La afirmación es obvia y él mismo la corrobora, Red Beard nació en el lugar equivocado. Jaime Jiménez Fleitas (Las Palmas de Gran Canaria, 1984): «Desde pequeño siempre me atrajo la música del otro lado del charco. Es la cuna de rock & roll, blues, soul… La estética, sus costumbres… Me siento identificado con muchísimas cosas. Cada vez que estoy allí tengo la sensación de estar en casa, me siento muy cómodo».
Si quedan dudas, su nuevo disco Die Trying (abajo, la reseña) las resuelve. Red Beard atesora decenas de anécdotas en su andadura sobre la extrañeza de su origen. «En este último viaje a Alabama a grabar el disco nuevo, el mismo Kevin Lamb (coproductor) dudó varias veces si la banda que le estaba mandando la compañía Peermusic era realmente española (risas). En los fragmentos del documental que estamos poniendo en nuestro canal de YouTube lo explica».
Porque la sensación de estar en EEUU la hace real con el trabajo de grabación de su ya sexto álbum de estudio. En una época de estudios caseros con calidades profesionales, Red Beard prefirió coger a toda su banda e irse nada menos que a los Fame Studios de Alabama, mejor conocidos como Muscle Shoals por el pueblo donde se ubican. «Está muy bien grabarte un disco en casa, yo lo he hecho en mi estudio, pero repetir eso una y otra vez te va a llevar a la monotonía musical. Tienes que salir ahí fuera y colaborar con otras personas, aprender y empaparse del ambiente del lugar al que vas». Tiene además el componente de colectividad, en su casa uno graba casi siempre solo, cuando sale fuera se suma gente. En el proceso de quince días participaron 12 personas, entre la propia banda, productores, asistentes y demás.
Morir intentándolo, un título que deja las intenciones claras. ¿Tras seis discos y una carrera que suma años y músicos, Red Beard mira hacia atrás y reflexiona? Pues no. «La verdad es que no soy mucho de mirar atrás, de hecho soy una persona bastante práctica, por supervivencia básicamente (risas). Es cierto que es un camino largo y duro, pero también lleno de vida. ¿Y qué es la vida sin vida?, me aterra tener una existencia insípida y aburrida (risas). Estoy donde quiero estar y mis pensamientos están sólo en el futuro».
Tras la edición Die Trying, es tiempo de un año 2023 en el que irá desvelando alguno de sus nuevos proyectos, aunque confiesa: «Soy muy culo inquieto y ya estoy pensando en otro disco», y eso nos lleva a otra gran frase de Red Beard: «Lo que sí sé, y más aprendo estando en la industria, es que aquí nadie regala nada, tienes que currar y mucho. Y cuando creas que estás currando mucho, pues tampoco, tienes que hacerlo más (risas). De todas formas esto no es para todo el mundo eso lo tengo clarísimo».
La industria mete la directa
Algo hace mal el DJ que no está al menos al tanto de las últimas novedades tecnológicas. Hace años no era así, podrían pasar lustros entre cualquier innovación. Pero el salto digital lo cambió todo cuando apareció el primer reproductor de CD pensado para pinchar. Desde entonces, la sucesión es galopante. Tanto que para muchos DJ profesionales se hace casi imposible estar al día. Vamos con algunas novedades de las últimas semanas.
Pioneer pone el acelerador. Lo último de la marca hegemónica es su nuevo todo en uno de cuatro canales Opus Quad, con muchas novedades tecnológicas (conexión bluetooth por fin y pantalla táctil para modular efectos, entre otras muchas) pero sobre todo con un diseño que rompe la línea funcional y sobria de Pioneer. Parece un producto más orientado a lucir en casa o en sesiones finas, que en un club sudoroso. Otra novedad de Pioneer es la mesa de cuatro canales DJ DJM-A9, que mejora a la mítica DJM-900NXS2 también con conexión bluetooth y novedades como un programa para manejarla de manera remota vía app.
Rane se suma al carro. La Rane 4 es la primera controladora de cuatro canales de la marca, y está orientada directamente para los DJ con base en el vinilo. Incluye las últimas novedades del programa Serato, como los famosos stems, que permite separar la voz de la base rítmica o de los instrumentos en la mezcla. Parte de su configuración, como la sección de efectos, está inspirada en las mesas para scratch. Lo más destacado es justo esa modulación espacial para Serato. Porque si hay lucha entre tecnologías, otro cantar es la carrera en los programas para pinchar. Para no quedarse atrás, softwares que parecía que perdían la comba como Traktor o Engine presentaron hace poco novedades y actualizaciones.
El mundo vinilo sigue vigente. Al menos en aparatos. Stanton, el famoso fabricante de agujas que andaba algo desaparecido, presenta un plato portátil orientado especialmente para scratch, el STX. Viene con batería, altavoz, faders propio y mucha conectividad. Scratches en cualquier lugar gracias a Stanton.