Entrevista | Russo Nnandong Músico y actor de teatro

«No creo que haya que pedir permiso para vivir»

El rapero y actor de teatro ecuatoguineano aterriza esta tarde en Casa África con un concierto en el que denuncia las injusticias sociales de su país

El rapero y actor de teatro ecuatoguineano, Russo Nnandong.

El rapero y actor de teatro ecuatoguineano, Russo Nnandong. / Carlota Mosquera

Martina Andrés

Martina Andrés

Guinea Ecuatorial fue colonia española. Hoy, sumido en la dictadura más longeva de África liderada por Teodoro Obiang, es el único país del continente en el que el castellano es la lengua oficial. Aunque hay una abandono sistemático de la cultura por parte del régimen, en un país dictatorial donde la censura está a la orden del día, el artivismo se presenta como el único medio de protesta para recordar el pasado silenciado y denunciar, a través de la literatura y la música, la situación actual. Y a eso es a lo que se dedica con su música el rapero y actor de teatro Russo Nnandong, que esta tarde estará en Casa África presentando sus canciones a partir de las 20.00 horas. Un artista que está al servicio de la transformación social.

Para usted pensar en rap es pensar automáticamente en música antisistema. Sus canciones están en la corriente del rap conciencia o rap de denuncia. ¿Qué es lo que denuncia con sus letras?

Yo soy de Guinea Ecuatorial, me he criado ahí toda la vida. Cuando empiezo a hacer rap, no empiezo con este tipo de rap, empezamos a hacer gangsta rap, como todos los chavales que se creen que son los más malos, los más fuertes. Luego, vas creciendo y empiezas a ser consciente del sitio en el que vives. En el momento en el que vas tomando conciencia del entorno y de la realidad, empiezas a buscar maneras de discutir algunas cosas que no te parecen normales. Yo denuncio son las injusticias sociales. Vivo en un barrio, en un país donde hay demasiada riqueza pero hay demasiada pobreza al mismo tiempo. Hay tres o cuatro que se hacen con todos los recursos y el resto a esperar. Te dices que esto no es justo, porque lo que nos han contado es que los recursos pertenecen a todos los habitantes del país. Si algunos son los que se benefician y otros no… Hay personas que tienen el poder absoluto, lo utilizan a su favor y los demás no tienen libertades, te dicen cómo tienes que vivir. Ya no te hablo a nivel cultural o de las tradiciones, simplemente las imposiciones de los que creen que lo saben todo, te dicen qué es lo correcto para ti. Ahí es dónde yo me planteo: ¿qué crees tú que es lo correcto para mí? Yo ya tengo esa capacidad de decir que vivir del arte es lo correcto para mí. Aunque hay gente que dice que el arte no te va a hacer realizarte. Yo te lo voy a discutir, no puedes cuestionarme lo que siento y lo que puedo hacer. Hablo de eso, de cuando esos tres o cuatro tienen empresas en las que trabajan personas que no tienen los mismos recursos y no les pagan, pasan tres o cuatro meses y no les pagan. A la gente le da miedo decir: oye, que me tienes que pagar, porque sienten que el que les contrata les está haciendo un favor. Yo quiero decirle a la gente que tienen obligaciones pero también tienen derechos. Que la gente entienda que tiene derechos y que puede pedirlos y exigirlos. Siempre doy el ejemplo de la finca de piñas.

Tiene una canción con ese nombre, ¿no?

Sí (risas). Tenemos una finca de piñas y esas piñas son para todos. Si te nombramos a ti administradora de esas piñas, te pagamos por ese trabajo. Si tú no haces bien ese trabajo, te tenemos que pedir cuentas. La gente tiene que entender que te tiene que pedir cuentas y no que tú tienes que salvarles. Yo no aguanto ver estas injusticias. Porque son mis madres, mis tíos, mis hermanos, yo, somos los que sufrimos esto. El guineano que vive bien no se puede quejar, porque lo tiene todo. El que no, pues vive mal y tampoco se puede quejar.

No hay punto medio, ¿no?

Claro, ese es el tema. Porque si te quejas automáticamente es como si estuvieras en contra del Gobierno. Yo me quejo porque lo estoy pasando mal. Entonces el rap conciencia para mí es esto, es música de resistencia. A mi hermanito lo metieron preso injustamente, debido a esos ataques y a las detenciones aleatorias. Detienen a los vándalos y a los que no lo son, se llevan a todos, los culpables y los no culpables, y todos sufren. Sigue preso a día de hoy, doce meses. El día 12 van a ser 13 meses. ¿Cómo va a salir mi chaval de ahí? Digamos que lo liberan y vuelve, ha estado 12 meses encerrado en un ambiente que… ¿Volverá sano? ¿Estará bien?

