Canarias reivindica el talento de Félix Francisco Casanova

Música, poesía y teatro protagonizan el acto institucional del Día de las Letras Canarias en honor al malogrado autor palmero | Su hermano, José Bernardo, recuerda «su luz»

Las imágenes muestran varios detalles de la ceremonia de ayer en La Granja. Debajo, el presidente Torres saluda a las autoridades. | andrés gutiérrez

Las imágenes muestran varios detalles de la ceremonia de ayer en La Granja. Debajo, el presidente Torres saluda a las autoridades. | andrés gutiérrez / Almudena Cruz

El Gobierno de Canarias celebró ayer, con un par de semanas de retraso, el acto institucional del Día de las Letras Canarias. Hubo que esperar porque, este 2023, el día 21 de febrero –fecha oficial de la celebración por coincidir con el nacimiento de José de Viera y Clavijo– fue Martes de Carnaval.

El Espacio La Granja, situado en el corazón de la capital tinerfeña, acogió un encuentro que recordó el talento y reivindicó la figura del poeta, escritor y músico palmero. Una vida corta, ya que falleció con apenas 19 años, pero que dejó tras de sí un legado literario asombroso. «A pesar de la brevedad de su vida, tuvo tiempo de dejar una obra intensa, original y extraña, plasmada en logros de una asombrosa madurez en el campo de la poesía y la prosa experimental», recordaron los portavoces institucionales.

Otro escritor tristemente fallecido el pasado febrero, Alexis Ravelo, ocupó también un hueco en la velada literaria. Al comienzo del acto, el grancanario recibió un merecido homenaje. «Decir Alexis Ravelo es decir amigo, escritor, relator. Sea hoy este pequeño recuerdo para él, ya uno de nuestros referentes literarios, hoy, en esta celebración de las letras canarias».

Los responsables culturales del Gobierno de Canarias institucionalizaron el Día de las Letras Canarias en 2006. Desde entonces, año tras año, se escoge a un autor o autora de las Islas para rendirle homenaje. Nombres como Mercedes Pinto, María Rosa Alonso, Arturo Maccanti, Josefina de la Torre o, más recientemente, Natalia Sosa Ayala o Dolores Campos-Herrero, han sido objeto de este homenaje. Casanova será ahora el centro de las numerosas actividades de reconocimiento que se extenderán a lo largo del año y que acercarán su nutrida producción a todo tipo de público en las ocho islas del Archipiélago.

Casanova fue un apasionado de la música. No en vano, con apenas 14 años creó un grupo músico-literario junto a su amigo Ángel Mollá: Equipo Hovno. Cantaba, tocaba la guitarra y traducía al castellano las letras de las canciones de rock que llegaban a sus manos. Esa fue, quizás, la senda que el condujo muy rápidamente hacia la poesía y la narrativa. Comenzó publicando sus poemas en el periódico EL DÍA y en La Tarde y con 17 años se alzó con el principal premio de poesía de las Islas, el Julio Tovar, gracias a su libro El invernadero. Ese genio precoz que se aprecia tan bien en su legado creativo fue también protagonista del homenaje.

Y qué mejor forma de comenzar la ceremonia que con música. Carlos Catana y Margarita Galván fueron los encargados de romper el hielo con la versión musical de su poema Esta noche deseo ser. Después fue el turno de un poema danzado, también con piano en directo, que contó con la voz del actor Severiano García, que recitó Eres un buen momento para morirme mientras el bailarín Oliver Stucker interpretaba la coreografía ideada por José Ángel Gordillo.

David Villanueva Sanz es el director de la editorial Demipage Services y uno de los mayores especialistas en la obra de Félix Francisco Casanova. No podía faltar en este reconocimiento. De hecho, esta editorial inició en 2010 un proyecto de reedición de la obra del joven palmero que ha sido clave en la difusión de su figura. Ese proceso arrancó con Yo hubiera o hubiese amado, una antología poética, y continuó con Cuarenta contra el agua y El don de Vorace. La culminación de ese esfuerzo editorial llegaría en 2017 con la publicación de una propuesta de Obra completa. Después llegarían las traducciones de El don de Vorace, su única novela escrita en 44 días que mereció el premio Benito Pérez Armas en 1974. En 2010 se tradujo al francés, en 2013 al turco y en 2014 al alemán.

