Moda

Ekamai Club: moda sostenible en el mundo musical

La marca de la calle Malteses apuesta por customizar y darle una segunda vida a la ropa | Los videoclips de artistas como Ptazeta, Karen Méndez o Cruz Cafuné y Juseph lucen este compromiso medioambiental

Don Patricio, Cruz Cafuné, Mel Ömana, Eli Rosex, Ant Cosmos, Dasoul y Danny Romero... ¿Qué tienen en común todos estos cantantes? Su ropa. Es más, las prendas que visten tal vez hayan estado en un armario antes de darles una segunda vida gracias a la magia de Araya Frasquet y Luis Artiles.

Tijeras. Agujas. Cose aquí, remata, pon este trozo encima, mejor abrirle las costuras, rompe la cremallera, ábrele otro agujero al cinturón que apriete la cintura. De repente, la invención artística brinda una nueva vida a la prenda que ya se creía perdida en el fondo del armario. Ekamai Club, tienda y marca de ropa de segunda mano vintage, abrió el negocio hace cuatro años que transmite esos ideales para un siglo cargado con las consecuencias bárbaras de la crisis climática, ha introducido en la escena musical sus estilismos en el que combinan una esencia única para cada artista con la defensa al medioambiente.

Araya Frasquet Coscollar, acento valenciano con formación en publicidad y relaciones públicas, y Luis Artiles Espinosa, con origen en Guanarteme e impronta de modelaje y artística, son los promotores del proyecto que lanzaron después de coincidir en Madrid y viajar y vivir tanto dentro del mundo de la moda. Encontraron en Tailandia hace un lustro la inspiración: los lugareños iban y venían por los mercadillos con sus propios modelos, la juventud experimentaba con el cliente delante, y la reutilización de los recursos era lo esencial.

Salieron al exterior, pero luego coincidieron en que era hora de volver a las Islas a fundar su propio espacio, como tantos otros que abundan en la península. Sin embargo, los prejuicios acerca del vestuario de segunda mano siguen presentes, a pesar de generar piezas únicas y exclusivas, irrepetibles, para cada cliente con joyas textiles que poseen historia. Con proveedores distribuidos por Holanda, Madrid, Barcelona o Italia, seleccionan, limpian y customizan las prendas que forman parte de su colección bajo el principio que está pintado en su escaparate en el número 18 de la calle Malteses: "Fast fashion mata el planeta".

Contra la dinámica de consumismo irreflexivo, plantean opciones para un público joven y, sobre todo, unisex, que ya no se avergüenza de vestir un top corto independientemente de su género. Poco a poco han ido construyendo y consolidando su nicho e, incluso, han generado compromiso, como señala Luis, "teníamos claro que debíamos crear comunidad y, también, educar sobre la industria de la moda y su sostenibilidad". Entonces, como nunca paran quietos, se les ocurrió contactar con la cantante Karen Méndez y el productor y DJ Juacko, inseparable de Ptazeta, para explotar su faceta como estilistas. El mensaje tardó en ser respondido... Y un par de meses más tarde ya tenían sus primeros encargos.

Artistas implicados en el reciclado de ropa

"Lo primero es, ¿qué quiere el artista? Nos mandan de qué va a ir, cuáles son las localizaciones, y nosotros empezamos a buscar inspiraciones, vemos cosas de actualidad para seguir frescos, y con todo eso le llevamos una propuesta elevando la moda lo más que podamos", comenta Araya. Lo ideal es que se dejen hacer cualquier virguería, ríen, como el rapero El Ima, atrevido, y que surja la magia. Además, en la combo añaden la impronta de diseñadoras que están despuntando, como Dewuno o Patricia Caro, por lo que van creando cantera al mismo tiempo.

La lista se va haciendo cada vez más amplia: los cuatro días intensos para los tres estilismos de la argentina Karen Méndez, el canario La Pantera, Christian Cuervo, Elena Mesa, Mel Ömana, Eli Rosex, Ant Cosmos, la colaboración entre Dasoul y Danny Romero, un puntito fresco en El Vega y Don Patricio, y el magnetismo de Ptazeta. Con muchos de ellos, como si fueran ya familia. Eso sin olvidar el éxito reciente de Muchoperro, de Juseph y Cruz Cafuné, en el que equilibraron el toque elegante de pantalones largos de tela con un gesto despreocupado jugando con pañuelos de seda.

Hay mil y una posturas sobre la ética medioambiental en donde cada artista tiene su discurso, aún así, los videoclips que recorren millones de pantallas alrededor del mundo conllevan un indiscutible impacto cuando se decide apostar por la reutilización de ropa, "siempre hemos creído que es muy importante en el mundo que vivimos que un artista mande un mensaje así, al fin y al cabo, ves a tu ídolo vestido de una forma que te comunica un compromiso". Cuesta que el trabajo creativo, tanto de sus estilismos como de peluquería, sea valorado al mismo nivel que la suntuosidad de los espacios alquilados, aunque el aspecto físico sea la primera impresión que se lleva el público. De ahí, los intentos por regatear los presupuestos, "lo artístico nace de tu creatividad y eso, que no es material a priori, es lo que se cuestiona". Pero la pareja no ceja en el empeño.

Araya recuerda una anécdota. Una adolescente saca el dinero de un regalo para pagar las prendas que ha elegido en Ekamai Club. El comentario de su madre llega, "¿cómo te vas a comprar esa ropa usada?", a lo que responde sin pestañear, "¿tú sabes cuántos litros de agua usan para hacer un vaquero?". "Y yo ahí me emocioné", confiesa. "Es muy bonito ver a gente tan joven con tanta personalidad y quieran comprar y apostar por este tipo de moda".

El camino está lleno de obstáculos a pesar del talento, ya sea el alquiler del local, la explotación de un mercado que no es común en la ciudad al contrario que otras urbes de la península o esos mismos prejuicios, a lo que Luis dice, "como canario, me quedo con saber que hay gente joven que está descubriendo un mundo diferente al que nosotros tuvimos a su edad".

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