Música | Crítica

Tercera eclosión de los jóvenes compositores de Promuscan

El Auditorio Alfredo Kraus acogió una nueva edición de la serie 'Eclosiones' | El Ensemble Lothar Siemens interpreta las obras bajo la batuta de Álvaro Díaz

El Ensemble Lothar Siemens y los jóvenes compositores del tercer concierto de la serie 'Eclosiones' de la iniciativa Promuscan, en la Sala de Cámara del Auditorio Alfredo Kraus.

El Ensemble Lothar Siemens y los jóvenes compositores del tercer concierto de la serie 'Eclosiones' de la iniciativa Promuscan, en la Sala de Cámara del Auditorio Alfredo Kraus. / SABRINA CEBALLOS

Daniel Roca

El concierto de este domingo en la Sala de Cámara del Auditorio Alfredo Kraus confirma la excelente cantera de compositores locales de que gozamos y la vigencia de la gran labor que la asociación Promuscan viene desarrollando desde hace más de veinte años. Es indudable que una de las señas de identidad de su actual directiva es la exquisita atención a los creadores noveles, y el tercer concierto de su serie Eclosiones no solo sigue la estela de los anteriores, sino que los supera en cantidad y calidad. 

Durante la tarde se programaron 12 nuevas obras de otros tantos autores en un programa en dos partes, con coloquio en el descanso entre el presidente José Brito y Álvaro Díaz, que una vez más dirigió solventemente las obras de mayor orgánico. La apertura del concierto corrió a cargo de Álvaro Lorente, compositor de múltiples talento, que acertó con su experimento de Lasitud Musical, usando el sistema dodecafónico con una intención lírica que nos recordó a la de Alban Berg.

Un motivo para el optimismo: cuatro de los más jóvenes compositores proceden de ese milagro llamado Barrios Orquestados. Hermes Santos se presentó con un Aguardo Abarullado que jugó ingeniosamente con lo imprevisible. Gabriel Meneses firmó una lánguida Saudade de lenguaje tonal y Alexander Cáceres unos orientalistas y apasionados Susurros al alba, mientras que Álvaro Aleman cerró el concierto con unos Ecos del silencio que anuncian madurez en su elaborada construcción de armonías por cuartas, un fugato atractivo y un brillante final.

Experiencia y atrevimiento

El veterano de las tres Eclosiones Carmelo Tejera va desarrollando una ambición expresiva propia y presentó con Víctimas la obra más expresionista de la sesión, bien articulada, en momentos contrastados de desolación, huida, opresión y muerte. 

Seis de los autores escuchados estudian Composición en nuestro Centro Superior. Por su parte, Elisa Cancio firmó un Tríptico del bosque de corte modal, que representa tres momentos del día; curiosamente, la misma estrategia que siguió Jacob Gonzalez con su Dans la rue en el que hubo reminiscencias a Piazzola; y, en Chrysalis, Verónica Londoño ofreció la metamorfosis de una melodía en su inicio simple y suave a través de múltiples vicisitudes. 

Mientras que Isaac Suárez jugó con la amalgama de sonidos tradicionales y extendidos en su Rondó aleatorio, Jordi Climent acertó con Océanos 1, una hermosa y expresiva pieza que evoca el mar con un contenido pentatónico servido con timbres muy sugerentes.

El compositor Wifredo Angulo volvió a mostrar talento y ejecutoria con su ecléctico Sipsclar, que mezcla con coherencia sonora elementos seriales inspirados en números extraídos de las características de determinados elementos químicos con una especie de neoimpresionismo.

Las mejores intenciones compositivas quedan en nada si no encuentran intérpretes sensibles y preparados que las fecunden. Afortunadamente, el Ensemble Lothar Siemens se muestra cada vez más competente y entregado en la importante tarea de traducir en sonido las partituras de nuestros autores, lo que fue recompensado por el público. Nos congratulamos además de que, como anunció Brito, la Fundación Disa haya contribuido a hacer realidad este excelente concierto.