Música

La cantautora Sylvie Hernández vibra con el Atlántico dentro de su primer disco 'Magua'

La artista publica el trabajo independiente con nueve sencillos con sonoridad latinoamericana | La canción ‘Pequeña’ es un homenaje a Nabody y a las personas migrantes

La cantante canaria Sylvie Hernández presenta su primer disco, ‘Magua’.

La cantante canaria Sylvie Hernández presenta su primer disco, ‘Magua’. / Asiria Álvarez

Deja que el mar sea tu cuna, déjate suave mecer, esta es la sal que te cura, canta Sylvie Hernández al son de las palmas, del rasgueo de la guitarra, del toque del tambor que repercute en las ondas del mar. Su voz, ligera y templada, ha salido del cascarón y profundiza en las raíces latinoamericanas que se extienden a un lado y otro del Atlántico con el fin de contar su propia historia. Tan llena de experiencias, de emociones, de quebrantos, publicó el 24 de febrero su primer disco, Magua, donde la inunda la nostalgia.

La joven grancanaria nació en la capital y a sus 29 años decidió arriesgarse en un camino que creía que nunca sería suyo: la música. Después de publicar durante la pandemia algunos sencillos como Que te vaya bonito u Ojitos color pena en Spotify, le ofrecieron la oportunidad de dar sus primeros conciertos. Siguió componiendo y vio que, ante sí, tenía un proyecto con un hilo conductor que debía tener otra forma. «Me considero una persona muy nostálgica, siempre digo que siento nostalgia del futuro o de lo que pasa ahora, así encontré mi leitmotiv, y después de que me animaran a sacarlo, hicimos la grabación». 

Aún así, no quería llamarlo nostalgia. ¿Qué sería entonces? Hablando con una amiga que reside en Amsterdam encontró la respuesta: magua. Su significado apela a la añoranza, por lo que no había mejor opción, "¿cómo no se me había ocurrido?", ríe en la cafetería Cool Beans. Para ella, como doctora en Estudios Literarios, lo primordial es la letra y su mensaje. Ahí reside su fuerza poética: "Lo primero que hice fue escribir, desde pequeña siempre he ido haciendo versos sueltos", y en paralelo, "siempre me gustado la música y fui sacando de oído lo que tenía, luego, con músicos y formación propia, hice esto".

Es curioso, pues tanto en su infancia como adolescencia prefería la música en inglés mientras en el hogar familiar se escuchaba a los Beatles o a Queen. Entonces, la curiosidad la hizo indagar en las composiciones de Natalia Lafourcade, Mercedes Sosa, Chavela Vargas, Marilia Monzón o Jorge Drexler, "no sé si es por el acento, pero me siento más conectada con el otro lado del charco más que con el pop español", y así ha labrado su sonido. Mil mares, La tierra y la sal, Por vez primera o Me recuerdo tejen el corpus de su imaginario plagado de referencias a la tierra canaria, al mar, a lo que la remueve. Nueve canciones, como su número favorito. "Yo me despierto y veo Las Canteras, aunque no sea físicamente, porque a mí me ha marcado mucho la isla. Tanto, que cuando estaba fuera, como al vivir en Madrid, me daba ansiedad no ver el mar. Ese mar, el sol, el faro, la marea, son conceptos de los que no me puedo despegar", dice.

El mundo gira y, a su pesar, algunos de esos giros tuercen su gesto. En marzo de 2021 falleció Nabody, el nombre con el que se conoció en un primer momento a la niña maliense de dos años que llegó en una patera al muelle de Arguineguín. Su muerte conmocionó a la sociedad canaria y, también, a Sylvie. Así surgió Pequeña, un canto a la infancia, cuyo videoclip fue realizado en conjunto a las artistas mexicanas Maf López y Emilia Schettino. "Hay noticias que me remueven por dentro. Ojalá no hubiera sucedido ni existiera esta canción, pero, como pasó, pongo mi foco en la medida de lo posible. A pesar de no tener un gran altavoz nunca sabes a donde puedes llegar, por lo que esta canción es para ella, para Nabody, y para todas aquellas personas que sufren esta situación. Más que una reivindicación política es un regalo para ellas, es lo que me hubiera gustado que hubiese vivido", reflexiona.

Con sello independiente, consiguieron reunir el dinero gracias a la subvención del Instituto Canario de Desarrollo Cultural y al Premio de Música Joven Alberto Delgado 2022, está ilusionada por cómo, poco a poco, sus letras van llegando a otros oídos gracias al boca a boca. "Es difícil que alguien escuche hoy un disco, así que soy de las que piensa que hay que poner los huevos en varias cestas, ya que, a no ser que tengas un puesto de trabajo estable, tienes que diversificar", explica.

Por ahora, alterna la investigación académica con lo que el destino le depare, a la vez que va ampliando su círculo en el sector cultural y echa de menos esas salas alternativas en las que conoció a cantautores como Jesús Garriga o Luis Quintana. "Un sueño es saltar a Latinoamérica", confiesa, "pero que el proyecto me lleve a donde se pueda, nunca se sabe", y está ilusionada al ver a palmeras como Valeria Castro hacerse un nombre. "Acepto lo que venga, sin expectativas, trabajando, y me gustaría que llegase a la mayor gente posible". Pronto anunciará conciertos mientras su voz ya alumbra nuevas conciencias.