¿Quién es Leonora Carrington?

La Fundación Mapfre rinde homenaje a una artista rebelde, excéntrica e impecable, a través de una exposición

¿Quién es Leonora Carrington?

¿Quién es Leonora Carrington?

Una figura de referencia internacional del arte que guarda relación, a su pesar, con Santander, la ciudad a la que la enviaron a un tratamiento de problemas de salud mental que excedió lo sanitario, del que dejó constancia en sus memorias y en su arte, y todo a cargo de un apellido ilustre en la ciudad generación tras generación.

Pintora, escultora y escritora entre otras muchas cosas, Leonora Carrington(Clayton-le-Woods, Lancashire, 1917-Ciudad de México, 2011) fue una de las artistas más relevantes en las filas del surrealismo. Su trayectoria artística estuvo siempre marcada por su agitada biografía, que hizo de ella una persona excéntrica y trágica. Pero su obra no debe interpretarse sólo como la manifestación de una mente inestable. Muy al contrario, es el fruto de una extraordinaria imaginación, creadora de un mundo estético, simbólico y conceptual no siempre fácilmente descifrable. Artista versátil, continuamente en busca de nuevas formas de expresión, sus pinturas, dibujos, escritos, tapices o esculturas nos hablan de aspectos del ser humano (el miedo, el dolor, la alegría, la extrañeza o la felicidad) de una forma directa, que nos interpela y enfrenta a contrastar nuestras propias certezas e incertidumbres.

La obra de Carrington fue bastante biográfica, teniendo en cuenta que tuvo una vida sentimentalmente agitada que hizo de ella una persona excéntrica y trágica. Estas características, más que inestabilidad dotaron a la artista de una imaginación envidiable, lo que le permitió crear un universo artístico propio e inimitable. "No tuve tiempo de ser la musa de nadie... Estaba demasiado ocupada rebelándome contra mi familia y aprendiendo a ser una artista", aseguró. Sus creaciones están pobladas por seres fantásticos, que conviven en un mundo donde se cruza lo cotidiano y lo mágico, que se ambientan entre la mitología celta y la literatura fantástica. Un mundo conceptual no siempre fácilmente descifrable, y que Carrington creó a través de pinturas, dibujos, tapices, esculturas, escritos e incluso joyería.

La exposición pretende rendir homenaje a esta singular artista y dar a conocer la riqueza de una obra bien conocida en Estados Unidos y México pero que solo en los últimos años ha comenzado a gozar de mayor relevancia en Europa. Si bien Carrington ha dejado una importante huella en la trayectoria de distintos artistas de origen español, su obra prácticamente no había sido expuesta en nuestro país hasta el momento.

La exposición

Leonora Carrington. Revelación se despliega a lo largo de 10 secciones en las que el relato cronológico se combina con la presentación de los temas más destacados en la obra de esta singular artista: desde su formación y las influencias tempranas que recibe en Inglaterra y Florencia hasta el contacto con los surrealistas en París, pasando por su época en Saint-Martin-d’Ardèche, su traumática experiencia en España, la emigración a Nueva York y a México como nueva patria.

Para llevar a buen término este proyecto, Fundación MAPFRE ha contado con el apoyo de más de 60 prestadores, entre los que destacan importantes instituciones como, entre otras, el Art Institute (Chicago), la Galleria Nazionale d’Arte Moderna e Contemporanea de Roma, el Museo de Arte Moderno de México, el Museo Nacional de Antropología de México, el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, el San Francisco Museum of Modern Art (SFMOMA), la Tate (Reino Unido) o el Tel Aviv Museum of Art. Junto a ellas, destacadas colecciones particulares han contribuido también con sus préstamos a la consecución del proyecto.

La exposición ha sido organizada por Fundación MAPFRE en colaboración con el ARKEN Museum of Modern Art de Dinamarca.