¿No puede hablar con él?

Desde que está preso, nadie de mi familia lo ha visto. Entonces, con una cosa así, lo tienes que sacar y rapear. Que luego alguien se enfade porque lo he rapeado, me da absolutamente igual. Porque estamos en busca de libertades, no estamos buscando aprobación, no estamos buscando permiso para vivir. No creo que haya que pedir permiso para vivir. Yo he nacido en Guinea y he nacido en la familia que he nacido, no la he elegido, he nacido ahí, es mi entorno y voy a intentar vivir de la mejor manera que pueda. Al menos este tipo de temas son los que yo denuncio. Por ejemplo, lo que te comenté antes de los funcionarios que se llevan cinco meses sin cobrar, como los profesores. Como no están cobrando su salario, se dedican a vender notas a los chavales. Sus hijos tienen que comer. ¿A quién culpas por esto? ¿Al profesor? Claro, porque está haciendo mal uso de su posición porque no cobra. Eso hace que la gente normalice que se vendan notas a los alumnos. En mi país hay un dicho que es: la cabra come donde está atada. Si te han atado aquí, ahí es donde comes, te buscas la manera para comer ahí, porque lo que te corresponde como funcionario, no te llega. El funcionario tiene que exigir que le paguen, pero si no puede exigir que le paguen por el miedo que le han metido en el cuerpo a los ciudadanos… Eso es lo que hace que tome otra acción y vaya contra los más débiles, como el profesor que vende notas. Es el más fuerte contra los más débiles, no hay un momento en el que los más débiles dicen: no puede ser. Hay que decirle a la gente que el problema no es con los débiles, el problema está arriba. Porque si hay suficiente dinero en Guinea Ecuatorial para que la gente pueda vivir dignamente y unos cuantos tienen, hay que recordarles que ese dinero no es suyo, pero hay que recordárselo. En el momento en el que no lo recordamos, estamos ayudando a que se normalice que el profesor venda notas, que las enfermeras en los hospitales roben medicamentos… Y muere gente en toda esa pelea. ¿Y a dónde va la pasta que se genera en Guinea? La gente puede vivir mucho mejor y esa es la pelea, la de decirles: compis, os merecéis una vida mejor. Y luego te dicen: ¿tú quién eres para decirlo? Pues el rapero que lo dice, ya está. Un ciudadano más, alguien más que lo sufre. Por fortuna soy artista y lo puedo decir a través de la música. Afortunadamente puedo escribir rimas que cuenten esa historia y que todo el mundo se entere. Cada uno que saque sus conclusiones y tome sus decisiones. Es lo que yo tengo para aportar, arte. No solo es hacer rap: es también tomar acción, esas cosas que denuncio hay que transmitirlas a los chavales, que vengan a los talleres, que nos cuenten, que la gente entienda. Porque la gente no sabe diferenciar gobierno de estado, responsabilidad de favor… Esas cosas sencillas. En el momento en el que la gente entiende que no le están haciendo un favor, a lo mejor exige. 

En Guinea Ecuatorial hay otros raperos, de su generación como Mario Blass El Viejo, o de otras anteriores, como Negro Bey. Están todos ahí en la lucha, aunque también hay otros a los que el régimen absorbe. A la persona que es incómoda, se le intenta comprar. Por ejemplo, a usted le han dicho en algún concierto que cambie sus letras. ¿Cómo gestiona esto?

Es que yo no puedo rapear otras cosas. Si me dices que cambie de letras, las que te voy a sacar van a ser iguales que las otras. No significa que no pueda rapear sobre otras cosas. Sí, tengo temas de motivación hacia mí, por ejemplo. Rapeo para curarme muchas veces. Me pasa algo y lo suelto, cuando me escucho es como hablarme a mí mismo: ni retirada ni rendición y todas esas movidas que me vendo a mí mismo. Hay personas que lo escuchan y me dicen: ¿cómo puedes mandarme este mensaje tan directo? Y no estoy haciendo eso, pero me alegra que llegue así. Yo por ejemplo escucho siempre a El Chojin. Hay días en los que no me levanto con buena cara y te pones Un Nuevo Yo Despierta y ya piensas: bah, no pasa nada. No tenemos muchas opciones, lo asimilas. 