«Siempre que aterrizo en Canarias me dan ganas de darle las gracias a la vida. Lo primero que quiero agradecer es que un día llegara a mis manos el manuscrito de El don de Vorace», indicó el editor. A continuación intervino el hermano del escritor, José Bernardo Casanova Martín, que habló de la infancia de Félix y de la huella que dejó tras de sí. «¿Qué puedo decir yo salvo que fue un muy buen hermano y amigo?», comenzó su intervención. «Félix fue hijo de un poeta, Félix Francisco, y de Conchita. Aprendió mucho de ellos dos. De mi padre sacó su rama literaria y de su madre la luz para mantener la familia unida. Cuando ella murió, impregnó a Félix de su vitalidad. La figura de mi madre estuvo siempre presente en él, asumió esa luz y mantuvo a su padre, hermano y amigos unidos en una casa donde había alegría y cultura, ese era el mundo de Félix», añadió.

A continuación, el público asistente pudo disfrutar de la adaptación teatral de un fragmento de El don de Vorace que corrió a cargo de Carlos de León, de La Sastrería Teatro. Interpretaron la pieza los actores Rafael Díez y Nina Chumakov, que estuvieron acompañados al piano, de nuevo, por Margarita Galván.

La siguiente representante institucional en subirse al escenario para rendir homenaje a Casanova fue la consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deporte, Manuela de Armas. Destacó la importancia de una herramienta como este día institucional para dar a conocer «o reforzar la visibilidad» de autores «desatendidos en la historia por el único motivo de haber nacido en nuestras Islas». Habló de Casanova como de un «referente juvenil de la poesía y la ficción, un autor que dejó un legado multidisciplinar».

De Armas celebró que, durante toda esta semana, las aulas del Archipiélago se hayan llenado «de su voz, de sus fotografías y sus canciones». Todo ello, apostilló, junto a su lección de vida: «si quieres, puedes». La consejera cerró sus palabras con un recuerdo para Alexis Ravelo del que aseguró que su «nombre acabará unido al de los demás en el olimpo de las letras canarias».

La ceremonia también incluyó la proyección de un breve documental sobre Casanova en el que personalidades como la Premio Canarias Elsa López hablaron sobre el abrumador talento del homenajeado y sus creaciones. Fue un extracto de la serie Deletreando Canarias, un proyecto compuesto por breves documentales biográficos que invitan al espectador a «hacer un recorrido por la vida y la obre de diversos escritores y escritoras a partir de testimonios de expertos y de personas cercanas».

Finalmente, el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, fue el encargado de cerrar el turno de intervenciones en una ceremonia que duró aproximadamente una hora. «En estos años en los que he tenido el honor de participar en las ceremonias del Día de las Letras Canarias siempre me he dirigido a los responsables de Cultura para reconocer el acierto por el nombramiento de cada edición. Han sido, todos, hombres y mujeres que dejaron un importante legado en forma de obras únicas», dijo. «Hoy creo que el acierto es absoluto. Félix Francisco Casanova dejó su impronta pese a que se fue demasiado joven. Su huella permanece. Cuando disfrutamos de sus versos, volvemos a hacer que el tiempo se pare y retroceda a aquellos años. Fue un iniciático, un hombre del renacimiento que fue de la poesía a la música y a la novela. Fue nuestro Edgar Allan Poe, nuestro Rimbaud, nuestro Baudelaire», aseguró el presidente canario, que confesó que él mismo se presentó al premio que lleva su nombre, el Félix Francisco Casanova, en su época de estudiante.

La ceremonia, que contó con otra actuación musical a cargo de Catana y Galván sobre el poema Mi ojo de largas melenas, concluyó con el público en pie mientras sonaba el himno de Canarias.

Suscríbete para seguir leyendo