Música

Unas barras para emulsionar la lengua: repensando la expresión del urbano con raperos canarios

La FundéuRAE y Red Bull Batalla lanzan la 'Guía de redacción de 'freestyle' y hip hop' | Kali Ninmah, Gekah, Dellacruz y Alberto Mesa analizan el panorama actual

El verseador Yeray Rodríguez y el rapero Arkano, en uno de los espectáculos que desarrollan juntos desde 2019.

El verseador Yeray Rodríguez y el rapero Arkano, en uno de los espectáculos que desarrollan juntos desde 2019. / Adriel Perdomo Curbelo

Desde Rosalía, pasando por Kase.O, y tomando el 922/928 de Cruz Cafuné, la expresión evoluciona y refleja los cambios generacionales en la música tanto masiva como de escucha íntima. La publicación de una guía sobre el freestyle por parte de la FundéuRAE y Red Bull Batalla es una excusa para analizar qué ocurre en las estrofas de los actuales artistas, como Gekah, Kali Ninmah e, incluso, Yeray Rodríguez.

El flow acompasa la rima, sube y baja las pulsaciones a la vez que se va tanteando al contrario, y si es un feka se le destroza rápido. Esa tentación de la palabra fácil choca directamente con la rabia, potencia y, ante todo, originalidad de la boca que rapea en las batallas de gallos. De la mano de la marca Red Bull, el mundo freestyle ha alcanzado un nivel de profesionalización nunca antes visto en la era de la difusión meteórica por redes sociales, donde los medios intentan entender y transmitir unas claves que ha hecho que la FundéuRAE saque la Guía de redacción de freestyle y hip hop con más de 250 expresiones y términos para explicar su significado.

Arkano ganó la Red Bull Batalla de Gallos en 2015 y, desde entonces, ha arrasado allá donde va. Fue en 2019 cuando se encontró con la magia del punto cubano. La fundación César Manrique juntó al rapero valenciano con el verseador Yeray Rodríguez y, desde entonces, han colaborado en un espectáculo donde prima la volatilidad y enganche de la palabra. "Cada manifestación tiene características propias pero ambas basan su valor en la improvisación, en la maravillosa posibilidad de ponerle palabras a un instante concreto. Del rap admiro que basa en la palabra la mayor parte de su suerte, como el punto cubano y también la capacidad especialmente de algunos raperos de empatizar desde el lenguaje con una generación que se reconoce en ellos", dice el cantador.

Aprender y reinventar los estilos

Sorprenden allá donde van y, aunque la edad y las referencias son antagónicas, reconoce que "hay claramente un diálogo intergeneracional pero, con toda la modestia lo digo, ha habido emocionantes testimonios de gentes sorprendidas por el género que menos conocían". El rapero Gekah mira la evolución del estilo con espíritu crítico. Aprendió en los 90 con la vieja escuela estadounidense y francesa, una inspiración que se entremezcló con el acento propio del barrio, "hay códigos personales en cada sitio con sus expresiones propias, entre Jinámar y Las Rehoyas también hay diferencias, y lo bueno es que ha habido una ola creciente de aceptación".

Además de escuchar el canal de la MTV, comunicarse con los pibes de su barrio fue lo que le abrió los ojos y los oídos a aceptar el dialecto canario cuando, sin ese nivel de profesionalización de las batallas, practicaban sin parar con el casette a lanzar rimas. "Los primeros años tenía ese deje peninsular y hasta pronunciaba el vosotros porque era la influencia que teníamos, luego te das cuenta de que no eres un intruso del rap y vas cogiendo confianza y que cada uno habla como en su lugar de origen", resuelve el ganador al Mejor Disco de Músicas Urbanas 2021 que lanza en estos días las partes de Días Extraños.

Esa clarividencia le llegó también a la rapera Kali Ninmah, aprendió a base de práctica y buscó significados en internet, y cuando le tocó ser juez en una batalla decidió priorizar la originalidad de los atrevidos, "puedes exprimirte los sesos y escribir, tanto para las letras como en las estructuras del rap, o puedes tirar por otros estilos y ser más melódico, como el trap que te permite jugar más", indica. Tras idas y venidas de la escena, se plantea su proyecto con firmeza en donde reivindica el sello isleño, "tengo presente mi jerga y considero que tenemos que tejer la impronta de quiénes somos, además, es como una forma de hacer para que no se pierda nuestro lenguaje", indica la autora del EP Jazmines y Girasoles.