Cuatro claves

Huida a España: Tras los arrestos de Max Ernst y en su huida de la guerra europea, en 1940 Leonora llega a Andorra, sufre una crisis nerviosa y en agosto es ingresada en un sanatorio de Santander. El último día del año se traslada a Madrid. En la capital tendrá la oportunidad de visitar el Museo del Prado, donde confirma su amor por la pintura italiana florentina aparte de contemplar las obras de El Bosco, Brueghel o Patinir que tanto le impactan y que son determinantes para su obra posterior. Es frecuente encontrar en sus lienzos pequeños seres híbridos que recuerdan a los del Jardín de las delicias de El Bosco, por poner un ejemplo, así como fondos con paisajes extraños y poblados por elementos que parecen haber sido extraídos de los sueños.

Leonora escritora: Desde muy pequeña, Leonora muestra un gran interés por los cuentos, intensificado, sin duda, a partir de su encuentro con Max Ernst, que sentía, como el resto de los surrealistas, fascinación por Lewis Carroll y los hermanos Grimm. El mundo de la Alicia de Carroll ofrece a Carrington la oportunidad de profundizar en temas que especialmente le interesan: la alquimia, la cábala, los mitos ancestrales o la dislocación de la relación espacio-tiempo, elementos todos ellos que se encuentran en su producción artística. Se dice que el primer cuento que escribió Carrington fue dictado a su madre a una edad tan temprana que aún no escribía bien. Desde entonces, nunca dejó de hacerlo y muchas de sus pinturas encuentran correlato e incluso el mismo título que sus escritos. Casi todos son autobiográficos, y de ellos destaca el relato de su paso por el sanatorio del doctor Morales en Santander, que narra en Memorias de abajo. En una gran mayoría aparecen seres híbridos, hadas y brujas poderosas, los animales hablan, los humanos se convierten en animales y la fantasía se torna realidad en «La debutante», «La dama oval» o en la novela La trompetilla acústica, así como en sus obras de teatro Penélope y Opus Siniestrus.

Los autorretratos/Los alter ego: En sus obras, Carrington se autorretrata frecuentemente a través de otros personajes o animales que hacen las veces de la propia artista. Sus alter ego ‒«el otro yo»‒ suelen ser hienas, árboles o caballos, sin duda alguna este último el más reiterado, pero también diosas ‒como la Diosa Blanca‒ o hilanderas y tejedoras que se representan en ocasiones por medio de la rueca. La rueca y las hilanderas son alusiones a las diosas y al poder femenino. El hilado se asocia con la condición femenina, mujeres sabias, brujas, etc. En este sentido la propia artista se dedica durante años a la elaboración de tapices, en colaboración con la familia Rosales, tejedores mexicanos.

Leonora feministaA partir de la década de 1960 Leonora Carrington se interesa cada vez más por los movimientos feministas, en pleno apogeo en Estados Unidos, adonde viaja con frecuencia. A pesar de no haber sido nunca militante, su casa de México se convirtió en lugar de reunión de un pequeño círculo de mujeres preocupadas por su situación de desigualdad y ausencia de derechos. La pintura Mujeres conciencia (1972) es utilizada en la impresión del cartel homónimo como muestra de «indignación y enojo en torno a la situación de las mujeres», tal como declaró la propia autora en una entrevista. En este gouache Carrington subvierte el mito de Adán y Eva y da a esta última el carácter de diosa. El deseo de la artista por transmitir a las mujeres el mensaje de retomar sus poderes es una constante a lo largo de su producción literaria y artística.

El descubrimiento de La Diosa Blanca del literato Robert Graves alimentó la conciencia feminista de Leonora Carrington. «La mayoría de nosotras, espero, somos ahora conscientes de que una mujer no debería tener que pedir Derechos. Los Derechos estaban ahí desde el principio; hay que Recuperarlos, incluidos los misterios que eran nuestros y fueron violados, robados o destruidos», señaló Carrington.