Memoria audiovisual de la erupción que estremeció a La Palma

La película documental ‘El volcán habitado’, de José Víctor Fuentes y David Pantaleón, vive su estreno mundial en Suiza

El equipo durante el rodaje de 'El volcán habitado.'

El equipo durante el rodaje de 'El volcán habitado.'

Nora Navarro

Nora Navarro

Cuando la tierra se abrió como una herida en la ladera verde de Cumbre Vieja, una urgencia sangró en el interior de los palmeros que observaban el estallido del volcán desde otra orilla, como si la trayectoria de la colada que enfilaba casas y recuerdos también apuntase al ojo que tiembla de asombro e incertidumbre. El impulso de regresar, entender, observar, arrimar, barrer cenizas en la dirección contraria al miedo.

Este fue el nervio que movió al cineasta palmero José Víctor Fuentes, que reside entre su isla natal y Gran Canaria, y que puso rumbo a la isla bonita en plena erupción cargado de preguntas y un par de cámaras. Lo hizo junto a su compañero de batallas, el también cineasta y multipremiado David Pantaléon, con la intuición y casi certeza de que, si registraban una memoria de una isla arrasada, estremecida y transformada por la naturaleza implacable, esas historias y paisajes se proyectarían en el futuro como un legado contra el olvido.

Un año y medio después, el resultado artístico es una película documental rebautizada como El volcán habitado, dirigida al alimón por Fuentes y Pantaleón, que vivirá su estreno mundial en la sección Burning Lights del Festival Visions du Réel 2023, en Suiza, uno de los certámenes internacionales de cine documental más importantes de Europa.

El equipo durante el rodaje.

El equipo durante el rodaje.

«Yo estaba obligado a hacer esta película», afirma Fuentes, que es a su vez el director del entrañable Festivalito de La Palma, toda vez que Pantaleón, que firma con este proyecto su segundo largometraje después de Rendir los machos, señala que fue «una película casi encontrada».

En los primeros días de la erupción, la humareda que exhalaba la fractura del Tajogaite llegaba hasta las puertas de la casa de Fuentes en el barrio de Tacande de Abajo, en El Paso, junto a la iglesia de Tajuya. «La lava se detuvo a ocho metros de la casa de mi hermana», recuerda. Las coladas aún no habían alcanzado el corazón del Valle de Aridane cuando los cineastas desembarcaron en La Palma. Cuentan que en sus recorridos en coche por las carreteras de una isla en vilo escuchaban los audios del grupo de amigos de Fuentes en WhatsApp: «Nada, chicos, lo tengo justo por encima de casa.... No sé qué va a pasar». «Mira la altura que lleva, tío». Y el rumor volcánico como telón de fondo. «En esos trayectos nos dimos cuenta de que había una idea interesante en esos audios», explica Pantaleón, de manera que la rutina de esos mensajes y testimonios diarios entre amigos enhebra el hilo narrativo de la película. «No ves a los personajes, sino que los escuchas, los imaginas», añade.

«En nuestra película no ves a los personajes, sino que los escuchas, los imaginas», revela David Pantaleón

Cada uno de ellos perdió casas, fincas, las escuelas de sus hijos. «Es que todos vivían ahí», indica Fuentes, que pone el acento en la penúltima palabra. «Vivían». Ese mismo juego de vivir, convivir y revivir es el que también da nombre a El volcán habitado: «Nos centramos en las historias que escuchamos sobre la gente que convive y que sigue conviviendo con el volcán para que el punto de vista de la película sea una narración desde dentro», explica Fuentes. Sin embargo, aunque el tándem emprendió este proyecto sin guiones ni ideas preconcebidas, sí trazaron tácitamente unas líneas rojas a la hora de grabar: nada de amarillismo, ni exhibicionismo, ni vecinos vaciando sus casas. «Nos hartamos de tanto pornovolcán, que tanto daño hizo durante meses a los palmeros», afirman.

En este sentido, la mirada de El volcán habitado es una perspectiva «contemplativa, observacional, alejada de los discursos en torno al desastre, porque nosotros asistimos con humildad y respeto a ese abismo y espectáculo de la naturaleza para intentar retratar su dimensión natural y humana».

Fotograma de 'El volcán habitado'.

Fotograma de 'El volcán habitado'.

«Enseguida vimos una tendencia al melodrama de la que nosotros nos quisimos alejar para hablar de lo que sucedió y sigue sucediendo desde un punto de vista más pausado y sosegado, que permitiera ver el volcán con todas sus aristas y contrastes: un parto de la tierra que destruye, pero también crea una nueva vida», reflexiona Pantaleón. Así, «las imágenes forman una película reposada en el aspecto visual y cariñosa en la construcción sonora, atravesada por el amor de esos audios y con el volcán siempre presente», añade el cineasta, quien además señala que los diálogos en off reflejan «esa idiosincrasia, como de realismo mágico, del habla palmera». «Esa pachorra del famoso ‘Hay tiempo pa’ comer’, que también tienen mis amigos», sonríe Fuentes. «Al final, creo que la película trata, sobre todo, de la amistad y de la importancia de cuidarnos, de querernos y de apoyarnos».

Proceso

El relato de los temblores y coladas de magma que transformaron la fisonomía de Cumbre Vieja para siempre se escribió durante cuatro viajes en el transcurso de los tres meses de erupción, pero fue reescribiéndose durante el proceso de edición y montaje. «Ese también fue un proceso largo, emotivo y de creación a fuego lento, que era lo que nos pedían las imágenes», apunta Fuentes.

«Quisimos ser muy respetuosos con el material: no verás un solo plano de dron, ni música que no sean las voces de los protagonistas o el sonido del volcán», sigue. «Para nosotros, el cine es sobre todo lo que no ves y lo que no oyes, porque la película también es lo que sucede detrás de la cámara».

Otro fotograma.

Otro fotograma.

Aún en ciernes, la película concurrió en la pasada edición del Mercado del Cine Casi Hecho (Mecas) del Festival Internacional de Cine de Las Palmas de Gran Canaria, donde se fraguó el contacto con la distribuidora internacional Kino Rebelde, radicada en Portugal, que se enamoró del proyecto y apostó por poner esta memoria audiovisual del volcán que estremeció a La Palma en el mapa cinematográfico internacional.

Ambos cineastas acudirán al estreno mundial de la película el próximo 23 de abril. La serendipia ha movido los hilos del azar para el pueblo suizo de Nyon, donde se celebra Visions du Réel, se extienda a solo una hora y media de la nueva residencia de una parte de los amigos que prestan voz a El volcán habitado, que se mudaron a este país después de que la lava sepultara sus casas. «Esto es una pasada», confiesa Fuentes. «Ellos vendrán a verla y espero que esta película les aporte luz cuando la vean. Y que sirva directa o indirectamente para que la gente no se olvide de La Palma, de todas las historias durísimas que hay dentro de esta. Y ojalá esta película tenga una carrera muy larga para poder recaudar dinero para los damnificados, porque es lo que más hace falta: dinero». «Pero ojalá esta película no existiera», concluye.