Artes escénicas

Omar Ayuso: «Este personaje es un caramelito, es muy interesante»

El actor Omar Ayuso.

El actor Omar Ayuso.

Omar Ayuso debuta sobre las tablas en la primera pieza de la actriz tinerfeña Toni Acosta como productora teatral: El sonido oculto. El joven intérprete, conocido por su papel en la serie Élite, de Netflix, participará el próximo día 13 en el estreno nacional de esta obra en el Teatro Leal de La Laguna. La siguiente cita de la pieza que dirige Juan Carlos Rubio será el día 20 en el Víctor Jara de Vecindario, en Gran Canaria.

¿Cómo es para usted enfrentarse a un proyecto como El sonido oculto?

Es la primera vez que hago teatro y la experiencia ha sido un descubrimiento en todos los sentidos, a nivel personal y a nivel profesional. Empecé muy, muy nervioso, pero con muchas ganas, y las semanas de ensayo han sido como un intensivo de interpretación bastante heavy. La verdad es que lo he ido disfrutando cada vez más y ahora me lo paso pipa haciéndolo. Es muy distinto de hacer cine o de hacer televisión, aunque la base sea la misma. Al final, en el teatro estás todo el rato en personaje, todo el rato con el nivel y con el tono a cien. Es bastante más sacrificado, ya no solo a nivel físico sino también a nivel emocional pero es mucho más gratificante, la verdad.

Parece un papel arriesgado para tratarse de su primera vez en las tablas, ¿no cree? La obra pivota, esencialmente, entre su personaje (Hugo Barroso) y el de Toni Acosta (Julia Martín).

Sí, la verdad es que para ser el primero es grande. Es un personaje protagonista pero tengo la suerte de que es muy rico y muy complejo. Es un caramelito, es un personaje muy interesante. Luego, cuento con Toni Acosta, que es una compañera de ensueño. Voy bastante agarrado. No solo por ella sino por el director, Juan Carlos Rubio. Hemos hecho un tándem bastante bueno.

En todos los ámbitos de la vida se agradece ir acompañado de alguien más experimentado. ¿Cómo es trabajar con Toni Acosta?

Me ha ayudado mucho. Es una actriz que lleva 25 años haciendo teatro. No solo ha ejercido el papel de compañera sino también, de alguna forma, me ha llevado de la mano. En ese sentido, estoy súper agradecido.

Toni Acosta asegura que se enamoró del texto de Adam Rapp inmediatamente. ¿A usted le pasó lo mismo?

Es un textazo. Este texto me lo mandó, justo hace un año, la propia Toni. Fue muy gracioso porque me mandó un mensaje pidiéndome que lo leyera, por favor, que sabía que estaba hasta arriba de propuestas y proyectos. Mi contestación fue: Toni, ahora mismo no tengo ningún proyecto, no tengo trabajo.

¿En serio?

Es esta cosa de esta profesión en el que la gente se piensa que estás haciendo 25.0000 cosas y en realidad te estas comiendo los mocos. En cuanto leí el texto, me enamoré. Es un texto oscuro, complejo, de dos personajes que son dos outsiders, dos desconectados de la realidad que se sienten muy solos y que se encuentran en un momento de su vida muy significativo. Sí, yo también me enamoré del texto y de los personajes. En cuanto leí el texto le dije que sí a Toni.

Habla también del director, Juan Carlos Rubio, que también es dramaturgo y ha sido una pieza clave en la adaptación del texto. ¿No es cierto?

Juan Carlos ha hecho una versión del texto contextualizándolo en España. El original está localizado en la Universidad de Yale, en Estados Unidos, y él lo ha adaptado a la Universidad de Salamanca.

¿Es también distinta la relación entre un director y sus actores cuando el trabajo se desarrolla en el teatro?

Es más estrecho, sí. Al final la dimensión, la producción y el número de personas en el equipo hace que el director en el cine o en la televisión tenga que estar a muchísimas cosas más. En la sala de ensayos del teatro somos los actores, el director y un ayudante de dirección. En nuestro caso somos cuatro personas trabajando todos los días. Se hace muy estrecho el trato. Lo que sí que he notado es que una de las grandes diferencias tiene que ver con la dinámica de trabajo. En otras producciones para plataformas, como las que he hecho, siempre está el foco de la sobreexposición porque el producto llega a mogollón de países. El teatro tiene una cosa más íntima. Al final es un trabajo más para uno mismo y para un público que no está in situ cuando interpretas. Creo que la palabra es esa, el teatro es más íntimo.

¿Qué le pareció la idea de hacer el viaje a la inversa y estrenar en Canarias para luego continuar por Madrid y el resto de la Península?

Me parece maravilloso. En Tenerife está mi playa favorita del mundo, que es la Playa de Benijo. Creo que es súper positivo. Al final, la gentrificación es un rollo. Todo pasa en Madrid o en Barcelona y creo que es importante hacer llegar la cultura a lugares donde no es tan fácil llegar. Estoy seguro que hay muchísima gente que está deseando consumirla. Me encanta la idea y emocionalmente para Toni es importante porque es el primer teatro donde actuó. Me parece una cosa de justicia poética que estrene su primera obra como productora allí. Es muy bonito y me apetece un montón.

Escuchándole hablar de esta experiencia da la sensación de que es la primera pero no la última vez que trabajará en el mundo del teatro...

No. He descubierto una rama de la profesión que me enriquece y me gratifica muchísimo. De hecho, creo que todavía me queda mucho por descubrir. Me queda mucha gira por delante, subirnos al escenario, pero pocas veces me lo he pasado tan bien trabajando. El disfrute es inexplicable. Es muy, muy gratificante. Engancha.

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