El Instituto de Arte Contemporáneo de Canarias se opone al proyecto del Museo Rodin en Tenerife

El rechazo de la institución se suma al amplio malestar por parte del sector cultural y artístico de las islas

Visita de la delegación tinerfeña al Museo Rodin en Paris.

Visita de la delegación tinerfeña al Museo Rodin en Paris.

Nora Navarro

Nora Navarro

El Instituto de Arte Contemporáneo (IAC) de Canarias, asociación independiente integrada por profesionales dedicados al arte actual en el conjunto de las islas, se manifiesta en contra del proyecto de construcción de la sede del Museo Rodin de París en Santa Cruz de Tenerife, auspiciado por José Manuel Bermúdez, alcalde de la capital tinerfeña, con una inversión de 16 millones de euros. La institución ha mostrado su "preocupación y malestar" a través de un comunicado, donde señalan que este proyecto "no responde a la realidad cultural de las islas -marcada por la precariedad, en muchos casos, extrema- que ha sido azotada por la pandemia y las diferentes crisis económicas, y que en meses venideros estará totalmente ahogada por la continua recesión económica". "Esta falta de recursos para la cultura local imposibilita a las/os profesionales de la cultura desarrollarse dignamente en lo profesional", añaden.

El IAC recuerda que el Ayuntamiento de Santa Cruz invertirá 16 millones de euros de dinero público en un conjunto de 83 obras del célebre escultor Auguste Rodin e implementará otros 12,5 millones en obras durante los próximos años. "Desde la perspectiva de salvaguarda y vigilancia que desarrollamos en IAC Canarias, entendemos que esta inversión es desproporcionada y que no ha contado con los agentes vinculados al sector cultural y aún menos con la ciudadanía en el proceso de construcción del proyecto", denuncian.

Una campaña de rechazo en Change.org acumula más de 3.000 firmas en contra del proyecto

Por otra parte, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife esgrime como argumento el referente de las ciudades de Bilbao y Málaga por los llamados “efecto Guggenheim” y “efecto Picasso” dirigidos a potenciar el turismo en la ciudad; así como que Santa Cruz es una “ciudad de la escultura”, por la Primera Exposición Internacional de Escultura en la Calle de 1973 impulsada por el Colegio Oficial de Arquitectos. "Estas motivaciones no son ajustables al proyecto Rodin, están lejos de las necesidades reales de nuestro sector, y desde luego, no atienden a las reclamaciones que desde hace tiempo los agentes culturales de la isla han trasladado a las autoridades locales para mejorar su situación profesional". 

Por otra parte, la inversión en el proyecto de rehabilitación arquitectónico que acompaña a este futuro Museo Rodin aparece como “completamente caprichosa”, añade el organismo, “desmedida y falta de transparencia en su concurrencia, ya que se trata de un proyecto en curso que asume un nuevo uso con las especificidades que le son propias al uso museístico, sin contar con un plan museológico conocido”. “Esta intervención de proyecto urbano de gran envergadura a albergar un nuevo contenedor de arte de destino con justificación más que dudosa”, remacha.

Protestas del sector

El Instituto de Arte Contemporáneo de Canarias ha pedido al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife que desestime el proyecto, como también ha hecho la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna (ULL). “Las soluciones al sector y su aportación a la economía del lugar no deben estar sujetos a proyectos burbuja, financiados con tributos o capital público de un elevado riesgo económico”, concluye el comunicado del IAC.

Asimismo, estas críticas se suman al amplio rechazo por parte del sector cultural y artístico de las islas, tal como pone de relieve una campaña de recogida de firmas en el portal Change.org, que ya acumula más de 3.000 firmas en contra del proyecto del Museo Rodin en Tenerife. "Tal y como se ha señalado repetidamente, esta operación se ha justificado en base a un estudio económico exento de rigor, que ofrece unas estimaciones del retorno económico del museo tan exageradas que resultan fantasiosas. Una estimación más realista y atenta al sector, tendrá que asumir que se tratará de una inversión a fondo perdido y que la institución resultante requerirá de repetidas inversiones para permanecer abierta", recoge su manifiesto.