, de la pérdida de Antonio). Porque nosotros queríamos retomar la carrera en toda sus dimensiones, no solo haciendo conciertos, sino dando pasos para la publicación de un nuevo disco, y en ese sentido, su ausencia fue muy importante. Pero tampoco queríamos dejar a medias ese proyecto que iniciamos los dos con mucha ilusión (aunque hasta cuatro o cinco años después no me planteé la posibilidad de retomar el grupo). Pero la gente tenía ganas y me convencieron. Y la verdad es que volver fue una de las mejores decisiones que he tomado en mi vida: cada concierto que damos es un homenaje a lo que ha sido Nacha Pop antes de esta formación y, especialmente, un homenaje a Antonio, que sigue muy presente en espíritu y, desde luego, en el repertorio. De hecho, en Efecto inmediato hay una canción que incluía una guitarra que Antonio grabó antes de morir: Hazme el favor, que a él le flipaba, y en algunos momentos de la gira la hemos tocado con esa pista, como si Antonio estuviera en el escenario.

En ese regreso de Nacha Pop con disco, el single de presentación fue Tu mejor momento, que venía como una inyección de optimismo. ¿Iba dirigido a alguien?

A toda una generación. En los ochenta, la gente como nosotros (no me refiero a los músicos, me refiero a las personas en general) estábamos entrando en una fase de nuestras vidas –unos de una manera, otros de otra– en que la seguridad en uno mismo era fundamental para lo que iba a pasarnos en los siguientes diez o veinte años, y esta canción es una llamada a reforzar esa confianza. Porque la edad, lo que pone en el carnet de identidad, muchas veces te marca, te deja un poquito sin fuerzas, cuando en realidad yo creo que estamos en unas condiciones ideales. Por supuesto que la salud es muy importante, pero si eso te respeta y no estás atravesando momentos críticos en lo económico o lo sentimental, este es el momento perfecto para retomar energía, para volver a mirar a unos sueños que has tenido, para no tirar la toalla. Es una oda a todo eso.

Nacha Pop tenéis cerca de dos millones y medio de oyentes en Spotify, lo que da una idea de la vigencia de vuestras canciones. ¿A qué atribuyes ese valor de supervivencia en plena era de lo urbano y el reguetón?

Yo creo que la música de los ochenta, en general, tiene mucho magnetismo, pero ese es solamente uno de los aspectos. Es música muy espontánea, muy directa, con pocos prejuicios, con ganas de convencer, de gustar y de poner cachonda a la gente en muy poco tiempo. Por otro lado, Nacha Pop siempre intentamos ser muy musicales, y creo que eso puede que haya sido también parte de lo que hace a nuestras canciones escuchables también en 2022; que no sean tan definitorias de aquella época ni tan referentes al get back y la nueva ola madrileña, y sí algo más atemporal.Ese espíritu joven de Nacha Pop se ve incluso en tu forma de expresarte sobre el escenario.

¿Es difícil mantenerse con el paso del tiempo?

Para mí ha sido algo muy natural. Todavía no me ha llegado el momento de planteármelo como otra cosa que no sea puro rock and roll, algo muy enérgico y hasta juvenil. Por eso lo de la pierna es una cosa un poco extraña para mí: porque yo me subo al escenario y no concibo otra cosa que no sea dejárselo todo, con fuerza, con intensidad...

Entonces parece que la segunda vida de Nacha Pop todavía tiene cuerda para rato...

Estamos a tope de ilusión. Nos lo pasamos tan bien juntos en el escenario que el grupo ya está pidiendo que entremos al estudio. Yo tengo seis o siete temas prácticamente terminados, y otros cinco o seis bastante desarrollados; y son canciones que me producen la misma sensación que me produjo en su momento Grité una noche, Vístete o Nadie puede parar. Las pongo, las vuelvo a poner, las toco por encima, cambio cosas, comparo... Me encanta trabajar en nueva música, y creo que esa ilusión eso es la semilla de todo lo que viene después. Porque luego nos lo pasamos increíblemente bien tocándolas sobre un escenario, y eso se nota. A veces te preguntas cómo es posible que los Rolling Stones quieran seguir haciendo giras: la única explicación posible es porque se lo pasan muy bien.

¿Y cómo enfocáis ahora vuestro repertorio?

Es un repaso por los temas más conocidos del grupo, porque si no, nos vamos a sentir incompletos, y el público también. Las ocho o nueve canciones más emblemáticas de Nacha Pop van a estar ahí siempre; no nos hacemos los estrechos, no nos ahorramos momentos intensos con el público. Luego las otras diez o doce que son caras B de los ochenta, algunas de Efecto inmediato...

Antonio Vega nos dejó en 2009. ¿Has superado su pérdida? ¿Qué significa para ti Nacha Pop en la actualidad?

No he superado su pérdida ni pienso superarla jamás. Porque su presencia le daría otro sentido a mi vida: sería algo diferente, con otra forma de trabajar. Y le sigo echando de menos, y eso va a ser siempre así. Aunque sí, por supuesto que disfruto de la vida incluso con su ausencia. Y de la vida musical y de la vida con Nacha Pop. Para mí Nacha Pop es una cosa que sigue siendo muy auténtica. Fue un reto increíble plantearme seguir con la banda sin Antonio Vega. Ya me lo pareció incluso sin Carlos Brooking en 2007... Así que no es la formación ideal, la que a ti más te gustaría, pero tiene mucho sentido en cuanto a lo que es la música, el repertorio... Hay una diferencia gigante entre un tributo a Nacha Pop y vernos a nosotros tocar. De hecho, la gente sale muy convencida de nuestros directos, y eso te refuerza a ti en tu seguridad sobre lo que estás haciendo. En 2014, 2015, cuando empecé a actuar otra vez como Nacha Pop, todavía tenía ciertos recelos de que un día viniera alguien al camerino o me gritara algo en un concierto que me quitara esa confianza, pero jamás sucedió. Nunca se me acercó alguien a decirme: «Oye, tío, esto sin Antonio Vega no tiene sentido», o «esto no es Nacha Pop». Y hemos hecho ya cerca de doscientos conciertos entre España y México... Es demasiado tarde para plantearme si estoy en mi sitio, en el lugar adecuado, o en el momento adecuado, porque estoy seguro de ello.