Dellacruz, Jorge de la Cruz Correa para sus allegados, combina su faceta como cantante que entremezcla el pop y lo urbano, casi "en tierra de nadie, pero siempre cómodo", con su trabajo como letrista. Ha escrito para Sergio Dalma, entre otros, y percibe que, a pesar de la precariedad, la composición es el resultado de una intimidad. "Ese momento no es hora para pensar en porcentajes o dinero, ni dónde se va a colocar, sino en crear; me inspiro cuando compongo para otros artistas en el lenguaje que utilizan habitualmente, melodías y tonalidades en los que estén más cómodos, y un poquito lo que te vaya pidiendo la armonía", indica. A caballo entre Madrid y Canarias, cierra varios conciertos para el próximo año con el ánimo de ver que el sector amplía miradas y da pie a la difuminar las barreras entre estilos.

¿Hacía dónde va la creación?

La industria musical evoluciona y busca con qué reventar las listas de éxitos, "al final, quiere productos más fáciles, por lo que ha fomentado esa parte comercial del rap", comenta Gekah ante el fenómeno mientras reivindica la lectura como inicio de diversificación textual. Pero quien está atento a lo que despunta no es otro que Alberto Mesa, productor de Lativo y exmiembro del mítico grupo Alma sin dueño, quien ve el potencial de esta generación cuando a principios de los 2000 ellos se sentían como unos "bichos raros": "Ptazeta hacía freestyle en su barrio y cogió esa estructura y técnicas para transmitir sus vivencias, o ahora Cruz Cafuné inventa los prefijos 922 y 928 como códigos para hacer ver que Canarias tiene su sonido, una esencia, con sus miradores, lugares concretos, a donde te traslada. Así que todo va cambiando y vamos teniendo nuestra propia identidad porque es ridículo cantar problemas de barrio como si esto fuera Estados Unidos", y ve en la inquietud que provocó la pandemia el motor de salida de los talentos que hoy corean las masas.

"La lengua española evoluciona al paso de la sociedad que con ella se comunica. Los artistas actuales incorporan ese lenguaje a sus creaciones porque es el que manejan cotidianamente y dar voz artística a una generación que, sin duda, genera afectos y empatía. No hacen otra cosa que la que hacían los artistas que ya no son jóvenes cuando lo fueron", añade Yeray Rodríguez en su vertiente como doctor en Literatura. "El punto cubano, por ejemplo, ha sido eminentemente rural y así lo refleja su lenguaje, pero está sobradamente dispuesto a seguir contando el mundo que nos va tocando en cada tiempo porque la improvisación se hace con las palabras de cada día. Escribir y crear solamente desde la nostalgia y con los ojos y oídos cerrados, puede conducirnos a monólogos sin salida. Quizá no sea el mejor camino". Los tiempos cambian, las máquinas hablan y, a pesar de las coerciones del sistema, el arte brota.

Algunas palabras incluidas en la Guía de redacción de freestyle y hip hop de la FundéuRAE y Red Bull Batalla:

Barra

1. Verso de una canción o improvisación que el freestyler encaja en un compás. 2. Verso particularmente ingenioso con doble sentido.

Freestylear / freestalear

Hacer freestyle (v.). [Son dos verbos que se han formado a partir del sustativo inglés ‘freestyle’].

MC

Persona que rapea en las batallas de rap freestyle. [En los 80 se llamaba de esta manera a los DJ o a las personas encargadas de animar al público en las fiestas con DJ; sin embargo, en la actualidad se emplean las denominaciones MC o freestyler para hacer referencia a las personas que rapean en las batallas]. 

Punchline (frase remate)

Líneas finales de una estrofa, una canción o una improvisación, con las que se remata la estructura y se llega al momento álgido, consiguiendo noquear al rival y sorprender al público presente.