¿A qué se debe que hayas tardado veintiún años en escribir Negra caridad?
A que se me cruzó la vida: la llegada de mi hija Celia, la dirección de cuatro centros del Instituto Cervantes, un Diploma de Estudios Avanzados, una tesis doctoral, un posgrado en gestión de empresas y el hecho de trabajar en las distintas novelas de la serie de Sindo Roca de manera simultánea. En este momento sigo con dos de ellas. A todo lo anterior hay que añadir mi costumbre de dejar reposar los textos, a veces demasiado. Pese a todo, Negra Caridad siempre estuvo muy presente y se fue enriqueciendo con las nuevas experiencias, hasta tal punto que hay una subtrama polaca en la obra, como herencia de los cuatro años que viví en Varsovia
¿Eso ha afectado a tu estilo narrativo?
Yo diría que no, las diferencias que un lector de mi novela anterior, Malpaís, puede encontrar se deben más al formato elegido para el relato que al tiempo transcurrido entre la redacción de una y otra. En Negra Caridad conviven la novela histórica, la novela negra, la de aventuras y el libro de viajes. Mariposas Negras, el último libro de la serie en el que me encuentro trabajando, vuelve a ser novela negra pura y dura.
¿Qué hace Gumersindo Roca, un canario que emplea canarismos y fuma Kruger en una novela ambientada en la sociedad rural cántabra?
Sindo Roca es el catalizador de la historia. Su mirada nos permite abordar ese espacio y los personajes que lo habitan desde una perspectiva diferente a la del relato costumbrista o realista. Roca es un tipo sencillo, de barrio, poco ambicioso, un moreno atractivo en su juventud, una toma a tierra. Nace en una época en la que los protagonistas de las novelas eran profesores, escritoras, periodistas, traductores… Gumersindo Roca me permite, además, contar las historias con diferentes registros. Así Negra Caridad puede leerse para saber cómo murió el personaje de Martín Corrales, sin necesidad de reparar en las claves históricas o sociológicas que funcionan como contexto.
¿Cómo ha evolucionado Gumersindo desde Malpaís?
Hacer envejecer a Sindo Roca ha resultado más sencillo que construirle un pasado. Negra Caridad es una precuela de Malpaís que nos presenta a un protagonista diez años más joven. Sindo Roca nace con Malpaís, el día de su 44 cumpleaños, con una vida hecha, o deshecha, en gran medida, que condiciona el carácter y la trayectoria del personaje. En Malpaís se hace referencia a que Sindo, que vive sólo, estuvo casado. En Negra caridad, viaja a un pueblo del norte de España a conocer a la familia de la que entonces era su mujer. El desaliñado personaje del 92 es el resultado del poco interés que Sindo muestra por su apariencia diez años antes, por poner un ejemplo.
En ‘Negra Caridad’ conviven la novela histórica, la negra, la de aventuras y el libro de viajes
¿Por qué has elegido para la novela un título como el de Negra Caridad que se presta a tantas interpretaciones y ya es el título de una famosa canción?
Si respondiera a esa pregunta nos quedaríamos sin misterio. Es, entre otras cosas, se trata de un pequeño homenaje a Celia Cruz.
¿Pero Santullano de Pielagos, el pueblo donde tiene lugar la acción existe o es una población ficticia como el Macondo de Gabriel García Márquez o la Orbajosa de Galdós?
Santullano de Pielagos es un pueblo imaginario, situado en el Oriente de Asturias, un pueblo frontera con la actual Cantabria.
La novela trata de la inmigración, tanto de la de los españoles a América como la de los hispanoamericanos a España
La emigración es un tema recurrente en mis novelas, lo vimos ya como telón de fondo en Malpaís, con la llegada de las primeras pateras, y volverá a tratarse en Mariposas negras con las figuras de los expatriados en Inglaterra como protagonistas.
Los indianos son hombres, la real academia española define a un indiano como «un español que emigró a América en busca de fortuna y volvió rico», por lo tanto hablar de una mujer indiana es decir un oxímoron, ¿cómo es que aparece en tu novela?
Precisamente por eso, porque hasta donde pude investigar nunca se dio el caso de una indiana, de una mujer que emigrara sola en busca de fortuna y regresara tras haberla conseguido. ¿Qué hubiera pasado si durante la primera mitad del siglo XX una mujer se hubiera lanzado a la aventura americana? ¿Cómo la habrían recibido al regresar, con el mismo rasero que aplicaron a personajes como el Marqués de Comillas?
La historia se cuenta desde dos puntos de vista, uno femenino, el de Rosa y otro masculino, el de Sindo, que tratan de esclarecer una muerte misteriosa. ¿Qué hay de ti en los personajes?
Muy poco. En lo que se refiere a Rosa Cueto, el tesón a la hora de investigar, «de recordar», habría que decir en su caso. En cuanto a Sindo, el reconocimiento de las identidades.
La novela El conde de Montecristo aparece numerosas veces en Negra caridad
Sí, es un elemento recurrente, un símbolo de uno de los temas que vertebra la novela, el de la venganza. Es, también, un guiño a la propia literatura, como lo fue en Malpaís La Fugitiva de Proust, y digo guiño porque ni Sindo ni Rosa son lectores.
Es una precuela de ‘Malpaís’ que nos presenta un protagonista diez años más joven
Pero en Negra caridad la venganza tiene más rostros que en la novela de Dumas, ¿por qué?
Me pareció interesante trabajar sobre las distintas formas de gestionar la venganza. En el caso de Negra Caridad hay tres actitudes diferentes.
Su obra roza el culebrón, la novela de folletín sin llegar a caer en ella, pero sin embargo utiliza algunos de sus trucos narrativos para facilitar la lectura.
Mi intención al escribirla era lograr una novela amena y dinámica. Es la mirada de Sindo Roca lo que le da a la historia de Rosa Cueto otra dimensión. De hecho, sin la presencia de este Sindo testigo, la novela habría sido un culebrón de manual titulado La Indiana. Si deconstruimos el relato y dejamos únicamente la historia de Rosa Cueto, contada desde su punto de vista, lo es. Quisiera reivindicar aquí alguno de esos trucos narrativos que mencionas, esas técnicas que lo que llamamos ‘culebrón’ hereda del género épico, y de la literatura oral, como recursos para fijar los personajes, recapitular, mantener la atención...