Arte

El nuevo depósito del Prado eleva la colección del Bellas Artes "a un nivel exponencial"

Berta Piñán y Alfonso Palacio celebran la llegada desde la gran pinacoteca nacional de ocho obras "que cubren lagunas" en el museo asturiano

En imágenes: el Bellas Artes expone las ocho obras cedidas por el Prado.

En imágenes: el Bellas Artes expone las ocho obras cedidas por el Prado. / DAVID CABO

Franco Torre

El Museo de Bellas Artes de Asturias ya luce en sus salas las ocho obras que forman el nuevo depósito en la región del Museo Nacional del Prado. Se trata de un conjunto de obras que "mejoran nuestras colecciones a un nivel exponencial", como aseguró ayer el director de la gran pinacoteca regional, Alfonso Palacio, toda vez que permiten "cubrir varias lagunas".

En la presentación de este nuevo depósito, ayer en el Bellas Artes, acompañaron a Palacio la consejera de Cultura, Política Llingüistica y Turismo del Principado y presidenta del Patronato del Bellas Artes, Berta Piñán, y la concejala delegada de Educación y Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, Lourdes García. Por parte del Museo del Prado, participaron en la presentación el coordinador general de Conservación, Víctor Cageao, y la responsable del Servicio de Depósitos, Reyes Carrasco.

Una mujer contempla "Florinda", de José Robles.

Una mujer contempla "Florinda", de José Robles. / LUISMA MURIAS

Con este nuevo depósito, el segundo en dos años, el número de obras del Prado en el Bellas Artes asciende a 55. Las nuevas incorporaciones son la escultura "El mejor amigo" (1899), de Antonio Menéndez Entrialgo, y siete pinturas: "Santa María Magdalena" (primera mitad del siglo XVII), del taller de Guido Reni; "Florinda" (1894), de José Robles; "Frutas" (1911), de Julia Alcayde; "Ribera de Cudillero" (1884-1885), de Tomás Campuzano; y "Un éxtasis de San Francisco" (1888), "Al trabajo" (hacia 1908) y "Gnomos alquimistas" (1912), todas ellas de Luis Menéndez Pidal.

Las ocho obras están ya incorporadas a la colección permanente del Bellas Artes, en una integración perfecta realizada por el equipo que lidera Alfonso Palacio, y que ha situado cada obra en un espacio en el que dialoga con otras piezas de la colección, algo que destacó Berta Piñán: "Parece que estas obras hubieran vuelto a su sitio". Por parte del Prado, Víctor Cageao destacó la buena sintonía existente entre las dos pinacotecas, y los beneficios del programa "Prado extendido", que ha propiciado la llegada de estos depósitos.

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