¿Diría que hay censura en Guinea Ecuatorial?

¿Censura? Si es lo que se habla siempre. 

Hay gente en su país a la que le da miedo que les vean escuchando sus canciones o las de otros raperos como Mario Blas. 

Sí, hay gente que cuando escucha mis temas me dicen que les gustan mucho, pero que no saben si van a reaccionar a ellos. Y yo les digo que lo entiendo, porque tampoco podemos ahora perder soldados. Hay que tener cuidado porque si encendemos el fuego van a ir chavales que aún no lo saben controlar y se pueden quemar. Los mayores de nuestro país, los que están en la oposición, han luchado mucho tiempo contra el régimen de Obiang y no han conseguido nada. ¿Por qué? Porque van detrás de Obiang: Obiang es malo, el Gobierno es malo. Y no se centran en los que realmente los necesitan. Y cuando vas a pelearte contra un gigante, el gigante es el que tiene todos los recursos a su favor. Vamos a darle la espalda al Gobierno y vamos a centrarnos en quienes nos representan en los barrios. ¿Quiénes son? Chavales como los que éramos hace años. Yo me he ido formando poco a poco a través de talleres. Entonces ahora podemos hacer lo mismo: crear espacios en los barrios para que los chavales encuentren su autonomía, que vean que no hay nadie que les obliga a hacer nada. Yo tengo la autonomía de poder decir ahora: este rap lo voy a hacer, este no, voy a este evento, a este no.

¿Y por qué cree que usted la tiene y otros no?

Porque no es uniforme. Imagínate que estamos todos dormidos y te despiertas antes. Si haces ruido, el siguiente que se despierte no se va a despertar igual que tú. A lo mejor se despierta enfadado. Si intentamos llegar a la gente a toda pastilla, diciéndoles ‘sí, vámonos a la revolución’... Cada uno necesita su ritmo pero tenemos que tenerlos trabajando con nosotros para que tampoco se tarden años en que les llegue el ritmo. Si trabajamos con los chavales y les damos herramientas para que puedan crear sus propios productos, su arte, su música, su dibujo… Cuando tienen herramientas tienen más ilusión, esperanza, fortaleza, tienen más creencia en ellos mismos y van generando oportunidades. Los chavales tienen que tener esas herramientas, cuando las tienen toman sus propias decisiones. Cualquier persona que tenga esas herramientas viviendo en un entorno hostil, va a ser creativo. 

Todo su rap es en español, una de sus lenguas maternas además del fang. ¿Cuál es su relación con el español y con España? Sigue habiendo mucho silencio y asimetría informativa en lo que respecta a la relación de España con Guinea Ecuatorial…

Cuando nazco ya se habla el español en Guinea. Yo soy de la etnia fang y hablo fang. El español es la lengua oficial, la hablas en clase y todo. ¿Por qué rapeo en español y no en fang? Más por costumbre y por habilidad. La relación que hay entre Guinea y España… Ahora estamos celebrando el Día de África en España y hay una relación ahí conflictiva porque hay un hecho histórico: la colonización, que es una movida que pasó antes de que estuviéramos tú y yo. Ese hecho no lo podemos denunciar. Lo podemos estudiar, lo podemos entender. Lo que sí podemos denunciar es la colonialidad, que son los actos que siguen siendo coloniales a día de hoy. Cuando vine a España por primera vez, que fue aquí en Canarias, la gente me preguntaba si hablaba español. Yo me extrañaba: ¿Cómo es que no sabéis de Guinea si a nosotros nos enseñan historia de España? Yo tampoco tengo por qué conocer vuestra historia si vosotros no conocéis la nuestra… Entonces te planteas si realmente somos o no somos. Porque si somos, vamos a decir que somos. Tenemos una relación que está como escondida. Nadie sabe nada de Guinea Ecuatorial aquí. Luego se abren los archivos y se ve que se dijeron un montón de cosas, que se dijo: no, de ese tema no se habla. Ahora ya podemos restablecer relaciones, ya podemos hablar más allá del petróleo: podemos hablar de cultura, de arte, de otras cosas. Podemos aceptar las cosas que hemos hecho mal los unos con los otros. España no va a reconocer jamás que se ha portado mal con Guinea. La lucha que tenemos en África, la de luchar contra nuestros propios dictadores, se refuerza en Occidente. Occidente los apoya porque se llevan bien, tienen empresas ahí, los dejan un ratito más. Nosotros tenemos que tener una doble lucha.