Música | Ignacio Julià Crítico de rock

"En 'Songs for Drella' se muestra cómo era Warhol realmente"

El crítico musical habla en el Castillo de Mata sobre el álbum de Lou Reed y John Cale

El crítico de música, Ignacio Julià

El crítico de música, Ignacio Julià / LP / DLP

Ignacio Julià hablará este viernes, en el Castillo de Mata, sobre las peculiaridades que rodearon a la grabación del mítico álbum de Lou Reed y John Cale, ‘Songs for Drella’. El crítico musical interviene tras la proyección de la película del concierto, a las 20.00 horas, como primer encuentro del ciclo Cinezín de 2023.

¿Cuál es la verdadera importancia del disco Songs for Drella ?

Es el reencuentro de Lou Reed y John Cale después de que Reed despidiera a Cale en 1968 tras el segundo álbum. Los dos tuvieron una relación entrecortada durante muchos años, pero se vieron en el funeral de Warhol y el pintor Julian Schnabel, amigo de Lou Reed, les propuso que ellos eran los más indicados para publicar un ciclo de canciones en el que explicaran su experiencia junto a Warhol. Porque, precisamente, a finales de los 80, cuando Warhol muere, el mercado está inundado por biografías y libros sobre él que se quedan en los aspectos más escandalosos de su persona y vida, y critican su arte como vulgar o barata. El objetivo era escribir una serie de canciones donde te muestran exactamente quién era Warhol como persona y artista. Yo estuve en esos conciertos en Brooklyn a finales de 1989, y pude ver dos de esos conciertos y hablar con Reed y Cale. Conozco todas las interioridades que rodearon a la grabación de Songs for Drella

¿Y que aporta la película que hoy se proyecta en Cinezín?

Que muestra cómo era Andy Warhol en profundidad. No era fácil de conocer porque contestaba con sí o no y eludía todo tipo de razonamiento. Tenía una superficie como impenetrable. Pero la gente que lo conoció supo que era otro tipo de persona. En la película está en sus mejores y peores momentos, pero también toda su filosofía artística, su devoción por el trabajo continuo como motor de una obra de arte. Es una de las mejores obras para entender a Warhol. Y ocurre en los 50 o 60 minutos que dura un álbum. No has de leerte una biografía sesuda de 500 páginas porque ese es el valor que le daba Reed a una canción, el poder comunicar en tres o cuatro minutos algo muy profundo de un artículo, aún mayor que un artículo de doce páginas o un libro.

Acaba de presentar en Nueva York su libro Linger On The Velvet Underground que es el tercero que publica con la banda. ¿Qué diferencias fundamentales hay entre cada uno de ellos? 

El primero, que publiqué en 1985 en español titulado Feedback, básicamente era una larguísima entrevista con el guitarrista Sterling Morrison, al que trajimos para un programa de TV3 en Cataluña, y aproveché para grabarle muchas horas de entrevista y fue publicado para Ruta 66 con una historia del grupo y una discografía. En aquella época, sin internet, la gente no tenía claro cuáles eran sus discos, y sobre todo los discos piratas porque la Velvet era un gran grupo en directo y la leyenda con la banda creció gracias a esa grabaciones piratas de los fans en casete en los años 60 que fueron apareciendo en discos de vinilo y después en cds. Luego, en el 2008, hice una segunda versión en inglés al que añadí mis entrevistas con Lou Reed, John Cale, Nico, Sterling Morling, Maureen Tucker, y muchos más personas relacionados con ellos. Incluí críticas de discos, de conciertos y una selección del material que yo había escrito de la banda. Ese libro se agotó y ahora conseguí que la editorial de Thurston Moore, de Sonic Youth, se interesase por hacer una edición definitiva a la que hemos añadido más entrevistas con Lou Reed y John Cale. Incluso el último capítulo es una entrevista con el director Todd Haynes que hizo el documental el año pasado para Apple TV del grupo. Es el libro más completo porque llega hasta la última entrevista con Lou Reed antes de que muriese hace diez años. También incluye entrevistas con Jackson Browne y Leny Caye, el guitarrista de Patti Smith, que estuvieron en el círculo de la Velvet Underground. Y hay prólogos de Thurston Moore; Bobby Guillespie, de Primal Scream, y de Debbie Googe, la bajista de My Bloody Valentine.

Y el libro lo edita el líder de Sonic Youth, banda que tiene mucho en común con la Velvet.

