Son las cuatro de la tarde y en plena Plaza de Santiago hasta cuatro cámaras diferentes ruedan una secuencia distinta, cada una por su lado, mientras los vecinos de Gáldar pasean, trabajan y siguen con su vida habitual. Gáldar se ha convertido en estos días en un ir y venir de trípodes, actores y focos.

Rodaje del corto de Luis Pérez en la Plaza de Santiago de Gáldar. | | LP/DLP

Cualquier rincón del municipio es susceptible de convertirse en un improvisado plató de rodaje para alguno de los 40 equipos y las 170 personas que participan en el certamen exprés Gáldar Rueda, una de las citas más esperadas del Festival Internacional de Cine de Gáldar en el que los participantes disponen de 72 horas para rodar un corto. «Un festival de cine exprés constituye, ante todo, un desafío creativo», apunta el director técnico del FIC Gáldar 2022, Ángel Hernández. «La limitación de los tiempos, la habitual escasez de medios y el corsé temático del leitmotiv convierten estos rodajes en un titánico ejercicio artístico sin parangón en la industria audiovisual convencional».

Uno de los cortos que se están preparando estos días es el de la profesora de interpretación del Espacio Artístico Evohé, Natt Monroy, que ha seleccionado el fondo de Cueva Herrera como espacio de rodaje. «Mis alumnas, las actrices con las que ruedo, querían trabajar sobre una huida», explicaba Monroy, «y estos parajes son perfectos para ello.

Además, conociendo el Premio Isla Calavera al Mejor Corto de Terror, se han animado por este género». Gáldar respira cine durante estos días y consigue así que sus paisajes vayan más allá de sus calles.

Así lo ha expresado el concejal de Cultura del municipio, Julio Mateo: «Para nosotros es el mejor escaparate posible, trasladar los paisajes del municipio a través de las cámaras de los directores de Gáldar Rueda».