Teatro

'La Suerte': la familia como lugar y experiencia

La obra de teatro de Pérez&Disla llega este viernes al Teatro Pérez Galdós para contar sobre las tablas una historia de adopción, emoción y diversidad

Obra de teatro 'La Suerte', protagonizada por Jaume Pérez y Juli Disla.

Obra de teatro 'La Suerte', protagonizada por Jaume Pérez y Juli Disla. / LP/DLP

Martina Andrés

Martina Andrés

La familia son unas hojas de hierbabuena en el plato de sopa, una tarde de domingo jugando a las cartas, un día de lluvia apelotonados en el sofá. La familia es ayer y es hoy, no importa si estamos lejos o cerca, apego y despedida. La familia puede ser tantas cosas como metáforas existen, un concepto en evolución constante, sin una definición concreta, condicionado por la singularidad de cada imaginario y de cada forma de querer. La familia, para Jaume Pérez y Juli Disla es un lugar en el que apoyarse, cuidarse y respetarse, pero también una experiencia, una construcción.

Los valencianos detrás de la compañía Pérez&Disla llegan el próximo viernes 10 de febrero al Teatro Pérez Galdós para apelar, a través de su propia experiencia personal, a esos imaginarios individuales, a las peripecias singulares de cada familia, para que el público pueda recorrer con ellos su historia representada sobre las tablas. La suerte es una historia en positivo de la adopción desde la perspectiva de una familia homoparental e interracial, aunque va dirigida a cualquier tipo de familia. «Nos damos cuenta de que cada uno vivimos nuestras peripecias desde nuestro cuerpo y desde unas circunstancias concretas, pero que hay muchos lugares en común», explican Pérez y Disla haciendo alusión a mujeres en proceso de gestación o a familias heterosexuales que también se sienten identificados con su relato.

Camino de papeles

La suerte es un viaje por esas emociones del núcleo familiar y también un camino administrativo y judicial que puede alargarse hasta ocho años, lo que puede durar el proceso de adopción nacional. Un reflejo de la espera mientras la vida no deja de cambiar. Porque aunque el papeleo funcione a ritmo de tortuga, el reloj no se detiene. «El componente del tiempo es algo fundamental y decisivo en general en la vida para todo, y para la decisión de ser padres o madres más. Porque el tiempo pasa, cambias de apetencias, te puedes separar, porque pasan cosas que no dependen de ti y se transforman el entorno y la sociedad», explica la pareja de dramaturgos y también actores.

Aunque ambos coinciden en el que el proceso burocrático se puede mejorar por la felicidad y el bienestar de los menores, esta obra no tiene como objetivo la denuncia. «Nuestro papel no es denunciar las circunstancias que envuelven todo esto pero sí que nos interesa decir que esto afecta a existencias reales, a vivencias reales, a personas reales y configura familias reales», puntualizan Pérez y Disla. Sí recalcan la importancia de seguir aprendiendo, de que haya grupos de apoyo de padres adoptantes, de que se acompañe a los y las menores para una mejor integración, de que se alcance un equilibrio. «Los procesos, los tiempos o las gestiones se pueden mejorar. Toda esa espera. Pero, por otro lado, tiene que ser un proceso garantista respecto al menor, así que no se pueden hacer las cosas rápidamente. Es encontrar un poco el equilibrio», añaden.

Representación de 'La suerte'.

Representación de 'La suerte'. / LP/DLP

Los dos están de acuerdo en que vivimos en una sociedad «bastante tolerante, abierta, libre y positiva», pero también tienen en cuenta que no se puede bajar la guardia. «Eso no quita que los derechos conseguidos se puedan ir al traste en cualquier momento. En general, creemos que hemos avanzado muchísimo y que hay un componente de normalidad y de alegría también alrededor de estos procesos que nos gusta compartir», explican.

Otro motivo por el que se han lanzando a representar su historia es el de dar respuesta a los interrogantes de amigos, familiares y gente cercana. «Hay dudas, preguntas que planteaban la familia y los amigos y pensamos que si lo que nosotros sabemos hacer es teatro, pues que lo podíamos explicar encima de un escenario. Había una cuestión directamente coyuntural: nosotros acabábamos de ser padres y nos dimos cuenta que lo que hacíamos es un ejercicio de normalización, de visibilización y de preparación del espacio social», explican Disla y Pérez.

No-ficción sobre el escenario

Poner una historia que se ha vivido en las carnes propias sobre el escenario no es una tarea fácil. Se necesita cierta distancia, reflexión y selección de hechos para no perderse en el propio relato. Por ello, esta pareja de teatro y de vida se ha rodeado de personas que los han ayudado y guiado en este proceso, como Toni Agustí y Santiago Ribelles. «Al ser un tema tan personal, necesitábamos una mirada externa», aclaran Disla y Pérez. «Por eso contamos con más gente, para que todo tuviera un interés real y no fuera solo una peripecia privada íntima nuestra».

Representación de 'La suerte'.

Representación de 'La suerte'. / LP/DLP

En otros de sus montajes escénicos, como La gente o El hombre menguante, desde Pérez&Disla se abordan temas como la precariedad laboral o el comportamiento en grupo y las distintas identidades del colectivo. En La suerte, más que similitudes temáticas con sus obras anteriores, hay más bien una similitud de formato, parecidos en la manera en la que ambos trabajan a nivel teatral. Para la pareja la clave está en dirigirse al público, romper la cuarta pared, interpelarlos. Y en este caso se encontraban con un desafío muy concreto: ¿Cómo haces partícipes a los espectadores y espectadoras de un relato que en realidad es privado? ¿Cómo hacer de eso algo público que tenga que ver con ellos y con ellas?

«Nuestra idea es que sean los espectadores y espectadoras las que puedan hacer el recorrido. Planteamos unas circunstancias de tal manera que ellos no pueden ponerse en nuestra piel, no pueden sentir lo que nosotros sentimos, pero quizá sí que entiendan las circunstancias que rodean a lo que vivimos, quizá puedan poner su imaginario y su cuerpo en esas circunstancias», determinan Disla&Pérez. Y para ello estarán el próximo 10 de febrero a las 20.00 horas sobre las tablas del Pérez Galdós. Para intercambiar, para que los acompañemos y también para hacer un homenaje a su hijo que, gracias a este proyecto, tendrá un libro de vida en el que podrá mirarse en el futuro.

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