Dos de las canciones más famosas de Sabina son de Canarias

"Es un lujo volver a Gran Canaria", recordó el artista en el inicio del concierto que brindó este jueves en el inicio de su gira

Sabina embelesa a Gran Canaria

"Las islas otra vez como un destino / que cura la ansiedad del peregrino / como a Sancho su ínsula Barataria / hospitalarias playas que perfuman / la piel de mis batallas / es un lujo volver a Gran Canaria". Con estos mensajes Joaquín Sabina comenzó su concierto con el que embelesó al Gran Canaria Arena en la noche de este jueves, 20 de abril. 

El de Úbeda llegaba a Gran Canaria después de poner punto y final, a golpe de gira latinoamericana, a tres años raros: en su último concierto en España en febrero de 2020, en el Wizink Center de Madrid, sufrió una aparatosa caída que le llevó a la UCI. Luego confesó haberlo pasado mal durante el confinamiento por la pandemia y, algo más adelante, llegó el fin de la relación personal y profesional de más de 30 años con su otrora amigo y guitarrista Pancho Varona.

El artista ya había cancelado en los últimos años hasta en dos ocasiones los conciertos que tenía programado en las islas y recordó que llevaba 10 años sin pisar las islas.

Y es que el artista tiene un gran idilio con Canarias donde destacó que dos de sus canciones más celebres tiene una ancha relación con las Islas: la canción de 'Sin Embargo' la compuso en El Hierro. Y además, volvió a recordar que la de 'Y nos dieron las 10' vino inspirada durante una visita a Lanzarote

La chica de la barra del bar es de Lanzarote

Esto ya lo había expuesto el artista anteriormente. En 2005 reconoció que fue en en Lanzarote donde conoció a esa mujer "en la barra de un bar", hace más de tres décadas.

"Lo bueno que tienen las canciones es que en ese caso vale para todos los sitios que tienen mar, para eso las escribe uno. ¡Pero era Lanzarote!", respondió en su momento.

Aunque no todas las historias de Sabina están basadas en hechos reales, muchas de ellas sí lo están, o al menos están inspiradas en experiencias vividas por el artista. Y en el caso de "Y nos dieron las diez...", siempre se ha visto una base real en la historia, que ahora ha sido confirmada.

Quizá no fue "después de un concierto", o en el "único bar que vimos abierto". Quizá ella no le pidió que le cantara "una canción al oído" a cambio de un "cubata". Quizá él no respondió: "Con una condición, que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata". O quizá sí. 

"La mejor banda de mi vida"

Con 74 años, el 'Flaco' ha vuelto a los escenarios de la mano de sus canciones de toda la vida, pero casi todas ellas con un "tempo" algo más relajado que en giras anteriores, y con un Sabina que pasa la mayor parte del concierto sentado en un taburete, con confianza ciega en su banda. Especialmente en Antonio García de Diego y Jaime Asúa, que, noche tras noche, le hacen su trabajo más fácil y esconden los achaques, vocales y físicos, del cantante. "La mejor banda que he tenido en mi vida, con gente que canta mejor que yo", dijo.

Concierto de Joaquín Sabina

Concierto de Joaquín Sabina / José Carlos Guerra

Lo demostraron cuando Sabina necesitó tomarse un pequeño respiro para poder continuar con el resto de la velada, algo que hace desde años y no solo desde el percance en el Wizink Center.

Fue entonces el turno para el lucimiento de la vocalista Mara Barros, que interpretó "Yo quiero ser una chica Almodóvar" y del propio García de Diego al piano, que hizo suya "La canción más hermosa del mundo", cuyos versos finales retomó el propio Sabina.

Más descansado, el artista volvió al ruedo precisamente para reivindicarse con "Tan joven y tan viejoç", que enlazó con "A la orilla de la chimenea", en una de las mejores interpretaciones de la noche, y "Una canción para la Magdalena".

El fin del repertorio antes de los bises dejaba poco tiempo al respiro y el de Úbeda demostró por qué es uno de los artistas con uno de los cancioneros más reconocidos, a golpe de éxito tras éxito con la hiperconocida e hipercoreada "19 días y 500 noches", "Peces de ciudad" e "Y sin embargo", que cantó con mucha ayuda de los fans. Y como ya era "demasiado tarde", cerró con "Princesa".

Bises de gala

Pero Sabina tenía aún un par de cartuchos en la recámara y se dejó rescatar de camino al 'backstage'. Así, finalizó el concierto con unos bises en los que Jaime Asúa comenzó interpretando "El caso de la rubia platino" y, más adelante, con el cantautor de nuevo a los mandos, "Contigo" y "Noches de Boda" que unió a "Y nos dieron las diez", esa canción que, según confesó "por primera vez", no escribió en México sino en Lanzarote.

Concierto de Joaquín Sabina

Concierto de Joaquín Sabina / José Carlos Guerra

El tiro de gracia fue "Pastillas para no soñar", momento en el que cambió sus guitarras por dos platillos y que cerró el espectáculo con un público en estado de éxtasis.

Y al final, ya con las luces encendidas, Gran Canaria fue el primer lugar en España en constatar que Sabina siguió tocando en directo "como siguen las cosas que no tienen mucho sentido" y regresando al lugar donde ha sido feliz, pese a estar a punto de seguir su propio consejo y tratar de no volver.

Le espera ahora una intensa gira con 30 paradas más en España, una ronda extra por América y un fin de fiesta para el que ha elegido, de nuevo, el Wizink Center de Madrid los próximos 18 y 20 de diciembre.