"Hemos conseguido rodar historias en Canarias, y esta vez serán rodadas, además, historias sobre Canarias". Laura Martel está pletórica cuando baja del escenario de Talleres Palermo. Prefiere sentarse a escribir, para eso se hizo guionista, pero tras pasar los nervios del directo vuelve a concentrarse en su historia: Cruz. El relato ha servido para ser una de las 14 seleccionadas de la primera edición de IslaBentura Canarias, un laboratorio formativo, convivencial y de conexión con las productoras que serán las artífices de que, en un futuro tal vez no muy lejano, sean vistas en la pantalla de millones de personas alrededor del mundo.

El proyecto, iniciativa del Gobierno de Canarias a través de Canary Islands Film, busca la atracción del mercado audiovisual más allá de los incentivos fiscales, climáticos y paisajísticos de las Islas, con el fin de ser un nicho creativo para auspiciar historias que, desde lo local, sean universales. La convocatoria pública cribó los manuscritos entre 227 escritos cuya condición era que fueran filmes o series que ocurrieran en la comunidad o que se inspiraran en personajes regionales.

A partir de ahí, se ha trabajado a lo largo de seis meses tanto la mentoría por parte de guionistas profesionales con los seleccionados, como talleres, y, en esta última semana, visitas a parajes de interés para que se documentaran y empaparan de la idiosincrasia del lugar. Esta mañana, en Talleres Palermo, se realizó la sesión de pitching, una puesta en escena crucial donde, en diez minutos, ha de hacer el guionista una presentación concreta y atrayente de la sinopsis, viabilidad y personajes de su propuesta.

María José Manso, directora de Islabentura Canarias, y Natacha Mora, coordinadora de Canary Islands Film, coinciden en la importancia de que los representantes de las 18 productoras aterricen en los pueblos de donde saldrán universos paralelos. Entre ellas, está Internacionales Dopamine, de México, la chilena Rizoma Films, la colombiana 64 A Films y, entre las nacionales y locales, Movistar+, Atresmedia, Elamedia, Boomerang, Avalon, Volcano Films o La Magua Films.

"Las productoras vienen con los deberes hechos: se han leído los dosieres de venta, las tramas, y algunas vienen específicamente a conocer algún proyecto que casa con su línea de negocio; pero, de repente, hay algún otro que ha despertado su interés en estos días. No tiene por qué cerrarse acuerdos ahora mismo, pero sí comenzar con esa posible opción a compra y contrato de desarrollo, nuestro equipo tiene claro que van a salir algunos que se verán en pantalla", afirma Manso. En 2021, con cifras récord, hubo un total de 155 producciones audiovisuales con una inversión de 98 millones de euros en el Archipiélago que revirtieron en la contratación directa de más de cuatro mil profesionales, pero, ¿cuántas de esas historias fomentaban el tejido creativo?

Tanta oferta, tanto talento

"Siempre tenemos en mente Canarias como lugar de atracción de rodajes, pero la vista está puesta en que sea protagonista de historias", subraya Mora. Romper el hielo en esos intercambios comerciales ha sido la clave, aparte del incentivo al desarrollo textual. Después de visitar Tenerife, Lanzarote, El Hierro o Gran Canaria, las empresas parecen hacerse una mejor idea de lo que cuentan Nuria Cabello y el mundo del surf, Daute Campos y la princesa aborigen Guadarfía o Carolina Daza y los mundos alternativos que encierra la isla de San Borondón.

Tantas semillas y tantas posibilidades. Durante el pitching, había una escucha activa entre las exposiciones y los turnos de preguntas que se centraban en el tipo de género, en qué finales podía haber, en la cabida de esa historia para los espectadores o las referencias y recomendaciones de otras películas o series que los habían inspirado. Susana Herreras, productora ejecutiva de Movistar+, tiene olfato para "las buenas historias o el talento que quieres captar": "Tienen que ser diferentes, tener personalidad y enganchar. Nos gusta encontrar series luminosas y abiertas en el género. Con la serie Hierro lo vimos, que para nosotros fue un completo éxito entre las originales de Movistar+. Aquí, las localizaciones son bellísimas y la personalidad y cultura del pueblo canario hace que lo resalte".

Conocedora de la industria, reconoce que la cantera escritora fomentada por las cadenas televisivas en las últimas décadas ha sido la materia prima de la cantidad ingente de productos de las plataformas de pago, "sin ellas no podríamos estar donde estamos, y espero que, cuando llegue esa avalancha de guiones, llegue ese cambio de perfil porque la gente encontrará el tiempo y hueco para contar sus propias historias". Sin embargo, la comunicación continúa siendo el gran obstáculo para llegar a los espectadores objetivos, "cada vez es más complicado de que se enteren que hay una serie que les puede gustar".

Dos tutoras que están orgullosas son Marta Sánchez, que acaba de terminar la película Como dios manda para Antena 3 y Warner, y Ana Sanz-Magallón, consultora y analista de guiones, como Verano 1993, de Carla Simón, o Tres días con la familia, de Mar Coll. "Es hora de que los guionistas jóvenes salgan adelante, creen y están enamorados de sus proyectos", subrayan. Mantienen el respeto al tono de las obras y mejoran la estructura, aportan ideas, y sobre todo, aportan perspectiva a las páginas que se editan con tanta premura. "Las cadenas y las plataformas piden que el lugar sea también otro personaje, por lo que nos dicen que no nos dé miedo contar los acentos y localismos de estos lugares". En estos meses, han estado junto a Almudena Vázquez, Juan José Durán Campillejo, Mercè Sarrias, a la propia Laura Martel, quien se inspiró en las vivencias de su abuelo lanzaroteño para recrear en un thriller histórico un doble asesinato, y también, a Marina Rúbies, que aterriza en Fuerteventura con Aniagua

Historias sobre y en Canarias

Antes de zambullirse en la isla majorera, Marina pensó en ella desde un rincón de Lleida. Partió de sus vivencias para abordar la cuestión socioeconómica de las kellys y crear a Aniagua, su joven protagonista que trabaja en uno de esos hoteles que plagan las costas. "Tenemos nuestros trabajos, vidas y casas, y venir aquí fue un cúmulo de sensaciones al ver ese terreno árido y entrar luego al macrohotel, elementos necesarios para construir mejor mi historia con esas imágenes tan necesarias para el proceso de escritura", comenta en la acera.

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Vive de nuevo cada vez que escribe y, gracias al laboratorio, reúne los elementos alrededor de su obra. "La industria necesita muchos guionistas, por lo que necesitamos ayudas al desarrollo para poder asegurarnos de que las primeras ideas son consistentes y, a partir de ahí, hacer series y pelis que te lleguen". Ella, que desea conmover, está a la espera.

"Este es un proyecto loable porque el audiovisual es un sector de la economía que da empleo de calidad y apuesta por la diversificación, aunque nos falte financiación", incide Martel antes de enfrentarse a los contactos directos con los productores. En camino de esta proyección, IslaBentura hará entrega hoy de varios premios en esta primera edición que ha dado un mercado directo a un talento que crea sobre Canarias.