Entrevista | Mingo Ruano Actor y director

«Trabajamos con nuestras emociones y eso nos hace sentirnos vulnerables»

«Sentir el respeto, la ilusión y la confianza de compañeros de profesión es un regalo», afirma el actor y director canario

El actor Mingo Ruano. | |

El actor Mingo Ruano. | | / Marcos Cabrera

Miguel Ayala

Miguel Ayala

Esta noche se estrena en el Teatro Pérez Galdós la obra ‘Hablemos de Fausto’ dirigida y escrita por la dramaturga Noemí Pérez e interpretada por el actor y director Mingo Ruano, que mañana también estrena en Madrid la tercera temporada de ‘Cuento de Navidad’ que él mismo dirige. Perfeccionista pero también satisfecho y agradecido por lo que le rodea, el humor y el rigor son la clave del éxito de sus proyectos.

Hoy se sube al escenario del Teatro Pérez Galdós para interpretar una pieza de la canaria Noemí Pérez; mañana sábado estrena en Madrid la tercera temporada de Cuento de Navidad, que dirige y que ha sido creación propia también y, además, tiene en cartera algún proyecto más que afronta como productor. Entiendo que debe estar satisfecho. ¿Es así?

Me siento muy satisfecho, emocionado y agradecido con todo lo que me pasa y me rodea. Después de estos años extraños donde la cultura ha vuelto a ser reflejo de la vulnerabilidad a la que estamos expuestos los seres humanos, parece que se vuelve a reactivar la actividad cultural de una manera más continua, así como la necesidad de seguir contando historias y viviendo nuevas vidas. Me siento satisfecho y con muchas ganas de empezar un nuevo ciclo profesional y vital.

Su faceta como actor le ha convertido en un rostro reconocidísimo y muy querido dentro del mundo de la interpretación en Canarias, pero quizás se conocen menos sus vertientes como director y productor a pesar de que tampoco son nuevas. ¿Por qué da la impresión de que ese salto profesional en su trayectoria artística resulta la evolución lógica de su carrera?

El próximo año se cumplirán 25 años desde que me enamoré de esta manera de ver y entender la vida que son las artes escénicas. Desde pequeño sentía la necesidad vital de bailar, la música pasaba por mí y sentía que me removía por dentro y tenía que expresarlo. Pasada la adolescencia descubro el mundo de la interpretación donde se sumaba una nueva vía para poder seguir viajando y expresar mi inquietud interior. Con el paso de los años uno va haciéndose de recursos que le permitan desarrollar toda la necesidad creativa que sientes como artista y crear y dirigir proyectos es consecuencia de mi constante curiosidad y de querer seguir explorando y creciendo.

Está surgiendo una corriente de nuevas directoras con propuestas muy fresca

¿Qué le ha atraído, en concreto, de Hablemos de Fausto?

La vuelta a la ilusión, al juego, al trabajo de creación, a lo artístico. La necesidad de explorar otros registros, otras vías de expresión como interprete. Ganas de empezar de nuevo. Salir de mi zona de confort para entrar en nuevos lenguajes que me permitan aprender y crecer. Entrar en un proceso creativo de investigación a partir de las propuestas de la propia creadora, ha sido muy motivador y novedoso para mí. Mi trayectoria teatral ha estado más vinculada a la comedia, la comedia musical, dramas, teatro de texto como lo llamamos nosotros. Desde que Noemí me propuso este proyecto, conociendo ya su apuesta por un lenguaje propio y multidisciplinar donde se maneja maravillosamente con los lenguajes en los cuales ella ha crecido como artista: la danza, la música, la interpretación y el audiovisual, no dudé en sumarme a ser parte de esta propuesta y ponerme a su servicio para ser parte de su creación, parte de su impulso de contar historias tan necesarias de hacerse visibles en nuestra sociedad y para eso está la cultura. Está surgiendo una corriente de nuevas directoras creadoras con unas propuestas muy frescas e interesantes y eso es muy bueno para el sector y para la evolución de las artes.

Por otra parte, Cuento de Navidad le ha posicionado a nivel nacional como un interesante director dentro del panorama teatral. ¿Ha sido sencillo trabajar con intérpretes reconocidos a nivel nacional?

Tengo la suerte de estar rodeado de un buen equipo de profesionales, pero sobre todo de bellas personas. Sentir el respeto, la ilusión y la confianza de compañeros de profesión es todo un regalo, y sentir su entrega a cada una de mis propuestas me genera una sensación de plenitud y agradecimiento. Este trabajo nuestro es muy delicado, trabajamos con nuestras emociones y eso nos hace sentirnos vulnerables, desnudos, frágiles. Por eso el refuerzo al crear un buen ambiente de trabajo es muy importante. Trabajar desde el rigor, la buena organización, una dosis de humor para relativizar los gabinetes de crisis y el amor, son los ingredientes con los que me gusta sancochar mis proyectos. Esta es mi receta.

¿Complica esa experiencia o la hace más sencilla que usted forme también parte del elenco?

Pues Fifty fifty (Risas). Me apasiona el escenario y estar en escena para mí es un acto de liberación, me siento en casa y eso siempre debe ser un disfrute, pero mi parte perfeccionista, metódica y observadora y mangoniona no siempre me permite ser totalmente libre cuando estoy actuando en un montaje que yo haya dirigido. Como director creativo siempre hay matices, detalles que vas afinando a medida que crece el montaje, es un proceso que me encanta, pero una vez que pasas a escena no puedes encargarte de ello. Por eso debes rodearte de un buen equipo en el que delegar, es el primer paso para poder disfrutar de la parte interpretativa y a veces cuesta desprenderse de ese vínculo, pero es necesario, es lo más sano para ti y para los que te rodean. Cuando estás en escena no puedes estar en modo director, tienes que estar viviendo con el personaje, la trama, el conflicto y compartirte con los demás personajes.

¿Qué otros proyectos tiene entre manos?

Actualmente también estoy coreografiando el nuevo espectáculo musical Chiquitita de Juanka Hernández con Corazón Azul Producciones, y el próximo año se me viene bastante movidito y yo nuevamente agradecido con todo. Tengo varias propuestas como actor y como director también para la próxima temporada de teatro, el estreno de la película “Érase una vez Canarias” de Armando Ravelo, continuar con mi proyecto de formación en Danza Las Palmas y también retomar varios proyectos propios que creo que ya es hora de ponerlos en marcha.

Y por último, ¿se ha planteado aparcar la actuación para centrarse en la dirección?

Ni de coña (Risas). Como buen géminis necesito de mis dos partes para poder equilibrarme, y ambas facetas me permiten expresar mi relación con el arte de una manera más plena. Hay temporadas que tengo más mono de una que de otra, pero en este momento me apetece ir combinando las dos.

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