 Siempre he pensado que Sonic Youth fueron la repetición de Velvet Underground en los 80 y 90. Porque la Velvet no era solamente música o canciones. Estaban inmersos en ese mundo donde había arte visual, películas, happenings o proyecciones. Eran algo más que Beatles o Rolling. Estaban inmersos en un mundo mucho más amplio. Y Sonic Youth son lo mismo, son estudiantes de arte que llegan a Nueva York en los 80 y ven que el arte más oportuno es el rock. Y en su carrera están inmersos en un mundo mucho más amplio, que es el del arte, la política o la crítica feminista contra un mundo materialista y patriarcal. Y por eso se adelantan muchísimo a lo que estamos viviendo, como la Velvet se adelantaron muchísimo tocando temas que eran tabú en el rock, ya fueran las drogas duras, el sexo no normativo o la descripción del infierno que supone vivir en una gran ciudad como Nueva York. Por eso estoy muy orgulloso que un miembro de Sonic haya sido el editor. En Nueva York fue fantástica la presentación. Apareció mucha gente de la época de CBGB y gente joven. Moore leyó un poema, yo leí un fragmento del libro, y el guitarrista de Patti Smith, Leny Caye, tocó cuatro canciones.

¿Cuáles considera que son sus discos más importantes?

El grupo empieza como parte de la no wave. Luego hay una fijación por el hardcore. Pero fue con Evol o Sister donde realmente encuentran su propio lenguaje que explota con Daydream nation, uno de los mejores de la historia. Cuando giraban en los 90 cogían un grupo de la ciudad como teloneros para potenciar todas las escenas independientes que los han convertido en una universidad de las generaciones de los noventa. Fíjate que son importantes que sin Sonic Youth Nirvana nunca habría fichado por Geffen. Moore llamó a una noche a la cazatalento de la discográfica y le tuvo tres horas al teléfono para convencerle de que Kurt Corbain y Nirvana tenían que acabar con ellos y se los llevaron de teloneros a una gira europea, que fue la primera vez que vinieron a Europa. El papel de Sonic Youth en la historia del rock en las últimas tres décadas es importantísimo.

Aparte de Nueva York, ¿en qué más ciudades presentará su libro sobre la Velvet?

 También se presentó en la feria del Libro de Miami y seguramente haremos una en Londres. Me llena de orgullo que un chavalito español, que ha sido crítico de rock durante cuarenta años, pueda acceder a una dimensión global mundial. También es cierto que seguramente no haya en otro lugar del mundo un periodista que haya entrevistado a todos los miembros de la Velvet durante varias décadas, y que haya tenido incluso una relación de amistad con ellos. Ha sido un chaval de Barcelona, que empezó a finales de los setenta en revistas marginales como Star o musicales como Vibraciones, que al final ha conseguido llegar a Nueva York y no veas la de autógrafos que tuve que firmar y el entusiasmo de la gente por mís anécdotas con todos los miembros de la Velvet.

¿Cómo eran los miembros del grupo individualmente? 

Lou Reed, tras una época de excesos, dejó el alcohol y las drogas en los ochenta. Era muy difícil de cara a los periodistas. Pero cuando conseguías atravesar esa coraza, esa chupa de cuero, era una persona con una ternura increíble, afectuosa y, seguramente bipolar porque podría pasar de una acritud superdesagradable a una cariñosa en cuestión de segundos. John Cale también sería un caso genial en el sentido de que es un niño prodigio de Gales, que lo mandan becado en Londres estudiando música clásica, que acaba en EEUU también becado con los grandes compositores como John Cage o Aaron Copland, y se desvía de esas enseñanza para acabar en Velvet Underground que ha sido el único grupo, seguramente, en el que Europa se enfrenta a EEUU porque allí estás el rock and roll y el doo wop de Lou Reed enfrentado al lirismo folk de John Cale y su pasión por el ruido y la música experimental. El guitarrista Sterling Morrison es una persona muy callada pero con una personalidad tan potente y contraria a todo como la de Reed y Cale. Y Maureen Tucker, una chica católica que acaba en la Factory y aporta una forma nueva de tocar la batería, minimalista, sin platos, recuperando el acervo rítmico de la música africana y el beat de Bo Diddley. Eso es lo que hace que sea incomparable en la época. Y por eso fueron un fracaso porque iban adelantados a su tiempo. Se separaron en 1970 y Bowie graba su primera versión en 1972 y en los 80 REM hacen siete versiones. Y Sonic Youth y Jesus and Mary Chain se declaran fans suyos. El indie no se podría entender sin Velvet, pero sí sin Beatles o Rolling.

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