Literatura | José Luis Correa Escritor

"Mi nueva novela va de sectas, de la injusticia y la maldad"

"Ricardo Blanco se está convirtiendo en un detective de estilo pausado, maduro y reflexivo", señala el escritor y docente canario de novela negra

El escritor José Luis Correa.

El escritor José Luis Correa.

El escritor y docente José Luis Correa (Las Palmas de Gran Canaria, 1962) acaba de publicar su nuevo relato con el detective Ricardo Blanco, 'La estación enjaulada'. En esta ocasión el autor se adentra en la oscuridad de las sectas y desvela al lector preguntas que siempre se ha formulado sobre el tema.

¿Cuántas novelas lleva ya con el detective Ricardo Blanco si contamos con esta nueva que acaba de publicar, La estación enjaulada?

Esta es la número trece que espero que no traiga mala suerte. Llevamos ya 22 años juntos. En la vida hubiera pensado en llegar hasta aquí. Me siento satisfecho, además, con la acogida recibida.

¿Cuál ha sido la mejor?

Es difícil de medir. Las primeras resultaron un divertimento. Las dos con que comencé fueron un juego de comprobar si alguien es capaz de trasplantar un detective privado de estilo americano a La Isleta, a Gran Canaria. Luego ya se fue volviendo más local y dejó atrás el homenaje a la literatura negra estadounidense. Ahora se está convirtiendo en un comisario Maigret, de estilo pausado, maduro y reflexivo. Al principio quise hacer un homenaje a todas las novelas que había leído de niño, a Chandler o Hammett, autores que uno absorbía como novela negra clásica. A partir de la tercera, de Muerte de un violinista, cuando me doy cuenta de que Ricardo Blanco iba a seguir conmigo porque había encontrado una voz para contar lo que quería ya vi que tenía que aproximarse a mí y se canarizó, transformándose en el personaje que yo buscaba, más real y natural, más de la calle.

Con la evolución del personaje a un tempo más lento las narraciones también habrán cambiado, ¿no?

La novela negra siempre tiende a la vertiginosidad, a un ritmo loco en que pasen mil cosas, pero las mías derivan más hacia la reflexión y la pausa, hacia la meditación, sobre todo en las cosas que a uno le afectan.

"La novela negra siempre tiende a la vertiginosidad, pero la mía lo hace hacia la meditación"

La reflexión en esta historia ¿hacia dónde se dirige entonces?

Esta historia va de sectas, de la imposición de unos seres humanos a otros, de la injusticia y la maldad. Las novelas de este tipo son casi como las infantiles, que juegan al bien y al mal y uno aspira siempre a que triunfe el bien. Hay personajes verdaderamente malvados, déspotas y tiranos y gente víctima, con lo que se les da voz a esas personas que sufren ese tipo de situación. En este sentido, Ricardo se ve inmerso en el mundo de las sectas como las he descrito. Se habla, sobre todo, de la maldad y los valores humanos.

Se enfoca el relato al mundo de las sectas con toda la maldad intrínseca.

Este tipo de novelas, si tú las analizas en general, ya sean negras, thriller, policíacas, enigma o criminales dan prevalencia al espacio, a la lucha entre el bien y el mal, ya sea en La Habana, en Las Palmas o en Italia. La diferencia está en cómo se refleja en ese espacio natural y qué tierra de cultivo encuentra en él. La pregunta en esta novela se plantea en cómo alguien es capaz de hacer una cosa como esta, de dominar o someter a un ser humano de esta forma, para su propio placer o beneficio.

Usted, por lo que veo, ha tocado todos los palos.

Sí, desde la violencia de género a la trata de personas, la prostitución, la droga o la inmigración, todos los temas cruciales que nos preocupan. La pregunta se enfoca siempre a cómo alguien es capaz de hacer algo así.

Siempre emplea el recurso de ubicarse en las Islas. Explíqueme de qué forma.

No es una propuesta filosófica ni ética ni ideológica sino pragmática. Soy profesor de universidad y escribo cuando mi trabajo me lo permite. No me dedico a esto ni puedo estar documentándome excesivamente, por lo que centro toda mi novela y mi mundo literario en el real porque me resulta mucho más cómodo que las cosas transcurran aquí. Me sitúo en las Islas y sé cómo tomaría las cosas una persona de aquí. No me hace falta informarme sobre otros países para escribir como harían otros novelistas. El recurso insular me sirve para trazar un camino por las calles por las que transita Ricardo Blanco y para transitar el alma, la respuesta y la forma de pensar del canario y la canaria.

¿Esto no lleva a un enfoque localista? ¿A que solo le lean los isleños?

No lo tengo claro porque cuando tú lees a una escritora sueca o a un escritor islandés no dejas de lado el relato porque el crimen esté ambientado en Reikiavik, en Oslo, Estocolmo o en La Habana. Leemos algo en el fondo que nos está afectando a todos, de la maldad, de las pulsiones humanas, de la envidia, los celos, el miedo, la rabia o la venganza. Todo eso da igual que ocurra en una ciudad de Alemania o en una población costera de una isla como la nuestra. 

Por el género que frecuenta obtendrá un gran éxito en los países nórdicos, ¿no?

Tampoco me planteo en qué lugar se lea más o no. Una novela tendrá más o menos acogida según el tratamiento. Yo insisto mucho siempre en que se deben contar bien las historias. Me preocupo mucho por la forma de contar, no solo con el tema que expongo, con el conflicto que estoy planteando. Me preocupo mucho, sobre todo, con mis lectores y lectoras de narrarlo bien. Además, uno espera encontrar reflexiones y entretenerse. Uno se va enfrentano a cuestiones que le hacen plantearse diferentes perspectivas. Eso me dicen mis seguidores por la calle o cuando encuentran alguna nota en las redes. Siempre se busca emocionar al lector.

Estos días ha tenido lugar la tercera edición del festival Aridane Criminal. No he visto su participación.

Yo acudí en la primera edición. Los últimos seis o siete años he viajado a presentar la Barcelona Negra. En marzo asistiré a Tenerife Noir. Se empieza a abrir ahora ese mundo de semanas negras que hay por todo el país y tengo algunas posibilidades de presentar ahí la novela.

¿Tiene en perspectiva un cambio a otro tipo de narraciones?

He encontrado una voz perfecta en Ricardo Blanco para contar lo que me interesa. La novela que presento está también muy trufada con el mundo del confinamiento. Se resuelve el día en que nos encierran, el 14 de marzo. La nueva que tengo en marcha comienza tras el confinamiento. Las dos están muy contagiadas del espíritu del momento. En la que me encuentro inmerso ahora estoy intentando evitar el dramatismo de la pandemia, pero no voy a poder eludir el miedo ni el dolor de las pérdidas que tuvimos. En todas las historias voy narrando el momento por el que paso, mis neuras, ilusiones y miedos.

¿Me cuenta usted que en esta novela que se publica ahora aparece el tema de la pandemia?

En La estación enjaulada hay ecos de un virus que viene de China y de un famoso murciélago... Aunque el tema es diferente ya se intuye lo que nos va a ocurrir. La que estoy escribiendo ahora empieza en el verano u otoño del año 2020 en que ya hemos pasado la crisis, pero los personajes reflexionan sobre el tema.

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