Música

Bienvenida al humor ‘desconcertado’

El espectáculo ‘Desconcerto’, el pasado fin de semana, en el Teatro Guiniguada. | |  LP/DLP

El espectáculo ‘Desconcerto’, el pasado fin de semana, en el Teatro Guiniguada. | | LP/DLP / G. García Alcalde

G. García Alcalde

Ver al contrabajista y los dos violonchelistas corretear por el escenario interpretando su partitura con tan pesados instrumentos en vilo provoca un shock inevitable. Y no es más que una de las divertidas parodias puestas en juego por la Orquesta de Cámara del Ampurdán en su espectáculo Desconcerto, dentro de la sección En Paralelo del 39º Festival Internacional de Música de Canarias.

Este conjunto de arcos se convierte en Arthemis Orquesta para reinstrumentar populares fragmentos de música clásica y presentarlos como piezas humorísticas, bufonerías virtuosas en unos casos y exhibiciones gratuitas de atlétismo

La visión y la audición invento semejante pueden atizar al principio un sentimiento de rechazo por abuso y manipulación de los sacramentos del arte musical. Superada la acidez, se aviene el ánimo a una propuesta de comicidad irresistible. Los ejecutantes son buenísimos en el sonido y los gags inteligentes, el despistado director, Jordi Purtí, un auténtico fenómeno en la manipulación del público y el control de los sketches, y todo el aforo del Guiniguada, más lleno que nunca, no para de reir y aplaudir en toda la función, cuyas cargas críticas conviven con las risas.

Música y humor, ¿por qué no? La primera está llena de páginas del otro, cada una en su estilo y atmósfera estética, porque el humor de calidad es, como el arte en general, una potencia del alma.

La Artemis Orquesta demuestra con este espectáculo hilarante la mejor conexión posible entre dos flujos del espíritu, con hallazgos tan irresistibles como la deconstrucción de las Cuatro Estaciones de Vivaldi, o la cantidad de criaturas/caricaturas deducibles de los nueve graves «ostinato» del Canon en Re de Pachelbel, entre otros aciertos.

Por lo demás, aplausos al Festival por alternar, en lugar de distanciarlos, los conciertos principales y los paralelos.

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