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Alejandra Suárez presenta su libro ‘Mi padre, un espía ruso’ hoy miércoles en la librería Sinopsis

La autora narra cómo descubrió que su padre era el famoso espía de la URSS, Trigon, que colaboró con la CIA

Alejandra Suárez con un ejemplar del libro

Alejandra Suárez con un ejemplar del libro / LP / DLP

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La escritora Alejandra Suárez presenta hoy, miércoles, a las 18.00 horas, en la librería Sinopsis (calle Domingo J. Navarro 8) su libro Mi padre, un espía ruso.

La autora estará acompañada por el jefe del Servicio de Oncología del Hospital Insular, y profesor de la ULPGC, Delvys Rodríguez Abreu, y por el redactor de la sección de cultura del periódico LA PROVINCIA, Alberto García Saleh.

La obra narra la investigación titánica que llevó a la novelista a descubrir que era hija de Aleksandr Ogoródnik, alias Trigon, uno de los espías más importantes durante la Guerra Fría, contactado por la CIA en Bogotá y capturado por el KGB en Moscú. El libro, que está de plena actualidad por la actual invasión a Ucrania por parte de Rusia, incluye las memorias inéditas de su padre que suponen una crítica feroz al comunismo de la antigua URSS.

No fue hasta los 20 años cuando Alejandra Suárez fue consciente de que su padre era el famoso espía ruso Aleksandr Ogoródnik, alias Trigon, un diplomático y economista soviético reclutado por la CIA como agente en Bogotá, donde conoció a Pilar Suárez, su madre. Mantuvieron una relación desde 1971 hasta 1974, cuando ella regresó a España, ya embarazada. Al año siguiente él regresó a Moscú y estuvo colaborando con la CIA hasta junio de 1977 cuando fue descubierto por el KGB. Después de ser detenido, se ofreció para escribir una confesión de sus actividades de espionaje. Pidió su bolígrafo, que ocultaba una cápsula de cianuro, y lo mordió.

Ahora, 46 años después, su hija publica Mi padre, un espía ruso (Ediciones B), donde se recogen tanto las memorias de Trigon como el relato de su propia investigación ya que su madre no le confesó la verdadera identidad de su padre hasta los 20 años. «Las reticencias de mi madre eran porque ella tenía mucho miedo que el KGB, que la tenía fichada, descubriera que mi padre, un traidor para la URSS, tenía una hija, y que pudieran tomar alguna represalia contra nosotras», aclara. «Creo que su intención era sobre todo protegerme al no darme más información, y más adelante, como nuestra relación fue complicada, tampoco me dijo nada. Mi madre simplemente me contó una versión muy censurada sin darme el apellido de mi padre, y luego, con mi investigación, es como he ido descubriendo todo lo que sabemos ahora», aclara.

Su padre murió en Moscú cuando ella tenía dos años, sin saber que tenía una hija. «Estaba realizando su misión de pasarle información a la CIA y el contacto con mi madre era muy limitado», añade. «Mi madre y la CIA habían llegado a un acuerdo para que mi padre no supiera que mi madre se había quedado embarazada por las implicaciones emocionales que esto pudiera añadir a la misión ya peligrosa de mi padre y que tan trágicamente terminó», asegura. Mi padre, un espía ruso es un libro de no ficción. Una historia escrita sobre todo en primera persona, salvo la parte de memorias de su padre que es lo que él dejó escrito.

«No meto ningún elemento de ficción. Todo lo que cuento es la realidad tal y como la he vivido o la conozco, y está todo documentado», añade la escritora. Su mayor fuente ha sido la documentación que guardaba su madre y que nunca pudo ver hasta que vaciaron su casa cuando ella entró en una residencia, y por supuesto el testimonio de la increíble mujer Martha Peterson, la oficial de campo encargada de la operación Trigon -el nombre en clave que la CIA le dio a su padre en Moscú- y quien hacía los intercambios con él. Suárez también mantuvo más conversaciones con otras personas que conocieron a su padre o trabajaron con él.