CARTA de la directora del Museo Rodin al Ayuntamiento

Lamentamos el cuestionamiento de Rodin

Amélie Simier

Señor alcalde,

Quisiera dirigirle a usted, como directora, y en nombre del Museo Rodin, nuestro más sincero agradecimiento por haber querido prolongar el legado de Auguste Rodin, padre de la escultura moderna y gran artista francés a nivel internacional, presente en los mayores museos del mundo. También quisiera darle las gracias por haber querido demostrar que el Arte y la Cultura permiten desarrollar un territorio, su historia, sus potencialidades.

Santa Cruz de Tenerife, una de las principales ciudades de España, es una ciudad abierta, hermosa, dotada de grandes activos culturales y patrimoniales, así como de un gran potencial para emprender proyectos.

Nuestro proyecto común permitía la creación de una importante colección museística, que se habría constituido en el segundo Museo Rodin de Europa, haciéndose eco de la propia colección de esculturas de la ciudad de Santa Cruz. Un museo plenamente independiente y canario.

El proyecto de Santa Cruz contemplaba también la creación de un espacio para la presentación de artistas canarios y otro espacio dedicado al centro de interpretación de la 1ª y 2ª Exposición Internacional de Escultura en la Calle. Nuestra notoriedad habría permitido reforzar la visibilidad del conjunto de esas culturas, locales e internacionales, tanto para los españoles como para los turistas de todo el mundo.

El Museo Rodin es una institución pública francesa, heredera de Rodin. El gran escultor permitió seguir editando sus obras después de su muerte, para que sean así presentadas en el Louvre Abu Dhabi, en el MOMA y en el MET de Nueva York, en la Tate Gallery de Londres, en el Museo Nacional de Arte Occidental de Tokio, el Museo Soumaya en la Ciudad de México, la Galería Nacional de Victoria en Melbourne y de manera similar en los principales museos y en las principales ciudades del mundo.

Es de la misma manera, y con el mismo compromiso, que queríamos ayudar a la ciudad de Santa Cruz a construir una colección propia y singular, y que aceptamos incluir piezas inéditas nunca presentadas al público en bronce, o incluso yesos muy pocas veces vistos, de El Beso o de La Puerta del Infierno.

Sin embargo, debemos concluir que actualmente no se dan las condiciones para que la ciudad de Santa Cruz de Tenerife pueda albergar un proyecto museístico internacional.

Somos sensibles a los recientes acontecimientos en su ciudad y a las desafortunadas declaraciones de una parte del sector cultural, académico o político. Estas declaraciones mentirosas, o como mínimo mal informadas, atacan a nuestro Museo, establecimiento público del Ministerio de Cultura francés, a la obra de Rodin y a su patrimonio, del que somos depositarios.

De 1996 a 2020, el Museo Rodin estuvo especialmente presente en España gracias a socios culturales de referencia como Fundación La Caixa, la Fundación Mapfre o la Fundación Canal. Esto ha dado lugar a numerosas exposiciones, en Madrid, Barcelona, Zaragoza, Palma de Mallorca, Sevilla, Valencia, Bilbao, Salamanca, y también en Las Palmas de Gran Canaria, Santiago de Compostela, Málaga,…

La exposición itinerante Rodin en la Calle vio incluso la presentación de su obra en calles y plazas de las ciudades de Madrid, Valladolid, Sevilla, Bilbao, Pamplona, Murcia...

Debido a esta fuerte presencia en el conjunto del territorio español desde hace más de 20 años, lamentamos con mayor fuerza el actual cuestionamiento de Rodin como artista universal, el cuestionamiento de la originalidad de sus obras y el cuestionamiento de las motivaciones de una institución pública nacional como la nuestra.

En este contexto, señor alcalde, quería informarle que nos parece prudente no continuar con este proyecto. Sepa que esta es una decisión cuidadosamente considerada y tomada con pesar.

No obstante, esperamos que se desarrolle una reflexión, al servicio de la ciudad de Santa Cruz, y más allá de las ideologías, para hacer que la Cultura compartida por todos sea un éxito colectivo.

Finalmente, no me gustaría terminar esta carta sin enviarle todo mi agradecimiento por el trabajo conjunto realizado hasta la fecha.

Amélie Simier